TRATATIVAS ACELERADAS

Shimy y Yogs, a punto de cambiar de dueño: ¿con quién negocia Vicentin el traspaso de los ex yogures de SanCor?

El grupo sigue modificando su estrategia con vistas a recuperar cierto oxígeno financiero. La unidad de postrecitos domina el 30 por ciento de ese mercado
NEGOCIOS - 11 de Junio, 2021

En pleno escenario de incertidumbre económica, el grupo Vicentin sigue moviendo las piezas en búsqueda de un equilibrio comercial que le acerque oxígeno financiero. En esa dirección, la firma aceleró las tratativas para transferir el negocio de yogures y postres que le compró a SanCor en 2016.

Es el segundo gran movimiento del conglomerado de empresas en lo que va de la pandemia. Durante la segunda parte del año pasado, el grupo santafesino pudo desprenderse de Friar, procesadora de carne con dos plantas de producción en la misma Santa Fe y una cadena de carnicerías conformada por más de 20 puntos de venta.

Por supuesto que no la tiene fácil: una traba judicial impide, por el momento, la venta definitiva de ARSA, la compañía que justamente produce los lácteos que ya no le interesan a Vicentin.

La decisión vigente del juez Nicolás Foppiani, asentada en Rosario, inhibe cualquier traspaso hasta tanto se completen las investigaciones en torno al proceder financiero del grupo.

Mientras esto se define, fuentes de la actividad láctea informaron a iProfesional que Vicentin aceleró la negociación con Lácteos Conosur SA para colocar sus postres y yogures. Esta última compañía, propiedad de los empresarios Manuel Fernández y Claudio Rafaniello, es dueña de la marca La Suipachense.

ARSA –sigla que corresponde a Alimentos Refrigerados SA– dispone de plantas operativas en Córdoba capital y Lincoln, provincia de Buenos Aires, y una dotación de empleados de alrededor de 600 personas.

Con una posición de mercado consolidada –32 por ciento en postres y 16 en yogures–, ARSA también ostenta como atractivo una red de distribución de al menos 160 agentes que le permiten cubrir algo más de 70.000 comercios en todo el país.

"Yogures y postres suelen quedar afuera de todas las regulaciones de precios y las marcas que pasaría a controlar la Suipachense tienen una participación de mercado de al menos el 30 por ciento. Si bien la empresa que pase a controlar los activos deberá revisar el tamaño de ARSA, sus costos operativos, lo cierto es que su llegada comercial la hace atractiva para cualquier jugador del sector", comentaron a iProfesional desde una de las principales cámaras de productores de lácteos.

Vicentin compró ARSA en 2016 y la división mantuvo su fuerte protagonismo en las góndolas.

A principios de este año, este medio expuso que la controlada por Vicentin fue ofrecida a distintos fondos de inversión y también a alimenticias como Inverlat, propietaria de Havanna.

En pleno tironeo con la Justicia, el grupo acaba de cambiar todo el management de ARSA. Se trata de otra decisión que marca a las claras la intención de desprenderse de la compañía que controla las etiquetas Shimy y Yogs en cuanto lo permita el escenario legal.

Movimiento en la cerealera

Las tratativas en torno a la mencionada ARSA ocurren en momentos en que los accionistas de Vicentin negocian con tres compañías la venta de buena parte del capital del grupo.

Las empresas interesadas: Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA), Molinos Agro S.A. y Viterra Argentina S.A. (antes denominada Oleaginosa Moreno Hnos.). De manera conjunta, expusieron su interés de manera no vinculante para participar en este proceso de análisis de una potencial transacción.

"Las tres partes poseen una reconocida trayectoria en el mercado en el que se desempeña Vicentin y, aun teniendo distintos orígenes, detentan un compromiso de larguísima data con el desarrollo argentino", informó Vicentin mediante un comunicado divulgado el mes pasado.

ACA es un actor fuerte del cooperativismo argentino desde 1922, mientras que Molinos Agro juega fuerte en el negocio de la exportación de productos agrícolas. Por su parte, Viterra Argentina suma casi medio siglo de operaciones en el ámbito del agronegocio.

Los accionistas buscan desprenderse de buena parte del capital del grupo.

Según se dejó trascender desde el entorno de Vicentin, a partir de la aceptación de la manifestación de interés, los interesados pusieron en marcha un proceso de auditoría que comprende a toda la sociedad que controla el grupo.

Una vez concluido ese proceso –al menos hasta ahora se desconocen fechas–, las empresas en cuestión podrán presentar una oferta vinculante de acuerdo a los criterios establecidos por el concurso vigente.

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