CADENA EL PROBLEMAS

Crisis de Garbarino: empleados temen que quieran pagarles los sueldos con electrodomésticos

La situación es terminal desde el viernes pasado cuando se cayó la oferta de compra del empresario Facundo Prado. Protestas de los empleados
NEGOCIOS - 05 de Julio, 2021

Sólo el actual dueño, Carlos Rosales, podría conocer si existe un plan B a la oferta de adquisición de la firma Garbarino de parte del tucumano Facundo Prado. Este empresario es el propietario de la tarjeta de crédito Centrocard y del grupo de telecomunicaciones Supercanal Arlink, con presencia en 14 provincias. En tanto, Rosales es protesorero de San Lorenzo, dueño de la aseguradora Prof y amigo del actual embajador en Brasil, Daniel Scioli, que en sus tiempos de empresario fue un referente del sector de venta de electrodomésticos.

La empresa cada día se acerca más al concurso preventivo de acreedores, figura jurídica regulada por el derecho concursal que tiene lugar cuando una persona física o jurídica, como en este caso, deviene en una situación de insolvencia en la cual no puede hacer frente a la totalidad de los pagos que  adeuda, señala la agencia NA.

Sus voceros expresaron que están negociando con grupos financieros de origen estadounidense para que se conviertan en inversionistas.

Mientras tanto, las deudas con los proveedores crecen día tras día y, en muchos casos, no remiten más mercadería. Los cheques rechazados se siguen acumulando y denunciando en la página web del Banco Central.

A este panorama se suma la caída en las ventas por la extensa recesión que vive la Argentina y desde luego que repercutió en el incremento de las deudas y resintió una vez más la cadena de pagos. 

En los registros del Banco Central, a la fecha, acumula 3.251 cheques rechazados por un monto de 4061 millones de pesos.

Entre los principales acreedores se encuentran las firmas financieras, Frincredit ( $186 millones); Finares ($148 millones) ; el Banco Nación  ($ 83 millones); el HSBC ($54 millones) y American Express ($13 millones).

Esta crisis no afecta sólo a la empresa tradicional, sino que también se extiende a otras firmas del grupo, como Compumundo; Garbarino Viajes y la ensambladora de celulares en Tierra del Fuego que, a la fecha, permanece tomada por los operarios y, por lo tanto, se encuentra sin producir desde hace 45 días.

El Grupo Garbarino, integrado por la cadena de electrodomésticos e informática (Compumundo), las fábricas del sur y sus negocios financieros y de viajes, suma un total de 3.800 trabajadores.

Peligran 3.800 puestos de trabajo por el cierre de los locales de Garbarino.

Garbarino: se acumulan los sueldos adeudados

NA estuvo presente en las manifestaciones realizadas durante el lunes 5, donde las voces de los protagonistas son elocuentes de la situación de angustia por la falta de ingresos que tienen. 

Denunciaron que no cobran desde mayo y se deben tres meses de sueldo más el aguinaldo. Ni hablar de los bonos de fin de año y los pagos de aportes sindicales y de obras sociales que no se producen.

Las manifestaciones comenzaron en el Obelisco y se trasladaron hacia la Plaza de Mayo para que los integrantes del  Poder Ejecutivo conozcan lo que sucede con estas empresas.

Los trabajadores auto convocados ya prometieron que marcharan el próximo lunes 12 de julio hacia la sede de la empresa, en Juncal 1126, y piden que cada trabajador suba su reclamo al #garbarinononospaga 

Movilizaciones de protesta

La movilizaciones son acompañadas por gremios auspiciados por partidos de izquierda como Ademys que ha decidido apoyar el reclamo de los trabajadores, mientras que el sindicato de referencia, Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys) que conduce Armando Cavalieri, parece haber reaccionado en los últimos días, y el jueves 1 de julio generó un expediente en el Ministerio de Trabajo, en el que anotan: "habiendo tomado conocimiento de que la firma Garbarino SAIC ha procedido a cerrar la totalidad de sus sucursales en todo el país, es que venimos a solicitar de forma urgente se fije una audiencia con la empresa mencionada, con el fin de que se aclare la situación por la que está atravesando dicha firma".

La medida de cierre de las sucursales tuvo un efecto de profundo desencanto en el sindicato y entre los trabajadores que comenzaron a hablar de un lock out patronal.  Se trata en los hechos de un lock out en materia laboral que se produce cuando se cierra de manera temporal una empresa.

Es un derecho del empleador impedir temporalmente el acceso a todos los trabajadores a la empresa, predio o establecimiento cuando comienza una huelga por tiempo indeterminado.

Si bien el Ministerio de Trabajo aún no ha resuelto nada en esta crisis, este cese patronal de hecho está poniendo, en blanco sobre negro el conflicto colectivo de trabajo que está atravesando Garbarino.

La decisión de Carlos Rosales y del CEO Carlos García de bajar las persianas de los locales se tomó ante el temor de posibles saqueos que podrían producir los propios trabajadores de la empresa, en el sentido de que se llevarían mercadería como parte de pago de los salarios adeudados.

Fueron pocos los gerentes de los locales que se animaron a abrir los salones en este contexto. Algunos de ellos denunciaron, de manera informal, que los trabajadores duermen en los locales de Lanús y Avellaneda.

En Plaza de Mayo, los manifestantes expresaron a la agencia NA "el Gobierno Nacional, emitió un DNU que prohibió los despidos masivos en pandemia, despidos sin causa, suspensiones por disminución de trabajo y de fuerza mayor y, ante eso, el Grupo Garbarino hace caso omiso porque desde que la pandemia comenzó, no hizo más que cerrar sucursales a nivel nacional. Ya va por más de 30 sucursales cerradas, lo que llevó a despidos de muchos compañeros, porque si bien no somos una actividad esencial, los locales podrían abrir dentro del horario permitido. Y si esto está pasando, es porque no está la intervención del organismo encargado de que esto no suceda, como lo es el Ministerio de Trabajo Nacional, que está bajo la presidencia del Sr. Alberto Fernández".

Contracara: el reflote de Musimundo

Mientras el futuro de Garbarino se dirime entre ridículas excusas para mantener cerrados sus locales y la inoperancia de sus dueños para mantener la cadena a flote, varios de sus competidores se encaminan a aprovechar la crisis de su rival parra ganar más cuota de mercado.

Un caso es el de Musimundo, propiedad de dos grupos empresarios como son Electrónica Megatone (EMSA) y CARSA, que controlan el 50% del capital cada una. A partir de la crisis de Garbarino y del proceso de reestructuración financiera que encaró la segunda de las sociedades, la cadena viene recuperando ventas e incrementando su market share en el sector electrodoméstico.

De hecho, un informe de la calificadora local FixSer, propiedad de FitchRatings, detalla la situación actual de CARSA sosteniendo que ha recuperado sus ventas y su generación de fondos que, a febrero pasado, llegó a los $5.207 millones con un EBITDA de $189 millones en comparación con $5.562 millones y un EBITDA negativo que mostraban sus balances de agosto del 2020.

Esta recuperación le permitió mejorar sus ratios de cobertura y apalancamiento lo cual, junto a la restructuración del negocio junto con la reestructuración financiera, la ha dejado en una mejor posición frente al bienio 2021-2022.

Teniendo en cuenta este escenario, FixSer subió la calificación de CARSA a B (arg) para el corto plazo y a BB (arg) para el largo plazo, con una perspectiva estable, aunque aclarando que los factores limitantes de la calificación "se relacionan con el acotado acceso al financiamiento por parte de la compañía en un escenario de restricciones por la continuidad de la pandemia".

La calificadora anticipa una generación de fondos operativos similares para este año con un flujo de fondos libre negativo, aunque la refinanciación de sus pasivos le otorgara cierto margen liquidez.

En agosto del año pasado, el pasivo total de CARSA era de $3.577 millones teniendo en cuenta la deuda sujeta a restructuración, de los cuales el 62% eran préstamos bancarios y el 25% Obligaciones Negociables (ON).

A partir de ese escenario logró cerrar un proceso de reestructuración con bancos y acreedores del mercado de capitales con condiciones benévolas para la compañía, mientras que la deuda impositiva con la AFIP la resolvió a partir de la moratoria dispuesta por el organismo de recaudación tributaria a la que adhirieron en octubre pasado por alrededor de $1.000 millones.

En el caso del frente financiero, CARSA acordó reperfilar un pasivo también cercano a los $1.000 millones estirando los pagos a siete años de plazo con los bancos que pueden optar por suscribir sus fideicomisos Secubonos que se colocan mensualmente con los cupones de venta y que las entidades pueden optar por diferir parte de esos fondos a cuenta de la deuda para cobrar de manera anticipada y no esperar el plazo ya establecido.

Más precisamente, el acuerdo con los bancos fue refinanciar $796 millones a pagar en 28 cuotas trimestrales a partir de mayo del 2022, con una TNA del 20% hasta agosto del mismo año y tasa BADLAR para los periodos sucesivos. Además, acordó un periodo de gracia para el pago de intereses de seis meses. Aquellos bancos que reestructuraron podrán suscribir fideicomisos financieros a tasa competitiva der mercado y computar a cambio un porcentaje de lo suscripto como pago a cuenta de sus acreencias. A su vez, se estableció una garantía hipotecaria sobre un inmueble de la compañía.

Con respecto a las ON, en enero se acordó con los bonistas un cambio en las condiciones y desde junio pasado se comenzó a cumplir con el proceso a partir del cual la empresa evitó entrar en default, convirtiendo la series adeudadas por otras a mayores plazos y una tasa de interés diferente por un monto total de $426 millones. Logró además una baja de capital ya que un grupo de bonistas y de bancos optaron por un tender offer.

Con este proceso, la empresa dueña de la mitad del capital de Musimundo logró ordenar sus finanzas y mantener el flujo comercial y financiero poniendo en orden un pasivo de casi $2500 millones.

Y al tener la totalidad de esa deuda en pesos, logra cubrirse de eventuales fluctuaciones o inestabilidades provocadas por hechos externos a su giro comercial como pueden ser las devaluaciones o las próximas elecciones de medio término que podrían repercutir en cambios en la economía.

Al lograr blindarse de este tipo de situaciones de estrés financiero, no debería tener mayores problemas para hacer frente a sus obligaciones, según explican fuentes de de la compañía consultadas por iProfesional que aseguraron no querer repetir una nueva situación de default.

Como parte del mismo proceso, CARSA también encaró una renovación de su actividad comercial, reduciendo la cantidad de locales que habían llegado a los 129 y de los cuales hoy quedan 43 sucursales mayormente concentradas en el Noreste. Para ello ha llevado a cabo acciones orientadas a reducir la escala de operaciones y regularizar la situación comercial con proveedores, racionalizando el portafolio de sucursales, plan que se encuentra finalizado, con un aprovisionamiento de mercadería que se ha normalizado.

El objetivo fue "armar una nueva CARSA", más competitiva y compacta y rentable en términos de ganancias como de venta bruta porque de esa forma obtiene los fondos suficientes para afrontar sus pasivos. La estrategia también implicó recorte de personal hasta llegar a los 700 trabajadores que emplea actualmente.

FIX anticipa que el nuevo tamaño y posicionamiento de CARSA, la deja posicionada ante la recuperación del nivel de actividad esperado para el 2021 y el 2022. Por eso, sus ejecutivos analizan retomar un plan de crecimiento para aprovechar la nueva estructura de la compañía y, más que nada, el vacío que Garbarino está dejando en el sector producto de su propia ineficiencia para mantenerse operativa desde que fue comprada por el empresario Carlos Rosales.

Los planes de CARSA son de crecimiento con la rentabilidad como forma de garantizar a los acreedores que va a cumplir con sus compromisos a partir de contar con un volumen de actividad acorde a la deuda a cancelar que hoy, según estiman, es razonable con el tamaño de la empresa.

En este marco, la cadena viene recuperando parte del mercado perdido por su crisis financiera, mejorando sus cifras de ventas que ya se ubican en un 90% más que a junio del año pasado, mientras sigue cancelando los pagos de su deuda como los $20 millones que abonó en junio pasado a los bonistas gracias que mejoró su flujo de caja y el financiero.

De todos modos, la empresa compite en un sector que durante los últimos años, mantuvo sus márgenes presionados por una combinación de altas tasas de interés, depreciación del peso y un bajo nivel de actividad que presionó sobre la estructura de costos fijos de las compañías.

Recuperación y liquidez

El negocio se vio además impactado en gran medida por la cuarentena obligatoria desde el 20 de marzo del 2020, llevando las ventas reales a tocar mínimos en abril de igual año.

De todos modos, el segmento de electrodomésticos ha demostrado una recupera

El segmento de electrodomésticos ha demostrado una recuperación beneficiado por las ventas del online que crecieron un 72%

Una vez superada la pandemia del Covid-19 el objetivo de los dueños de CARSA es fortalecer aún más la marca y recuperar parte de lo perdido en medio de la emergencia sanitaria a partir de un mercado que tampoco ofrece las mejores condiciones, con ventas un 50% menores a las del 2015 que tampoco fue uno de los mejores años como si lo fue el 2013.

Hacia adelante, la calificadora FIX espera que la compañía presente una generación de flujo operacional positiva con elevadas necesidades de capital de trabajo, que impactarán en su flujo de fondos libres "en un contexto de limitada flexibilidad financiera luego de la presentación en concurso preventivo en junio del 2018 y el desistimiento del mismo en septiembre del mismo año; el incumplimiento de los pagos en tiempo y forma de los servicios de deuda bancaria y de las ON".

A partir de este escenario, la calificadora considera que el manejo de la liquidez será́ fundamental para la calificación de CARSA, teniendo en cuenta que la generación de fondos libres y la posición de caja serán claves para mitigar la falta de acceso a fuentes de liquidez externa en los próximos años.

"La calificación de la compañía podría subir en caso que la compañía sostenga la mejora económica que le permite abarcar el crecimiento de la demanda y lograr además una mayor flexibilidad financiera demostrada a través de un renovado acceso al mercado de crédito local", agrega FIX.

La compañía realiza sus principales ventas a plazo, siendo la financiación por propia la principal fuente (45%), seguido por la financiación con tarjeta de crédito (25%). Los restantes medios de pago son contado, tarjetas de debito y otros.

Los préstamos de consumo originados en la financiación otorgada a clientes son cedidos bajo la figura de fideicomisos, donde CARSA mantiene los certificados de participación en su poder.

Históricamente las originaciones representaban en promedio el 50% de las ventas de la compañía. No obstante, tras la presentación en concurso preventivo en el 2018, bajaron en torno al 40% aunque desde el 2019, volvieron a crecer para ubicarse en un 60%.

La participación de mercado de la compañía se ha visto deteriorada en los últimos dos años con una caída cercana al 10% en 2017 que actualmente se encuentra en torno al 6%. Durante el ejercicio 2019-20, presentó una baja de las unidades vendidas del 58% interanual que logró aumentar en un 86%, con ventas en pesos en términos nominales que se incrementaron un 53% aunque el ticket promedio se redujo a $6.167 (-17,6%).

Asimismo, la compañía ha incrementado su posición de mercado en el Noreste, llegando a 20,8% gracias a que la restructuración de su negocio la deja bien posicionada de cara a un sector en recuperación, contando con una estructura más pequeña y el canal de ventas online mejor posicionado.

Además, ha logrado realizar una importante reducción de su deuda, junto con un cambio en el mix de corto plazo y largo plazo luego de la reestructuración con tenedores y entidades bancarias.

Hacia adelante, teniendo en cuenta la restructuración de sus pasivos, FIX espera que la relación de la deuda con el EBITDA ajustado "no supere 4.0x y vaya reduciéndose hasta 2.5x".

Y si bien también anticipa que la compañía tendrá́ limitado acceso al mercado financiero y bancario, mantiene como fuente de financiación la securitizacion de sus créditos.

Considera también que su liquidez mejore, aunque se mantendrá ajustada por lo cual advierte que será clave el manejo de esa liquidez para hacer frente a los nuevos servicios de deuda mientras hace frente a un capital de trabajo creciente.

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