Cuánto cuesta construir una casa con los mismos contenedores que se usaron en el estadio de Qatar

La actualidad del mercado inmobiliario está monopolizada por los créditos hipotecarios. Es lógico, la noticia cayó muy bien entre quiénes vislumbran la posibilidad de concretar el sueño de la casa propia. En paralelo, otras opciones de vivienda pelean por ganar un lugar y llamar la atención de quiénes están pensando en destinar sus ahorros a la compra de metros cuadrados. 

Tal es así que la opción de vivir en un contenedor nuevo, customizable y hecho a medida con las mismas comodidades de una casa es posible gracias a que acaba de desembarcar en Argentina un recurso de construcción versátil y de múltiples beneficios.

Se trata de los contenedores reconocidos a nivel mundial por haber sido utilizados para el estadio 947 de Qatar, la reconstrucción de una escuela tras el terremoto de Wenchuan, el Campamento de Paz de las Naciones Unidas, y el desarrollo de edificios inteligentes, barrios de viviendas para comunidades vulnerables, hoteles de lujo y centros de convenciones. La principal diferencia con las opciones que ya se vienen utilizando en el país para la construcción de distintas edificaciones, es que éstas se realizaban con contenedores usados. 

Se trata de una unidad de negocios especializada en contenedores para el sector de la arquitectura y construcción en Argentina que nació "con el objetivo de impulsar en el mercado local un recurso constructivo versátil y de múltiples beneficios, inspirado en las últimas tendencias mundiales", cuenta Romina Parquet, CEO de CIMC WETRANS, el fabricante número uno de contenedores en el mundo y pioneros en la introducción del concepto de "construcción modular" en China, que fabrica módulos a partir de la base de contenedores de acero nuevos.

El sistema de construcción modular se logra a partir de la transformación de contenedores en módulos habitacionales adaptándose a las necesidades de cada cliente y pueden ser utilizados para mega obras de arquitectura como para vivienda particular. 

¿Qué tipo de casas se pueden construir en Argentina?

Las medidas y posibilidades de edificación de este sistema son infinitas hasta alcanzar la medida deseada de la vivienda o incluso del complejo de viviendas, pudiendo utilizarse 1 módulo o cientos de ellos, combinados entre sí. "Como resultado, es posible construir una amplia variedad de estructuras, desde casas y oficinas hasta edificios y comunidades de uno a cientos de módulos. Las comodidades son determinadas por el usuario, ya que ofrecemos diferentes categorías y calidades, incluyendo opciones de alta gama. Las necesidades varían dependiendo del uso, ya sea un obrador, un campamento minero, un complejo residencial o proyectos icónicos como el estadio 974 en Qatar, construido por nuestra compañía, o diversas cadenas hoteleras reconocidas mundialmente", señala Parquet.

Para construir una vivienda con estos módulos, el monto que tienen que desembolsar los propietarios depende del modelo a utilizar pero tienen una base de u$s8.000 para un modelo básico de 13 m² y sin equipamientos. Los módulos se cotizan al igual que las casas, osea por metro cuadrado y en función de la calidad de las terminaciones.

Por ejemplo, por u$s30.000 finales -un valor bastante económico y accesible- es posible armar una opción básica de 28 m2. "En esas dimensiones es posible contar con las comodidades normales de una casa, esto es, una habitación, un baño y una cocina con living-comedor integrado", explica la ejecutiva. De esa forma, "por un valor no mayor a u$s30.000, se puede construir una casa y en tan solo tres meses". 

Una de las ventajas de la construcción modular es la rapidez en los tiempos de instalación, ya que el proceso más demandante se realiza en las fábricas de CIMC. Desde allí, los módulos salen listos para ser trasladados a la obra e instalados fácilmente in situ, utilizando tecnologías preparadas para su ensamble modular. Esto permite apilar y combinar los módulos según el diseño requerido.

La firma ya construyó, por ejemplo, un hotel modular de 220 habitaciones, hecho a partir de contenedores de acero los cuáles se apilaron uno encima de otro sin necesidad de estructuras de soporte adicionales, lo que permitió una instalación en menos de tres semanas, entregando la estructura modular lista para pasar a la fase de revestimiento externo. Se trata del Holiday Inn Express, ubicado en Manchester, Inglaterra, y realizado por el estudio internacional Chapman Taylor.

Las obras pueden llevarse a cabo en una gran variedad de terrenos. Y al igual que sucede en la construcción tradicional, es necesaria la preparación adecuada del mismo que puede incluir la nivelación y la creación de una base sólida para asegurar la estabilidad de la estructura.

¿En qué regiones ya se están demandando estos contenedores? 

Los contenedores nuevos para complejos habitacionales adquirieron protagonismo mundial cuando se asomaron a la ventana del último mundial de fútbol. Se trató del Estadio 974, una estructura desmontable construida con 974 contenedores, un proyecto que fue concebido para ser desarmado y para reutilizar sus módulos en nuevas obras.

En Argentina, tanto el público en general pero sobre todo numerosos desarrolladores inmobiliarios, ingenieros y arquitectos han hecho que proyectos con destino turístico ya estén en marcha. "Se trata, por ejemplo, de un complejo de viviendas rurales que estamos emprendiendo junto a un desarrollador local. Además, estamos trabajando en proyectos ambiciosos que van a demostrar el gran potencial que la construcción modular con contenedores tiene en el país", señaló Romina Parquet.

Opciones similares que ya se están utilizando en el país

Los contenedores para destino de vivienda familiar se vienen utilizando en Argentina desde hace ya un tiempo aunque a diferencia de la opción anterior se trata de un producto usado y customizado. Para llevar a cabo esas unidades, algunas empresas constructoras y estudios de arquitectura compran esos módulos y luego de nacionalizarlos realizan una restauración completa. Una vez listos, salen al mercado, adaptándose a cualquier tipo de terreno por su versatilidad y sobre todo, por el poco tiempo de armado.

"Nuestros productos tienen una restauración de cubierta y luego de un diseño previo de arquitectura comienza el reciclado. Las tipologías son predeterminadas pero también hacemos planos de acuerdo a la idea del consumidor", cuenta Carlos Alvarez, director de obras y socio de KUBO Casas Containers. 

Los trabajos para mejorar el exterior consisten en tareas de herrería para el corte de la estructura y colocación de aberturas. Restauración de chapa -para mejorar bollos, óxido y raspones - y pintura.  El techo tiene trabajos de perfilería y colocación de aislantes. En el interior, el acondicionamiento incluye trabajos "para su adaptabilidad a los diferentes climas como perfilería liviana y en los pisos, colocación de entablillado de madera", cuentan desde la firma. Las viviendas cuentan con instalación de agua y electricidad por lo que "una vez finalizado ese proceso se carga la vivienda en un camión para colocarla en el terreno y lista para habitar con baños, pisos -ceramico, porcelanato y pisos flotantes- y amoblamientos; nosotros también realizamos la entrada de los servicios una vez que el módulo es colocado en el lote".

 El valor de compra está estimado en alrededor de u$s800 el metro cuadrado y la unidad mas chicas es de 15 metros cuadrados para una tipología tipo dormi. "Luego están los de 30 metros cuadrados que se distribuyen en baño, cocina, habitación y estar comedor. Esa es la base aunque se pueden ir sumando dormitorios a través de diferentes combinaciones de módulos grandes o más chicos. También se pueden construir en dos plantas", ejemplifica  Alvarez. 

Sobre la forma de pago, "es de acuerdo al avance de obra, el cuál no demora más de 6 meses", indican desde Kubo casas containers.

El mercado inmobiliario está cambiando constantemente acorde a la necesidad del cambio climático. Los contenedores avanzan a paso firme como una solución simple y sustentable pero sobre todo como una opción de vivienda.

Su facilidad de colocación y de mantenimiento más el aceleramiento en los tiempos de obra, sumado al relativamente bajo desembolso que hay que hacer para conseguir una vivienda en un lapso no mayor a un semestre, los transforman en una excelente alternativa para quiénes buscan convertirse en propietarios lejos de la ciudad y estar a tono con la nueva tendencia arquitectónica mundial.