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Dejó la psiquiatría y ahora cocina para grandes empresas como Coca Cola, Meta y Pfizer

De administración de empresas no sabía nada, pero sacó a su emprendimiento de la crisis y hoy factura alrededor de $200 millones al año
05/08/2023 - 09:45hs
Dejó la psiquiatría y ahora cocina para grandes empresas como Coca Cola, Meta y Pfizer

Visto desde afuera, Ignacio Lanús, Nachi para los amigos, tenía una carrera exitosa. Estudió Psiquiatría, y en cuanto se recibió entró como residente al Hospital de Clínicas. En cuatro años ascendió a jefe de planta y hasta llegó a tener su propio consultorio privado. Sin embargo, en 2021 largó todo, guardó su título en un cajón y derivó a sus pacientes para dedicarse exclusivamente a TEIST, una empresa de catering con propósito social que había iniciado unos años antes entre turno y turno.

Dejar de ejercer no fue una decisión drástica tomada de un día para el otro, sino que se fue dando de a poco y a medida que Lanús iba perdiendo su pasión por la psiquiatría, profesión que había elegido con algunas dudas, pero convencido de su vocación de servicio.

Creció en un hogar de puertas abiertas para sus amigos y los amigos de sus siete hermanos; su casa fue siempre el lugar de encuentro e Ignacio un anfitrión que celebraba la amistad en cada reunión con una comida hecha con sus propias manos. La gastronomía estuvo siempre presente en su vida, solo faltaba encontrarle la vuelta para darle rienda suelta a su propósito social.

De sus padres, cuenta Lanús, aprendió sobre el valor del trabajo. Aunque el dinero no era un problema y semanalmente le daban un poco para sus gastos, la regla era que si quería más, debían ganárselo. "Así fue que con 10 años durante los veranos en Cariló, iba todas las mañana al supermercado a ayudar a las señoras a embolsar sus compras. A la gente le daba mucha ternura y me daban propinas enormes con las que evitaba tener que pedirle plata a mis padres para comprarme un helado", recuerda Lanús.

Asados a domicilio

Por eso fue que en 2005 mientras estudiaba medicina, Ignacio comenzó a hacer asados a domicilio hasta que a pedido de sus propios clientes fundó con dos de sus mejores amigos Tierra Adentro, un emprendimiento de catering de asado para eventos que no abandonó tras recibirse y comenzar a ejercer la psiquiatría a pesar de las largas noches de guardia y jornadas de consultorio. "Uno de mis socios trabajaba en una tabacalera y usábamos su utilitario para ir al supermercado a comprar la carne que después llevábamos al garage de la casa de mis padres, donde preparábamos todo y salíamos a los eventos, que nunca fueron de menos de 400 personas", cuenta.

Es que, aclara, con el poco tiempo que tenía, resultaba más rentable hacer pocos eventos, pero muy grandes; de hecho, en la primera edición de Tecnópolis montaron un foodtruck y llegaron a vender 15.000 choripanes por día.

En 2022 cocinaron para un centenar de eventos
Con un plantel de 18 empleados en 2022 TEIST cocinó para un centenar de eventos

Sin embargo, tras volver de su Luna de Miel en 2009 sus dos socios le comunicaron que por razones laborales y personales abandonarían en barco y Nachi se quedó solo haciendo cuentas. "En ese entonces ya había terminado la residencia, era médico de planta y había llegado a una posición alta, pero cuando veía mi recibo de sueldo entendía que mucho más no iba a poder ganar porque claro, uno es como un taxi, ganas lo que trabajabas y aunque tenía muchas consultas por privado, ¿Cuánto tenía que cobrar para comprarme una casa o retirarme a los 65 años?...", justifica. 

Pacientes, emprendimiento y empresa

Aunque lo que cobrarba por evento equivaría a incontables horas de consultorio, todavía no era el momento de dejar la profesión, tenía un compromiso con sus pacientes y no estaba dispuesto a romperlo, pero tampoco el vínculo laboral que había conseguido con sus clientes.

Por eso en 2010 cambió por TEIST catering el nombre de su emprendimiento y contrató a su cuñado como empleado para juntos, otra vez, entre paciente y paciente, seguir llevando sus platos (ya no solo asado) a casamientos y eventos masivos. Eso sí, aclara, empezó a tomar menos pacientes para dedicarles a cada uno mejor calidad de atención y a su vez, estar presente en el día a día de TEIST.

Aplicada esta nueva modalidad de gestión, el médico devenido cada vez más a empresario, fue sumando a su cartera de clientes corporaciones de renombre como Coca Cola, Meta (ex Facebook), Pfizer, JP Morgan y Met Group, solo por nombrar algunas. "Siempre fui consciente de que mi formación nada tenía que ver con la administración de empresas, pero como sapo de otro pozo me dediqué justamente a estudiar mucho de manera autodidacta. También cursé programas de formación en la Fundación INICIA que me ayudaron muchísimo a aprender cómo formar una empresa y conocer a referentes del entorno. Pero además, creo que la medicina y la psiquiatría me ayudaron a entender las motivaciones de las personas y que cuando un cliente me contrata no busca solo un rico plato de comida sino que espera que le brinde una experiencia", remarca.

El negocio andaba sobre ruedas y con esa tranquilidad Lanús en 2016 decidió tomarse con su esposa y tres hijos un año sabático para viajar en motorhome por Estados Unidos, pero cuando regresó entre la crisis y el contexto inflacionario argentino se encontró con una empresa casi quebrada financieramente.

"Entonces sí decidí renunciar a mis cargos del  Clínicas y del Hospital Alemán para dedicarme solo al consultorio e intentar salvar la empresa. Pero debo confesar que en 2021 tras la pandemia, cuando recibía un llamado para organizar un catering me ponía contento, pero no tanto cuando se trataba de una consulta como psiquiatra y esa fue la señal que me llevó a entender que era hora de colgar el título", cuenta Lanús en exlusiva a iProfesional.

"La medicina y la psiquiatría me ayudaron a entender las motivaciones de las personas"

El propósito social de la empresa no se negocia

TEIST Catering, que en 2022 hizo más de 100 eventos y facturó alrededor de $200 millones, tiene una planta de producción en San Fernando (Provincia de Buenos Aires) desde donde salen más de 35.000 cubiertos por año y trabajan 18 empleados fijos. Sin embargo a Lanús no lo motivó nunca tener el servicio más grande de la Argentina sino que, explica, lo que más le interesa es generar un impacto positivo en la comunidad, por eso aprovechando el parate de la pandemia inició el proceso de Certificación de Empresa B que logró con "Un plato por otro plato" una campaña con la que se comprometió a donar un plato de comida por cada cubierto vendido.

En 2021 cambiaron el modelo ya que Lanús consideró ser más eficiente organizando eventos que buscando comedores o merenderos, por lo que desde entonces directamente dona el 2% de su facturación a fundaciones para sus fiestas de recaudación de fondos.

"Convertir a TEIST en una empresa con impacto me permitió aportar ese granito de arena que quizás como médico aportaba más fácil o visiblemente. La clave es ser fiel a las propias convicciones más allá del rol que nos toque y yo siempre sentí que mi propósito en la vida era ayudar a crecer a otros. Como médico o como empresario, intenté siempre sostener esta vocación de servicio", concluye orgulloso.

Del doctor Lanús quedó la experiencia y un proyecto que bautizó "Médicos Felices"  y que espera concretar en el mediano plazo. "La idea es ayudar a los médicos a que transiten lo que yo transité, pero de manera feliz trabajando en el desarrollo personal e incluso en el marketing, porque no alcanza con ser un buen médico", detalla.

Eso sí, el Nachi chef anfitrión quedó intactó y aunque el tiempo no le sobra mantiene como tradición recibir al menos una vez al mes a sus amigos y agasajarlos con alguna de sus especialidades de su recetario personal tal como lo hizo en la casa de sus padres cuando era un joven en persiguiendo su futuro.

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