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Empresarios locales transforman icónico palacio de Punta del Este en residencias vip

Ubicado en la zona de Beverly Hills del famoso balneario uruguayo, tendrá detalles de lujo y su inversión rondará los u$s40 millones
30/01/2024 - 13:14hs
Empresarios locales transforman icónico palacio de Punta del Este en residencias vip

Una de las primeras mansiones de Punta del Este será convertida en un lujoso edificio orientado a inversores internacionales, que contará con departamentos de uno a cuatro ambientes y cuya inversión rondará los u$s40 millones. Se trata de Molino Giot, que está ubicado en la zona de Beverly Hills del balneario uruguayo en una construcción abandonada, severamente afectada por el paso del tiempo y acciones vandálicas, y que data de 1920.

Se encuentra emplazada en el límite de los barrios Beverly Hills, San Rafael y Del Golf y la estructura que se mantiene en pie tiene más de 100 años que ahora se convertirá en un importante desarrollo inmobiliario consistente en cuatro bloques bajos y aterrazados que, mantendrían como centro el Molino de Giot totalmente recuperado.

El predio está delimitado por las avenidas Pedragosa Sierra y Luis Pasteur al Oeste y el Este, respectivamente, la calle Albert Einstein al Norte y Joseph Pulitzer al Sur, en un área residencial de Punta del Este de gran valor y cada vez más codiciada por particulares de alto poder adquisitivo e inversores.

Sus primeros habitantes fueron la familia Giot de Badet, oriunda de Francia, que se estableció en Punta del Este en los años 20, y le encargó al arquitecto del British House de la península, Eduardo Le Monnier, la construcción del molino y una casa, que fueron centro de grandes acontecimientos.

Molino de Giot: lanzamiento oficial en Punta del Este

Según medios locales, Andrés Giot de Badet, su propietario, actuaba como un verdadero anfitrión de artistas que llegaban a la zona en giras por el Río de La Plata. Así, referentes de la pintura, la música, el ballet y el teatro de la época se alojaron en la casa del Molino participando en distinguidas recepciones.

En este marco, el pasado sábado 27 de enero se llevó a cabo el lanzamiento del nuevo emprendimiento desarrollado por empresarios argentinos.

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El complejo, que cuenta además con cerco perimetral y con garita de ingreso controlado, se caracteriza por sus vistas a jardines de Beverly Hills

El proyecto fue diseñado por el estudio Dujovne & Hirsch, administrado por Deloitte y decorado por Wilson Tobal y sus unidades tienen amplios balcones aterrazados -de un mínimo para los monoambientes de 2m de ancho x 3.2 m de largo- con parrillero propio en todos los departamentos.

La inversión estimada ronda los u$s40 millones y el complejo está pensado para disfrutar de los 11.000 m2 de espacios verdes comunes y su uso en conjunto con el Molino restaurado y conservado, ya que tiene mucha historia en Punta del Este.

La nueva zona céntrica

Durante la presentación, Francisco Ponieman, director comercial de Ponieman y Asociados, indicó que "es un proyecto distinto, pensado de entrada en reducidos gastos comunes y en la rentabilidad que se puede generar con el Pool de renta temporaria".

Según el empresario, el edificio se emplazará en lo que considera será la próxima zona céntrica en desarrollo cercana al Centro de Convenciones y su fácil acceso hacia Maldonado, Montevideo, San Carlos, Punta del Este y la Barra de Maldonado.

Será además cercano al Jagüel y al distrito de Car One, que va a contar con una zona comercial de tiendas gastronómicas, servicios, indumentaria, educación, entre otros rubros.

En el acto de lanzamiento Berardo Dujovne fue otro de los oradores, y destacó que "es para nosotros un gran placer trabajar en este proyecto en el cual a un complejo de viviendas, en un hermoso parque se suma la presencia del Molino Giot, verdadero icono de una época. Es un desafío el poder ponerlo en valor y refuncionalizar integrándose como eje del armado del proyecto".

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El lugar cuenta con un salón de entretenimientos en el subsuelo

Entre otras cosas que se destacan, en el Sales Center de Molinos estarán exhibidos los trabajos de Julio Molinas (Uruguay / Chile) - con obras de la serie "Sobria elegancia" - y Carmela Blanco (Argentina) - con esculturas de las series "Piernas" y "Fondo de mar".

Amenities varios

El complejo, que cuenta además con cerco perimetral y con garita de ingreso controlado, se caracteriza por sus vistas a jardines de Beverly Hills y del campo de golf del CCC.

Todos los ambientes son externos, halles de entrada parquizados interiormente e iluminados cenitalmente e infinidad de detalles y amenities para todos los gustos.

Además, Molino Giot cuenta con wifi en áreas comunes, estacionamiento de cortesía, paneles solares en las terrazas, restaurante, roof garden, espacio de coworking, salón de yoga y baile, sauna, spa, playroom, supermercado, microcine, gimnasio, piscina climatizada en el subsuelo, bussines center y muchos otros amenities que lo hacen único en la región.

Un poco de historia

Molino Giot es una emblemática residencia realizada a principios del siglo XX por el arquitecto francés Eduardo Le Monnier, que albergó a la familia del exótico pintor y poeta Andre Giot de Badet.

El palacio, inconcluso, fue el centro de la elegancia y refinamiento de la época, nucleando agasajos y recepciones a distinguidos invitados y personalidades de diversos orígenes, presidentes, artistas, empresarios y familias de noble abolengo.

Pero, además de esta histórica residencia de Punta del Este, Le Monnier, fue un arquitecto francés que después de recibirse pasó por Brasil para luego afincarse en Buenos Aires donde desarrolló obras por encargo de los principales empresarios de la época.

Uno de ellos le pidió que proyectara su casa en un balneario casi desconocido en esa época y en el que, salvo el Faro y el edificio de la Aduana no había casi ninguna edificación. Se trata de otro palacio levantado por el arquitecto en Punta del Este en 1908.

En Buenos Aires, una de sus obras más destacadas es el edificio del Yatch Club Argentino, cuyo acceso principal con su fachada mira a la ciudad, frente al Aeroparque Metropolitano.

Es un edificio art nouveau con cierta influencia de la Secesión Vienesa, instalado en el lugar de arribo del tráfico de ultramar, siendo durante muchas décadas un detalle emblemático de Buenos Aires, algunos dicen comparable a la estatua de la Libertad en Nueva York.

Es el club náutico más importante del país y uno de los más antiguos del mundo. Fue fundado el 2 de julio de 1883.

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Se encuentra en el límite de los barrios Beverly Hills, San Rafael y Del Golf y la estructura que se mantiene en pie tiene más de 100 años

En sus primeros 30 años de vida, el Yacht Club Argentino tuvo una sede ambulante, como consecuencia de las dificultades económicas propias y de los obstáculos que presentaba el Puerto de Buenos Aires en esa época.

En septiembre de 1911, las dos Cámaras del Congreso aprobaron el proyecto que concedía al Club un fondeadero de 30.000 metros cuadrados de superficie y, finalmente, se obtiene por Decreto del 11 de junio de 1914 la concesión del terreno para la sede social en la extremidad sudeste de la Dársena Norte.

Fue inaugurado el 23 de diciembre de 1915, ampliado en 1930 y remozado en 1995, mediante una importante obra de restauración.

Distinguidas personalidades han visitado al edificio en sus primeros cien años: desde Rita Hayworth y Walt Disney hasta Paul Mc Cartney.

Otra obra famosa del arquitecto francés se ubica en la Avenida Alvear, en el barrio de Recoleta en Buenos Aires. Se trata del icónico Palacio Fernández Anchorena que tiene una historia de 114 años, fue concebida por Juan Antonio Fernández y Rosa Irene de Anchorena.

Sin embargo, la pareja nunca llegó a habitarla ni siquiera a conocerla y con el paso del tiempo, después de haber sido residencia de un expresidente y de recibir visitas muy especiales, encontró su destino final como sede de la Nunciatura Apostólica de Buenos Aires.

Para su construcción, la pareja contrató a Le Monnier, con el objetivo de cumplir con los plazos de entrega. La propiedad fue finalmente inaugurada en 1909.

Se cree que la razón por la cual la pareja nunca visitó la casa fue debido a una lesión en la pierna sufrida por Juan Antonio Fernández, lo que los llevó a cancelar el viaje y nunca más planificarlo.

En 1922, la mansión fue alquilada al ex presidente Marcelo Torcuato de Alvear, quien la ocupó junto a su esposa, Regina Pacini.

Luego, en 1928, el palacio de Buenos Aires pasó a ser la residencia de Adelia Harilaos de Olmos, una mujer de gran fortuna, recordada por su ferviente catolicismo y su obsesión por el Palacio Fernández Anchorena, donde residió durante varias décadas.

Tras su fallecimiento, el 15 de septiembre de 1949, se cumplió su voluntad expresada en su testamento para que la mansión se convirtiera en la sede de la Nunciatura Apostólica de Buenos Aires.

Así, en abril de 1952, el edificio adquirió su nueva función y ha sido propiedad de la Santa Sede durante los últimos 71 años, desempeñando un papel destacado como sede de la Nunciatura Apostólica.

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