Milei va por los submarinos de Francia: en qué estado están las negociaciones y cómo sería la fabricación
Tras el ultra promocionado arribo de los cazas F-16 que el Gobierno compró a Dinamarca, previo pago de u$s300 millones, el oficialismo sigue intensificando los movimientos para ampliar la capacidad militar de la Argentina. En el marco de un programa cercano al rearme, la gestión que encabeza Javier Milei continúa buscando la forma de cerrar la compra de tres submarinos clase Scorpène a desarrollar por la firma francesa Naval Group. En esa dirección, La Libertad Avanza (LLA) busca un acuerdo para cubrir el pago contra entrega de al menos uno de los sumergibles. Esa opción, poco usual en las transacciones ligadas al equipamiento militar, choca de frente con la postura gala de garantizarse un porcentaje anticipado ante los reiterados incumplimientos que han mostrado, sobre todo en los últimos años, las gestiones presidenciales argentinas con firmas extranjeras. Por otra parte, se descartó la posibilidad de que el astillero Tandanor tome parte de la fabricación a raíz de deficiencias en su infraestructura.
Pero en Francia también proliferan otros aspectos que podrían complicar, o al menos demorar, el cierre de la compra de los submarinos. Medios de ese país afirman que la capacidad de fabricación de Naval Group se encuentra saturada al menos hasta 2035.
El fabricante, con capacidad saturada
"Esto deja muy poco margen para absorber pedidos adicionales. La carga de trabajo combina la construcción para la Armada Francesa con programas de exportación, lo que reduce aún más la flexibilidad industrial. En este contexto, la idea de ensamblar completamente en Francia los tres submarinos Scorpène destinados a la Armada Argentina choca de frente con las limitaciones físicas de las instalaciones que Naval Group posee en Cherbourg", indicó la plataforma especializada Meta-defense.
"Por lo tanto, el debate ha cambiado: ya no se trata simplemente de encontrar una solución financiera, sino de optimizar la asignación de un recurso industrial escaso, priorizar programas y desarrollar opciones creíbles para cumplir con un plazo particularmente ajustado", añadió.
Según ese medio francés, la Casa Rosada busca que los Scorpène comiencen a arribar a la Argentina entre 2032 y 2036, lo cual choca de frente con las entregas que Naval Group tiene comprometidas para el mismo lapso.
"Alinear los hitos industriales franceses con los objetivos argentinos requiere un cambio en los plazos o una solución de producción deslocalizada parcial o totalmente. Sin franjas horarias disponibles, la inserción de operaciones críticas (mecanizado del casco, integración de sistemas, pruebas) en paralelo con otras series de producción multiplicaría el riesgo de retrasos y crearía una reacción en cadena de cuellos de botella", afirmaron los galos.
Para luego añadir: "Por lo tanto, la cuestión no es simplemente dónde construir (los sumergibles), sino cuándo y con qué capacidad realmente disponible, dadas las limitaciones que ya pesan sobre Cherbourg".
En el país europeo también se señala que el fabricante exige, para aceptar un pago contra entrega, "un compromiso político pleno y decidido, una estructura bancaria adecuada y condiciones específicas". Advierte que, mientras estos parámetros permanezcan "abiertos", la producción de los sumergibles para Argentina seguirá siendo incierta.
Francia reconoce que las tratativas se mantienen estancadas
Las complicaciones que proliferan en torno a la eventual incorporación de los Scorpène fueron expuestas recientemente por Laurent Mourre, director de Ventas de Naval Group para Latinoamérica. El directivo reconoció que las negociaciones están "estancadas" y que La Libertad Avanza (LLA) no avanzó con "el acuerdo financiero por lo que el proceso no se inició de manera formal".
"La financiación es evidentemente una cuestión, y puede ser indispensable en el caso argentino. El Estado puede dar una garantía para permitir una financiación al comprador", declaró.
Para luego añadir que el inicio de la construcción de los sumergibles requiere de un anticipo del 15% del monto total, fijado en torno a los 2.000 millones de dólares. "Lo clásico es 15%. A veces es 30%, a veces es 15%. No es una ley, pero está muy articulado con la financiación", explicó.
Por el lado del Gobierno, fuentes oficiales también expusieron que hasta el momento tanto la compañía como el Ejecutivo francés se han mostrado reticentes a brindar facilidades de financiamiento para la compra de los submarinos.
"En todas las últimas reuniones que tuvimos, siempre insistimos con la habilitación del crédito, pero no hubo respuesta formal", afirmaron las voces consultadas.
Por otra parte, y a diferencia de lo que ocurre con Brasil —que viene de presentar el "Almirante Karam", su cuarto submarino convencional diseñado por Naval Group y desarrollado de forma local en el Complejo Naval de Itaguaí—, Francia descartó por completo la posibilidad de fabricar parte de los submarinos en los talleres y diques de la estatal Tandanor.