• 11/12/2025
ALERTA

Dos empresas argentinas pagaron u$s600 millones por el 50% de la mayor productora de fertilizantes del país

La salida de Nutrien y el ingreso del consorcio Adecoagro-ACA marcan una nueva era en la principal productora de urea y fertilizantes nitrogenados
11/12/2025 - 18:38hs
Dos empresas argentinas pagaron u$s600 millones por el 50% de la mayor productora de fertilizantes del país

En uno de los movimientos empresariales más significativos del año para el sector agroindustrial, Profertil, la mayor proveedora de urea granulada y fertilizantes nitrogenados de Argentina, inicia una etapa inédita tras la venta del 50% de su capital, hasta entonces en manos de Nutrien, a un consorcio local integrado por Adecoagro y la Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA).

Esta operación no solo modifica la composición accionaria de la empresa, sino que también introduce nuevas variables en la provisión de insumos estratégicos para el agro y deja abierto el futuro del otro socio de peso: YPF.

Profertil: pilar industrial y garantía de abastecimiento

Desde hace décadas, Profertil se erige como una pieza fundamental en la matriz productiva nacional y sudamericana, operando una planta en Bahía Blanca que no solo lidera en capacidad técnica, sino que también asegura el flujo constante de fertilizantes esenciales para la agricultura extensiva.

Su rol permitió reducir la dependencia de importaciones y brindó previsibilidad a miles de productores y cooperativas, al tiempo que su participación mayoritaria de capitales nacionales se traduce en una mayor cercanía a las demandas del mercado interno y en oportunidades para el desarrollo regional.

El giro que desencadenaría la transformación de Profertil se inició a mediados de año, cuando Nutrien, multinacional de origen canadiense y referente mundial en el rubro, puso en revisión su portafolio global. Afectada por la volatilidad en el negocio de fertilizantes nitrogenados, las fluctuaciones en la demanda internacional y la presión sobre los márgenes tras la baja de precios, la compañía determinó retirarse de ciertas plazas para reforzar su presencia en mercados de mayor escala o retorno más estable. Así, la Argentina quedó incluida en su plan de desinversión, activando el interés de diversos actores por su participación en Profertil.

La operación: cifras, protagonistas y condiciones

La transacción tomó forma cuando un consorcio nacional, liderado por Adecoagro con una participación del 80% y secundado por ACA con el 20% restante, presentó la oferta más atractiva: cerca de 600 millones de dólares antes de impuestos. El paquete negociado contempló la transferencia del 50% del capital accionario, pero quedó supeditado a dos instancias clave: la autorización de los organismos reguladores y el respeto al derecho de preferencia de YPF, dueña del otro 50% de la firma. Este mecanismo permitía a la petrolera igualar la oferta y quedarse con la porción de Nutrien, opción que mantuvo en vilo al mercado durante meses.

Durante el último trimestre, mientras trascendían versiones sobre el interés de Adecoagro en ampliar aún más su control y sobre eventuales alternativas que evaluaba YPF, el proceso se encaminó hacia su desenlace. Finalmente, los días 10 y 11 de diciembre, Nutrien oficializó la concreción de la operación mediante un comunicado, confirmando el traspaso accionario a favor del consorcio local bajo los términos pactados.

Si bien la petrolera estatal mantuvo hasta último momento la posibilidad de ejercer su derecho de preferencia, distintas señales del mercado indicaron que evaluaba una gama de alternativas, desde conservar su 50% y garantizar una presencia clave en la cadena de fertilizantes, hasta abrirse a propuestas externas para eventualmente reestructurar su portafolio de negocios. Aunque ninguna de estas variantes fue confirmada oficialmente, el desenlace de la negociación con Nutrien dejó abiertas todas las opciones para la petrolera, que ahora deberá definir si consolida un esquema de co-gestión con el consorcio comprador o si habilita una nueva etapa de movimientos accionariales.

La otra mitad de las acciones

En paralelo al cierre de la operación principal, el consorcio integrado por Adecoagro y ACA presentó una propuesta concreta para la adquisición de las acciones restantes en manos de YPF. La oferta estuvo basada en un esquema de valuación que consideró tanto la performance histórica de Profertil como su potencial de crecimiento en el mediano plazo, ponderando además la importancia estratégica de mantener una participación mayoritaria nacional en la compañía.

El planteo incluyó alternativas de pago flexibles y la posibilidad de establecer acuerdos de transición para resguardar la operatoria y el abastecimiento durante el traspaso. Asimismo, se contempló la eventual participación de otras entidades cooperativas o inversores institucionales, con el objetivo de ampliar la base accionaria y fortalecer el perfil federal de Profertil, garantizando la continuidad de sus principales proyectos de inversión y desarrollo tecnológico.

El traspaso de la participación de Nutrien implica potenciales repercusiones en el abastecimiento de urea y otros fertilizantes, la estructura de precios locales y la integración vertical de actores clave en el agro. Profertil abastece una porción significativa de la demanda interna, y en un contexto internacional signado por la volatilidad de los precios del gas y los insumos, el control de este eslabón estratégico resulta determinante para la competitividad y la sustentabilidad del sector agrícola argentino. La articulación entre empresas de capital nacional y cooperativas podría, además, abrir nuevas vías de desarrollo local y coordinación sectorial.

Con la salida de un socio internacional y la irrupción de capitales nacionales y cooperativos, Profertil enfrenta un escenario de desafíos y oportunidades. Por un lado, la gestión local podría favorecer la adaptación a las particularidades del mercado interno, la implementación de políticas más alineadas con las necesidades de productores y la promoción de inversiones en innovación y sustentabilidad.

Por el otro, la empresa deberá navegar en un entorno global incierto, marcado por la competencia de grandes jugadores, la volatilidad de los insumos energéticos y la presión sobre los márgenes de rentabilidad.

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