En medio de una crisis económica marcada por la inflación y la caída del consumo, algunas empresas desafían las adversidades y continúan apostando por su crecimiento. Tal es el caso de Guolis, una pyme que, lejos de desalentarse ante los desafíos, continúan con sus planes de inversión para hacer crecer su producción de alfajores y comenzar el camino de las exportaciones.

Guolis comenzó como proyecto unipersonal en un garaje de la ciudad de Balcarce y pronto se convirtió en un negocio familiar. Fue en el 2008 cuando de manera incipiente irrumpieron en el mercado del alfajor, ganándose el lugar como los creadores del primer alfajor con corazón, un alfajor de Dulce de Leche con un corazón de mermelada que actualmente otras firmas comenzaron a recrear.

La empresa se destacó siempre por su enfoque centrado en la innovación. Sus primeras tiendas de venta al público se inauguraron en 2011 y en pandemia las multiplicaron de 7 a 11, desafiando la crisis que se atravesaba. Ahora, entendiendo que el país está teniendo una crisis similar, repetirán la estrategia: van a sumar de 2 a 4 tiendas propias, ampliar los canales de distribución y para fin de año, cuando tengan las certificaciones necesarias, empezarán a exportar.

El abanico de productos Guolis se comercializan en los locales exclusivos de la marca, distribuidos entre Balcarce, Mar del Plata y la Ciudad de Buenos Aires. También, desde 2010 y a través de terceros, distribuyen una selección de tres de sus alfajores, llamada Línea Express en negocios especializados y delicatessen de todo el país.

El 80 % de las ventas de la empresa corresponde a alfajores, siendo la pieza estrella el alfajor con corazón que viene en cuatro variantes: frambuesa, manzana, coco y frutilla. También sus tortas galesas, budines, frutos con chocolate, galletas de limón y bocaditos; todos los productos Guolis, son muy demandados y van ganando terreno.

Profesionalizar e invertir pese a todo

Pero más allá de la calidad de sus productos y servicio, Guolis se distingue también por su capacidad de adaptación. Con una visión de futuro clara, la empresa hace dos años inició una serie de inversiones estratégicas para ampliar la producción y generar nuevos negocios; solo en el último semestre reinvirtieron el 24% de su facturación en su nueva planta de producción en el Parque Industrial de Balcarce. Actualmente, Guolis ocupa los primeros 2.000 metros cuadrados y en el mediano plazo, alcanzando los 4.000 metros cuadrados del proyecto final, podrán sextuplicar la producción, generar nuevos puestos de trabajo y lograr las certificaciones que el comercio exterior exige para exportar.

Los Guolis son los auténticos alfajores con corazón y vienen en cuatro variantes: frambuesa, manzana, coco y frutilla.

Su crecimiento y apuesta al futuro responde a un craneado proceso de profesionalización, entendiendo que la sostenibilidad del negocio debía ir acompañado por expertos, la familia fue armando departamentos con profesionales responsables en las áreas de ingeniería industrial, alimentaria, seguridad e higiene, legal, medio ambiente, comunicación y seguridad. Cada uno vela por la calidad de los productos y por mantener la salubridad de la empresa, aun cuando el contexto económico y social del país no acompañe.

El lema de la familia, conformada por las 90 personas que hoy trabajan en Guolis entre profesionales y operarios, es que hay que trabajar como inmigrante y ante una crisis hay que redoblar los esfuerzos, invertir y generar más crecimiento.