Luego de haber cerrado un capítulo de la reestructuración de la deuda externa con los bonistas internacionales, el Gobierno pretende retomar la agenda de temas económicos que la pandemia del Covid-19 frenó a partir de marzo pasado y que podrían generar un mayor y necesario ingreso de divisas para el país.

En ese marco, la política petrolera es una de las que las autoridades nacionales quieren comenzar a "descongelar" a partir de este mes y con la mira puesta en recuperar inversiones a mediano y largo plazo, asegurar el abastecimiento interno y profundizar las exportaciones.

Cómo será la estrategia del Gobierno

En este marco, el subsecretario de Hidrocarburos de la Nación, Juan José Carbajales, hizo referencia a los lineamientos que la estrategia oficial tomará en cuenta para delinear el marco para el sector con el objetivo de poner en valor los recursos naturales del sector.

El funcionario participó de un encuentro virtual organizado por la AmCham, la cámara que representa los intereses de las empresas de Estados Unidos en la Argentina.

"Teníamos prevista una agenda a principios de año que la pandemia puso en parénesis para poder atender la emergencia sanitaria, lo cual nos llevó a tener que pagar las consecuencias de una caída de la demanda y sostener a un sector que tracciona una cadena de valor productiva", sostuvo Carbalajes.

 Enumeró las medidas que el Gobierno debió tomar para paliar la situación como controlar las importaciones con licencias no automáticas y gestionar los niveles de comercialización locales de crudo mediante la sanción de un decreto que estableció el precio del barril criollo.

Los precios internacionales mejoras y se retomará el impulso a Vaca Muerta.

Durante su charla, Carbajales, quien depende del Ministerio de Desarrollo Productivo que conduce Matías Kulfas, hizo referencia a los puntos principales de la política petrolera que el Gobierno quiere retomar.

En líneas generales, el plan abarca desde la creación de mesas regionales de desarrollo federal con las provincias; el proyecto de Ley de Hidrocarburos anunciado por el presidente Alberto Fernández en marzo pasado; apuntalar Vaca Muerta por su potencialidad productiva y perfil exportador. También, la puesta en marcha de grandes obras hasta ahora postergadas como el gasoducto del Noroeste, entre otras.

El objetivo es otorgarle al sector privado un marco de previsibilidad para que se retomen inversiones previstas para este año por u$s5.200 millones que fueron postergadas por la recesión económica y la pandemia del coronavirus.

"Hay datos negativos, como el drástico derrumbe en la producción de gas, que nos motivaron a diseñar un esquema para que la producción de hidrocarburos revierta la caída y pueda mantenerse a niveles de satisfacer la demanda interna y también genere saldos exportables", sostuvo Carbajales durante su presentación.

De hecho, admitió que en la actualidad la producción petrolera se encuentra en los mismos niveles del 2018, con índices diarios que muestran que la caída comenzó en abril y todavía no ha recuperado los niveles previos a la pandemia, al margen de haber aumentado en 26.000 barriles diarios desde el momento más bajo en mayo.

En el caso de la producción diaria de gas natural, mostró un derrumbe en abril de aproximadamente 10 millones de metros cúbicos diarios, que se recuperó en los meses siguientes a los niveles de marzo.

"La foto actual nos permite ser optimistas sobre el recupero de la producción, aunque no en venta de combustibles", argumentó Carbajales, para quien la Argentina volverá a retomar los márgenes de producción y hasta podrá abastecer la demanda internacional.

Nuevo impulso a la producción

Un capítulo importante de este plan se refiere a la recuperación de la producción de gas a través del lanzamiento de un esquema de subastas pensado para los próximos cuatro años, convocando a la firma de contratos entre productores y la demanda prioritaria (Distribuidoras) y usinas (CAMMESA).

Según Carbajales, se busca viabilizar inversiones en producción; proteger la cadena de valor de toda la industria nacional gasífera; mantener los puestos de trabajo; sustituir importaciones de GNL y combustibles líquidos; disminuir el costo fiscal para una balanza energética superavitaria y generar certidumbre de largo plazo al sector hidrocarburífero.

"Los productores comprometen una curva por cuenca y por mes y se deberá sostener o aumentar la producción de 2020 hasta el 2024, compromiso que, en una actividad con declino geológico, implica un volumen de inversión significativo que, a la vez, tracciona los niveles de empleo", detalló el funcionario a los asistentes a la charla virtual de la AmCham.

Como datos aleatorios a este programa, el Gobierno también pondrá en marcha política de asistencia y subsidios para un mayor acceso de la sociedad al gas natural por redes y al de garrafa. Un ejemplo será la incorporación de las viviendas adjudicadas mediante el plan Procrear, relanzado recientemente.

Además, se buscará aumentar la base de quienes reciben tarifa social para duplicar el alcance de este beneficio, eliminando ciertas trabas que había establecido la Anses.

La agenda post pandemia también incluye la aprobación en el Congreso de la Ley de Hidrocarburos; una nueva ronda de licitaciones off shore y una política de biocombustibles para reemplazar o readecuar a la ley de estímulo a este sector que vence el año próximo.

La Ley de Hidrocarburos buscará dar un marco de previsibilidad para toda la industria de los combustibles.

En el caso de las licitaciones off shore y costa afuera, el año pasado se concretó la primera ronda con más de 20 ofertas y 18 áreas adjudicadas, con inversiones por u$s700 millones y plazos de cuatro años de ejecución de los proyectos.

Ahora, se analiza sumar una segunda ronda para un nuevo llamado para aportar al potencial del sector y sumar nuevos proyectos a más largo plazo.

Con respecto a la ley de promoción de la industria, Carbajales adelantó algunos de los lineamientos de la iniciativa que ya fue enviada al Congreso por el Gobierno.

"Tiene como fin, establecer estándares que puedan competir con yacimientos no convencionales, permitir inversiones de largo plazo, otorgar un marco de previsibilidad, poner en valor los recursos y generar saldos exportables en el sector de oil and gas", aseguró el funcionario.

Se busca cumplir con estas premisas a partir de generar un régimen de promoción y beneficios fiscales e impositivos; cumplir con el abastecimiento del mercado interno; incrementar las exportaciones vía retenciones y contar con mayor disponibilidad de divisas.

La nueva norma también contará con un régimen de comercialización de combustibles, con mecanismos de actualización de Impuesto a los Combustibles Líquidos (ICL); incentivos para la industrialización del petróleo no convencional.

Se le sumará otro régimen de promoción del gas natural para asegurar el abastecimiento del mercado interno, atenuar la estacionalidad y desarrollar exportaciones estivales en firme.

En otro de sus capítulos, la futura ley buscará promocionar un régimen de uso del gas natural para transporte, con el objetivo de sustituir el gasoil por GNC o GNL.

Habrá también medidas para promocionar grandes proyectos en sectores como la petroquímica; licuefacción para GNL y fertilizantes como la urea.

A esto se le agregan planes para el desarrollo de proveedores locales, promoción integral de los recursos en todas las cuencas con una mirada de largo plazo.