La urgencia se paga con dólares. En el apuro por regresar a la Argentina, los varados comenzaron a desplegar una estrategia de retorno basada en el traslado a países limítrofes para, acto seguido, intentar cruzar la frontera con destino al aeropuerto que, a la par de Ezeiza, aún sigue abierto para los servicios internacionales: San Fernando.

Juegan con los tiempos, claro. En los grupos que integran las familias que aún permanecen en Miami dan por descontado que el Gobierno, también conocedor de esta opción, avanzará en algún momento con restricciones para esa terminal aérea.

Mientras que en Ezeiza el promedio diario de vuelos de pasajeros que ingresan está en el orden de los 3 servicios, San Fernando merodea los 50. Por supuesto que se trata de jets privados y unidades chárter, todos aviones de muy poco porte.

Baires Fly, Flyzer, Aerorutas y Pacific Ocean, son las empresas que comenzaron a acumular consultas y contrataciones tras las limitaciones impuestas por la Administración Nacional de Aviación Civil (ANAC). Estas firmas ya venían intensificando sus operaciones por efecto de la vacunación masiva habilitada en los Estados Unidos.

Ahora, pican en punta en la demanda de quienes prefieren utilizar sus dólares para no tener que esperar los vuelos para septiembre, octubre e, incluso, noviembre, que están ofreciendo las compañías aéreas en concepto de reprogramaciones.

"Con pasajeros que tenían vuelo por Copa lo que se hizo es cambiar el destino de regreso. En lugar de Buenos Aires, la aerolínea accedió a permitirles volar hacia Asunción. Desde ahí se los sube a un chárter y bajan en San Fernando. El avión disponible para ese tramo es de 7 pasajeros", contó a iProfesional, off the record, el representante de una agencia de viajes cordobesa.

"Estamos hablando de un viaje que cuesta alrededor de 1.100 dólares por persona. Es la opción más inmediata, porque si siguen manteniendo la vuelta a Buenos Aires, bueno, Copa no puede garantizar los vuelos de la segunda parte de julio. Lo más probable es que tengan que seguir varados en Miami un tiempo más", añadió.

Desde otra comercializadora de tickets y paquetes comentaron a iProfesional que ya "abrocharon" vuelos privados para este lunes 5 y el miércoles 7, y están negociando para contratar otro para el viernes 9.

También están quienes viajan Miami-Sao Paulo o Miami-Rio y desde esos puntos en Brasil contratan los chárter siempre hacia San Fernando. En estos últimos casos, el traslado hacia Buenos Aires se ubica entre los 1.200 y los 1.600 dólares por pasajero.

A diferencia de Ezeiza, que recibe 3 vuelos internacionales, en San Fernando ocurren 50 despegues diarios.

Montevideo, Uruguay, es otro de los destinos a las que se comenzó a apelar en el "operativo retorno". Respecto de esta opción, fuentes ligadas a una agencia de viajes porteña comentaron que "quienes vienen de Miami sacan pasajes ‘normales’ a Montevideo y ahí, un avión privado que directamente los está esperando se ocupa de cruzar a estos pasajeros".

"Algunos argentinos vuelan en línea aérea a Montevideo y luego contratan un taxi aéreo para volar desde ahí a San Fernando. Los vuelos privados también se solicitan a la ANAC, que puede no aprobarlos. Pero en general se han autorizado todos estos tipos de servicios, más allá de los requisitos sanitarios y migratorios que pueden tener Uruguay o Paraguay", dijo a iProfesional un empresario ligado al negocio de los vuelos privados.

Volver en cinco meses

Mientras crece la demanda de vuelos chárter, las aerolíneas siguen exigiendo cambios inmediatos para la segunda mitad de julio. Ocurre que en el seno de las empresas se agiganta el temor a que el Gobierno prolongue las restricciones al menos hasta agosto.

Desde JURCA, la cámara que nuclea a las principales líneas aéreas que cubren servicios internacionales, volvieron a solicitar se reconsidere el cierre y, vía un comunicado, se expuso que hasta el momento el oficialismo "no ha autorizado ninguna operación aérea para fecha posterior al 12 de julio".

Hasta el momento, el Gobierno no habilitó ningún vuelo para la segunda mitad de julio.

"En consecuencia, ninguna compañía puede brindar una solución de viaje cierta a sus clientes con el agravamiento de que, si el actual cupo máximo de 600 pasajeros diarios fuera prorrogado y en función de la cantidad de pasajeros que se encuentran pendientes de retorno, la demora de muchos para retornar a sus hogares podría extenderse en hasta 5 meses", aseguraron desde la entidad.

Para luego concluir: "La industria aérea requiere contar con un marco de funcionamiento de mayor previsibilidad, como sucede incluso en esta época de pandemia en los más de 1.500 destinos a los que se vuela hoy alrededor del mundo. Desde la implementación de estas restricciones y modalidades de aprobación de vuelos, la República Argentina ha visto fuertemente afectada su conectividad con el resto del mundo y tememos que ello se agrave más aun".