Apremiados por la cercanía del proceso electoral, referentes del negocio vinculado con la comercialización de inmuebles intensificaron el diálogo con los distintos bloques políticos con el fin de generar cambios en el marco que hoy rige para los nuevos contratos de alquiler.

Los inmobiliarios ya contaban con el apoyo de María Eugenia Vidal, precandidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires, quien recientemente exigió una desarticulación de la normativa, y tanto José Luis Espert como Javier Milei y Ricardo López Murphy también se pronunciaron en la misma dirección.

Además, días atrás dieron un paso extra: iniciaron el diálogo con el oficialismo nacional para avanzar con la modificación de dos puntos que los comercializadores consideran clave para mejorar la situación de propietarios e inquilinos. En concreto, CUCICBA, la organización que nuclea a los corredores, pide cambios en la indexación que lleva a cabo el BCRA y, en simultáneo, plantea una disminución en la extensión de los contratos de 3 a 2 años.

Para los comercializadores, estos ítems son claves para reducir los fuertes incrementos que ostentan las actualizaciones de los valores. Desde que se aplicó el primer ajuste, en el pasado mes de julio, los precios no han dejado de incrementarse por efecto de la inflación desatada y las subas establecidas en las paritarias.

La suba inicial de 41 por ciento fijada por el BCRA sólo permaneció vigente por algunas horas. Un par de jornadas después, los inquilinos con ajustes establecidos para ya entrado el mes recibieron notificaciones de subas ya del orden del 43 por ciento.

La tendencia alcista lejos está de detenerse: desde CUCICBA comentaron a iProfesional que en este tramo de agosto la actualización evidencia una suba cercana al 47 por ciento. "A este ritmo, se podría llegar al cierre del mes con un incremento ya del orden del 50 por ciento comparado con el año pasado", dijo a este medio Marta Liotto, vicepresidenta de la entidad.

"Si logramos que se concreten los cambios que estamos pidiendo, bueno, se volvería al marco vigente previo a esta ley. Es decir, con contratos por dos años y una indexación acordada entre el dueño y el inquilino. Eso haría mucho más llevadero el escenario para ambas partes", aseguró.

La directiva expuso que el inicio de conversaciones con el oficialismo para promover cambios en la normativa "tiene como objetivo seguir dando respuesta a los requerimientos que existen en lo habitacional. Nos sentimos obligados a pedir el tratamiento de este tema porque la situación es dramática para el sector de los alquileres".

El valor de los alquileres se disparó a partir de la indexación que fija el BCRA.

"El bloque hoy da forma a Cambiemos está de acuerdo con lo que proponemos, reconocen que tal como está la ley tiene esos errores, y ahora el acercamiento se está dando con el oficialismo. Si hay voluntad política, quizás logremos que esos cambios ocurran antes del 10 de diciembre", sostuvo ante iProfesional.

Liotto afirmó que la indexación vigente, al ritmo que evoluciona dado su vínculo con la inflación desatada, hace imposible pronosticar cuánto más podrían subir los precios de los alquileres hacia fin de año. "Si no se cambia estaremos hablando de porcentajes muy superiores a este 50 por ciento que se empezaría a ver ya a fines de este mes", vaticinó.

Reducción dramática de la oferta

La directiva expuso a la dramática reducción que exhibe la oferta de inmuebles en alquiler como una consecuencia directa de la ley actual. En el ámbito de la comercialización señalan que, sólo en lo que va de pandemia, el número de propiedades disponibles en el mercado locativo se redujo al menos 40 por ciento.

"El mercado se achica mes tras mes. Por eso, también, el pedido de cambios. Estamos en una situación de emergencia en la vivienda. Muchos propietarios que vuelven a recibir los inmuebles, esto tras la finalización de los contratos, no están poniéndolos otra vez en alquiler porque la ley viene generando la peor renta histórica", dijo. Este indicador se ubica hoy apenas en el 1,5 por ciento anual.

Liotto coincidió en que la oferta mermó un 40 por ciento y sostuvo que, a este ritmo, 2021 concluirá con un stock de unidades en alquiler que corresponderá a la mitad del existente previo a la irrupción del Covid-19 en la Argentina.

La oferta de propiedades en alquiler se achica mientras aumenta la de inmuebles en venta.

Aseguró que quienes quitan los inmuebles de la oferta de alquileres optan, en buena parte de los casos, por volcar las unidades al mercado de la compraventa, aunque no faltan quienes directamente cierran las propiedades a la espera de una mejora en el segmento locativo.

"Hoy es casi imposible conseguir una unidad de tres o cuatro ambientes. No están ingresando nuevas propiedades al mercado y la demanda no deja de acelerarse. La prolongación de los contratos al lapso de tres años que establece la ley desalienta a los dueños y eso ha generado la menor oferta. Confiamos en que todo el sector político asumirá que estamos en emergencia para avanzar con los cambios que se necesitan", concluyó.