Es una de las marcas más reconocidas por los argentinos, pero estuvo a punto de desaparecer. Supo reinventarse, recuperar la calidad, volver a instalarse en el podio, crecer y hasta expandirse fuera del país. Se trata de Freddo, amada por sus sabores y porque el helado es uno de los dulces o postres favoritos de nuestra gente, sobre todo si hablamos de chocolate o dulce de leche.

Nació en 1969, como empresa familiar, gracias al espíritu emprendedor de Luis Aversa y Juan Guarracino. Y así se mantuvo, hasta que a finales de la década del 90, en esos años en los que reinaban las privatizaciones y crecían los holdings empresariales, Freddo pasó a estar en manos de The Exxel Group.

En aquel entonces la venta de la empresa les implicó a sus fundadores alzarse con u$s82,5 millones. Pero la suerte de estos empresarios no se replicaba en lo que empezaba a vivirse en la marca.

La historia de Freddo como parte de The Exxel Group fue el momento de mayor oscuridad de la marca. Y no fue la única de los que integró este fondo de inversiones que sufrió un endeudamiento desmedido, lo que llevó a ponerla al borde de la quiebra. Y así en 2001 la firma de helados pasó a estar en manos del Banco Galicia.

Freddo: se salvó de la quiebra y ahora vende en toda Latinoamérica

Actualmente Freddo pertenece a diversos inversores, los que han decidido implementar un nuevo modelo de negocio, sobre todo buscando tres objetivos claves: hacer crecer la marca, expandirla territorialmente, mantener la calidad de sus productos.

"Nuestro formato es que el 100% de los locales son franquicias. Este fue el cambio que planteamos en 2018. Y a esto le sumamos la presencia en retail, que implica hoy el 30% de nuestra producción", explica Gonzalo Alfonsín, director comercial de Freddo.

El dulce de leche es el sabor de helado más elegido entre los argentinos.

Con este modelo la marca hoy tiene más de 180 tiendas que están presentes en Argentina, Brasil, Uruguay, Chile, México, Panamá y los Estados Unidos. Y además en Perú y Paraguay está en el segmento de retail.

"Hasta 2018 la mitad de los locales eran nuestros, pero elegimos concentrarnos más en el desarrollo del negocio y así dar oportunidades a los franquiciados. Y era importante hacerlo para encarar la expansión internacional", resalta Alfonsín.

Para tener una idea, una franquicia Freddo tiene una rentabilidad que ronda el 15% anual, y su inversión, aseguran desde la marca, se recupera entre los 24 y 30 meses de abierta la tienda.

Argentina, un país con elevado consumo de helados

A nivel mundial, el 80% de lo que se vende en helados se hace dentro de lo que es supermercados, y solo el 20% se da en heladerías. En la Argentina es prácticamente al revés, ya que el 70% se consume en heladerías. "Somos un caso particular, seguramente algo muy ligado a nuestra herencia italiana", opina Alfonsín.

Es así que Freddo produce 3 millones de kilos de helado para heladería al mes, los que se reparten en toda la región. De este total, el dulce de leche granizado es el que se lleve la mayor parte, representando el 8% de toda la producción.

"Los dulces de leche y los chocolates están siempre entre los más vendidos. Pero tratamos de ser equilibrados en nuestra oferta. Así, fuimos la primera marca en tener helados light y en tener una oferta plant based gracias a la alianza con NotCo", destaca Alfonsín.

Pistacchio, un clásico que se hubica en el actual top ten de gustos de helado.

Un punto destacado es que este año volvió a la pizarra de los locales Freddo un clásico: el pistacchio. "Lo lanzamos, y ya está en el top ten de los más vendidos", cuenta aún sorprendido el director.

A la oferta de las heladerías Freddo agrega las tabletas y los potes. Con esto completan una facturación que viene creciendo a doble dígito por año. "En ventas, en kilos, ya estamos por encima de lo que fue 2019. Durante la pandemia creció el canal de retail, y hoy ya estamos con un movimiento donde lo que más se vente es helado por cuartos", cuenta Alfonsín.

¿Cuál es el secreto de Freddo? Para su director, parte de la respuesta está en que los consumidores le reconocen "ser una marca resiliente, y que supo recuperar su calidad".