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Venta de Sodimac: dos interesados, en la recta final para quedarse con las operaciones locales

Dos fondos presentaron ofertas para quedarse con los activos de la marcha chilena en Argentina, mientras que la cadena Bercomat se bajó de la carrera
23/02/2021 - 15:50hs
Venta de Sodimac: dos interesados, en la recta final para quedarse con las operaciones locales

Luego de los cambios de última hora que los dueños de Sodimac le hicieron a las condiciones de venta, sólo dos grupos quedaron en la recta final para competir por quedarse con la filial local de la cadena de artículos para la construcción de origen chileno.

El primero es el fondo Inverlat –conformado por los socios Carlos Giovanelli, Damián Pozzoli y Guillermo Stanley- que es dueño de la cadena Havanna, entre otras importantes marcas de consumo masivo.

Y el segundo es Cono Sur Investments, fondo liderado por José Manuel Ortiz Masllorens, un ex miembro del mítico fondo inversor The Exxel Group, fundado por Juan Navarro.

Afuera quedó Bercomat, de la familia Bercovich, que lleva más de 60 años de trayectoria en la venta de productos para la construcción, posee más de 800 empleados y tiene presencia en Formosa, Chaco, Corrientes, Misiones, Entre Ríos, CABA y GBA con más de 30 sucursales.

Cómo sigue la pugna por Sodimac

Este 22 de febrero pasado venció el plazo que había establecido el grupo chileno Falabella para recibir las propuestas de compra tanto para su cadena de artículos de construcción como para la marca de tiendas departamentales.

De ahora en más, habrá una etapa para analizar las ofertas y definir el futuro de ambas marcas en la Argentina, aunque lo más probable es que solamente Sodimac se mantenga operativa mientras que el futuro de Falabella sea el cierre total de sus actividades en el país.

Sodimac es una cadena especializada en productos para construcción y decoración del hogar.
Sodimac es una cadena especializada en productos para construcción y decoración del hogar.

Más allá de que la operación se mantiene, entre los grupos interesados existe un fuerte malestar por el endurecimiento en las condiciones contractuales y los cambios aplicados en las negociaciones para cerrar la transacción que llevaron a cabo desde Falabella y que, de mantenerse, imposibilitarían el éxito del deal.

Entre los condicionantes de última hora se destacan la intención de no separar las operaciones de ambas marcas, la imposibilidad de seguir usando Falabella, así como el futuro de todos los empleados y del negocio financiero mediante la tarjeta CMR, que sería traspasada al Banco Supervielle.

Tal como ya anticipó iProfesional, a partir de esas modificaciones se pretende que los posibles compradores de Sodimac también se hagan cargo de la sociedad controlante de Falabella, de la cuantificación de las contingencias y de la futura liquidación de esta marca, además de establecer que cualquier conflicto legal deberá dirimirse bajo la justicia chilena, entre otros aspectos.

El cierre de Falabella, parte el trato de venta de Sodimac.
El cierre de Falabella, parte el trato de venta de Sodimac.

Cambios en las condiciones de compra

Además, para poder cerrar las propuestas los dos grupos que quedaron en carrera tuvieron en cuenta la cada vez más compleja situación de la Argentina, porque entienden que las nuevas reglas de juego que plantea ahora Falabella serían imposibles de cumplir con el escenario macro que plantea la economía doméstica.

Ponen como ejemplo, el cierre de todas las sucursales de Falabella en el interior, anunciada por la cadena hace unas semanas, aunque aseguran que en el cambio de condiciones se mantiene la obligación de que sean los nuevos dueños quienes deberán concretar esa desinversión con fondos aportados por el grupo chileno, pero a partir de vehículos financieros locales.

El cambio obedecería al desinterés existente entre los inversores locales e internacionales por comprar las operaciones de Falabella por su complejo y antiguo modelo de negocios, y por estar apalancado en la importación de productos y no en el armado de una cadena local de proveedores, tal como sí tiene Sodimac.

Si este agregado se mantiene, el comprador de Sodimac debería desarmar el negocio de Falabella en el país asumiendo un gran riesgo si se tiene en cuenta la cantidad de empleados y de sucursales con las que hoy cuenta la cadena en el país.

Otro de los puntos nuevos que también despertó fuerte rechazo es la pretensión de que las empresas competidoras envíen los contratos ya firmados para que el área de legales del grupo Falabella elija en función a esos documentos.

Normalmente, el proceso es diferente. Cada interesado elabora y envía una oferta y el grupo vendedor opta por la mejor para luego abrir un proceso de negociaciones sobre los detalles finales.

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