El futuro del Parque de la Costa, el área de diversiones más grande la Argentina, poco a poco comienza a transformarse en un asunto de Estado. Luego de que Sociedad Comercial del Plata, controlante de la concesión del predio situado en Tigre, insistiera con que la manutención del sitio de entretenimientos resulta "inviable", la maquinaria estatal encendió motores y activó reuniones para definir qué ocurrirá con el emprendimiento, si continuará como tal o no, y el destino de sus más de 500 empleados.

Este miércoles tendrá lugar un encuentro del que tomarán parte directivos de Sociedad Comercial del Plata, Julio Zamora, actual intendente de Tigre, Ariel Schale, secretario de Industria, y Augusto Costa, ministro de Producción bonaerense, para trazar una hoja de ruta en medio de la crisis que afecta al parque.

Según pudo saber iProfesional, el abanico de opciones que se barajan en torno a lo que viene para el complejo va desde el cierre directo a la posibilidad de la estatización. De ocurrir esto último, el área seguiría los pasos del Tren de la Costa, bajo control oficial desde el año 2013.

Por supuesto que el componente político juega un partido importante detrás de esta definición: la continuidad del Parque de la Costa operado por el Estado es una opción que apadrina la misma Cristina Fernández, quien bajó la orden de intervenir al intendente Zamora. Pero este último mantiene un enfrentamiento con Sergio Massa, titular de la Cámara de Diputados, ex hombre fuerte de Tigre, y dueño de la idea de que lo mejor es que el complejo cierre definitivamente sus puertas.

Todo indica que se impondría la posición de Fernández, quien pidió se agoten todas las instancias posibles para garantizar la continuidad en caso de que Sociedad Comercial del Plata de un paso al costado.

De ocurrir finalmente el desembarco del distrito y la Provincia en el manejo del área de entretenimiento, el Gobierno revivirá un formato similar al que en su momento rigió para Interama, el parque temático porteño bajo gestión municipal que funcionó a principios de los años 80.

El estado de "crack" económico que atraviesa el Parque de la Costa fue anticipado por iProfesional a fines del mes pasado. La pandemia y su cuarentena terminaron por agigantar una crisis que comenzó a hacerse inmanejable a partir de 2019, cuando el complejo recibió menos de la mitad de los visitantes comparado con años anteriores.

Muy cerca del emprendimiento expusieron que, como resultado de este cambio en la recaudación, prácticamente el 100 por ciento de los ingresos previos al Covid-19 tenían como destino aportes al Estado y pago de salarios.

La continuidad del Parque de la Costa operado por el Estado es una opción que apadrina la misma Cristina Fernández.

Detalles del mal momento

A principios de esta semana, la empresa controlante expuso detalles del mal momento comercial que atraviesa el Parque de la Costa a través de un comunicado.

"El parque está cerrado desde el inicio de la cuarentena y se ha realizado un gran esfuerzo para pagar los salarios, a pesar de no contar con ningún ingreso y tener que acumular gastos y pérdidas crecientes que hoy son imposibles de afrontar. Aún las autoridades no han establecido protocolos ni hay fecha definida para una eventual apertura, pero es evidente que aunque esto se decidiera, la actividad aún enfrentaría un contexto sumamente desfavorable", se informó.

Para luego añadir: "A partir de noviembre deberemos disminuir las retribuciones netas y que dicha remuneración la podremos mantener en la medida que se mantengan los aportes de las ATP, implementados por el Estado".

Inaugurado hace más de dos décadas junto con el Tren de la Costa, el parque de diversiones recibía antes de la pandemia unos 800.000 visitantes por año. Ubicado en Tigre, en un espacio de más de 14 hectáreas sobre el río Luján, cuenta con un teatro, un parque de divertimento acuático (Aquafan) y Chinatown Tigre, entre otras atracciones.

Fue construido en 1997 como parte de un megaemprendimiento realizado por la ya mencionada Sociedad Comercial del Plata.

Luego de una crítica situación económica, el Tren de la Costa fue estatizado en 2013, durante el segundo gobierno de Cristina Fernández de Kirchner.

Julio Zamora, intendente de Tigre, es otro de los representantes del oficialismo con peso en el destino del parque.

Por último, resta añadir que, además del Parque de la Costa, otros importantes centros de diversión como Mundo Marino y Temaikén, parques acuáticos y las principales cadenas de salones de juegos como Sacoa y Playland, sufren esta compleja y ya desesperante situación.

Todas estas compañías y emprendimientos perdieron la facturación que suelen generar durante las vacaciones de invierno y que representa el 25 por ciento de los ingresos totales, lo cual se suma a una caída en los ingresos del orden del 30 por ciento que arrastran desde el año pasado.