Déficit fiscal, desconfianza en el país, falta de una política monetaria adecuada, de acuerdos entre el Gobierno y la oposición y de crédito, además de déficit de la balanza de pagos y del impacto de las investigaciones por corrupción, son las principales causas de la de actual situación de la economía que identifican los principales empresarios argentinos.

Para los hombres de negocios, la lista de preocupaciones se encuentra directamente vinculada con la visión que tienen sobre las perspectivas de sus negocios para el 2022, con desafíos que van desde retención de talentos, salarios, tecnología pasando por una mejor provisión de insumos, apertura al comercio internacional, tensión sindical, cuadros tarifarios de los servicios públicos, hasta el cumplimiento de las normas y la provisión energética adecuada.

Un marco de país que surge de la tradicional encuesta de expectativas que IDEA elabora todos los años para conocer la visión del mundo corporativo local sobre el futuro de la economía y las inversiones.

La consulta, que es elaborada por el estudio D´Alessio IROL entre casi 200 de los mayores ejecutivos de empresas locales, multinacionales, grandes, medianas y pymes.

Sus resultados suelen ser difundidos durante el Coloquio de IDEA que este año se llevó a cabo en octubre pasado en los salones de Costa Salguero. Pero por razones de protocolo ante la pandemia del Covid-19 se difundió este martes 7 de diciembre.

Los empresarios, con falta de confianza en la administración Fernández.

Qué esperan los ejecutivos para el próximo año

De sus conclusiones, se desprende que la mayoría de los ejecutivos consultados sostienen una percepción desfavorable de la situación económica nacional del pasado semestre mientras que un 34% confía en una tendencia igual o mejor para el próximo período.

De todos modos, son mayoría los que todavía tienen una mirada pesimista con respecto al futuro de sus negocios y de sus empresas. Un 16% de los participantes de la encuesta considera que crecerá; otro 34% que no habrá cambios y un 55% que desmejorará.

Por eso, para los hombres de negocios locales existe una hoja de ruta común entre las medidas que el Gobierno debería adoptar para promover la inversión y los factores que mayor impacto positivo tendrían sobre la economía durante los próximos 12 meses.

En su mayoría, reclaman estabilidad institucional revisión del marco laboral e impositivo, financiamiento de largo plazo incentivos fiscales y desarrollo del comercio exterior para poder destinar mayores fondos a los planes locales.

En menor caso también hacen referencia a mejorar la regulación de la economía; articulación publico privada; promoción del mercado de capitales; eliminación de la competencia desleal y promoción de apertura de las empresas a la bolsa.

En lo que respecta a los factores que tendrían mayor impacto positivo sobre la economía, aconsejan al gobierno que preside Alberto Fernández a reducir el déficit fiscal; implementar cambios en el marco impositivo; cerrar de una vez el acuerdo con el FMI; fomentar el ingreso de capitales del exterior; encarar una verdadera reforma judicial; estimular a pymes, incentivar la contratación de personal, así como liberar el mercado de cambios; mejorar la gestión del Gobierno; combatir a la evasión, asegurar la gobernabilidad y encarar obras de infraestructura.

Un conjunto de reclamos que entienden necesarios para mejorar la percepción de la economía a partir de una mirada más optimista por la cual observan signos de reactivación y un menor pesimismo sobre el futuro.

El déficit fiscal, el principal problema de la Argentina bajo la perspectiva de los empresarios.

Es que luego de dos años negativos, signados por la crisis del 2019 y la pandemia del Covid-19 en el 2020 ahora mejora el balance de las ventas y de las exportaciones, aunque las inversiones y las ganancias estimadas continúan bajas, al punto que en el caso de la rentabilidad de las empresas es uno de los peores indicadores.

De hecho, un 21% de los encuestados considera que crecerán; otro 42% que no se modificarán y un 36% que serán menores. En el caso de las ventas, un 40% entiende que aumentarán entre significativamente y moderadamente; un 29% que no se modificarán y otro 31% que se reducirán.

Con respecto al empleo, el saldo continúa siendo negativo, aunque en menor medida a lo evidenciado durante este año y teniendo en cuenta que para el 20% de los consultados aumentará moderadamente; para otro 46% no habrá cambios y un 34% estima que caerá.

Ante la necesidad de abrir el país al resto del mundo, la encuesta revela que un 24% de los ejecutivos estima que habrá crecimiento de las exportaciones, siendo otro 56% menos optimista al no esperar cambios y otro 20% considerar que se achicarán.

La encuesta también revela algunas consideraciones positivas como la tasa de utilización de la capacidad instalada que es mayor y que se analiza como una señal de reactivación.

Sin embargo, la sostenibilidad de la tendencia se encuentra atada a factores macro económicos como la reducción del déficit fiscal, que los empresarios consideran como la piedra angular del cambio en la tendencia económica, al igual que la reducción del déficit fiscal y el mejoramiento de la confianza.

Desconfianza eterna

El año pasado, la consulta de IDEA evidenció mayores síntomas negativos, con hombres de negocios que consideraban que los índices reflejarían peores indicadores que los de la crisis del 2001, con una salida mucho más lenta que la que se logró después del fin de la convertibilidad y a partir del 2003.

Es que más allá del Coronavirus, el deterioro de las expectativas sobre el futuro de la economía local tenía ya varios meses y el c consenso sobre el futuro revelaba una profundización de la tendencia negativa.

En ese momento, las conclusiones revelaron un preocupante escenario marcado por el mantenimiento de la recesión de la economía y el consumo; la profundización de la incertidumbre sobre el momento de salida de la crisis, nuevas caídas de las inversiones, las exportaciones, las ventas, la rentabilidad y el empleo.

También por la extensión de los plazos de la cadena de pagos y el aumento del dólar, las tasas de interés y el riesgo país.

También las inversiones, las ventas y el empleo mostraban ya un balance negativo por segunda medición consecutiva.

Desde IDEA consideran que la rentabilidad de las empresas es uno de los peores indicadores de este año y para el 2022.

Y al igual que ahora, como factores importantes para revertir este escenario, en la consulta se destacaba que el 67% de los ejecutivos pedía cambios en las condiciones de contratación; otro 55% reclama incentivos fiscales; un 37%, mayor diálogo con los gremios, y un 28% que se habiliten negociaciones de contratación o salariales por empresa.

En cuanto a la evolución de factores macro como el dólar, las tasas de interés y el riesgo país, la percepción mayoritaria entre los hombres de negocios era que seguirían por el camino ascendente, con una mayor preponderancia en el tipo de cambio que se lleva el voto del 78% de los encuestados, contra el 35% del riesgo país y 32% de las tasas.

En cuanto a los reclamos, los empresarios de IDEA pedían encarar algo parecido a un plan de recuperación y aumentar la competitividad del país, con un diagnostico concentrado en la reforma impositiva, reforma laboral y baja de inflación. Y como cuarto elemento, con menor mención, aparece el buen funcionamiento de las instituciones y la justicia.