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La UBA suma tecnologí­a y busca dar por tierra con el viejo debate de "masividad versus calidad"

La Facultad de Ciencias Económicas se convirtió en el edificio con mayor cantidad de puntos de acceso a Internet en la Ciudad de Buenos Aires
24/09/2014 - 11:10hs
La UBA suma tecnologí­a y busca dar por tierra con el viejo debate de "masividad versus calidad"

Mientras los referentes mundiales de la educación superior discuten temas como la incorporación de la tecnología "del vestir" o "wearable" a las aulas, o la implementación de cursos online masivos y gratuitos (MOOC, por sus siglas en inglés) en la mayoría de las universidades nacionales de la Argentina estos temas parecen aún a años luz de distancia. 

Pese a que en los últimos diez años se sumaron casi una decena de casas de estudio financiadas por el Estado nacional, y están en la agenda del Congreso proyectos para incorporar más, la deuda con la educación universitaria no se salda exclusivamente con la apertura de nuevos centros de enseñanza.

El tema no es menor, ya que no se trata simplemente de que cada alumno pueda permanecer conectado a su "smartphone" durante la clase, sino que la ausencia de conexión a Internet impide que la metodología de enseñanza incluya técnicas tan simples como que el profesor pueda compartir con sus estudiantes un video de Youtube o dar clases en línea.

Esta imposibilidad "no es neutral" indicó José Luis Giusti, decano de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires (UBA) a Campus-iProfesional, y aseguró que impacta directamente en la calidad de educación: "Los alumnos son víctimas del atraso, la tecnología marca un límite entre lo que se puede enseñar (y por lo tanto aprender) y lo que no".

El decano explicó que la administración de la Facultad de Ciencias Económicas (FCE) que asumió este año "decidió hacer de la tecnología uno de los pilares para mejorar la calidad de la enseñanza". No obstante, aclaró el ex secretario de Finanzas de la UBA, "tenemos claro que la tecnología no sirve de nada por sí sola, si no se usa. No es un objetivo en sí mismo sino una herramienta para profesores y alumnos".

Hasta el momento, era imposible siquiera conectar a Internet un teléfono o enviar un email dentro del edificio de la FCE. "Los alumnos tenían que ir a un bar o esperar a llegar a sus casas para poder intercambiar material o recibir documentos de la clase", recordó Giusti. Tampoco había seguridad, por ejemplo, para los eventos que se realizan en la Facutad y necesitaban mostrar contenidos en línea.

El panorama cambió recién hace un mes, cuando la empresa Claro terminó un proceso de equipar con casi 100 puntos de acceso a Internet la sede de la Facultad, que se convirtió así en el edificio con mayor cantidad de puntos de acceso de la Ciudad. El proyecto finalizado se presentó el martes por la tarde en la sede de la Facultad.

Según contó a este medio Diego Santos, Gerente Corporativo de Ventas Empresas de Claro Argentina, una vez tomada la decisión de realizar este proyecto, lo cual ocurrió en abril de 2014, la concreción de la iniciativa se realizo bastante rápido. La instalación se habría producido a mediados de agosto, seguida de un breve período de pruebas.

¿Qué cambió desde entonces? "Hoy el proceso de enseñanza-aprendizaje es mucho más que dos horas de clase. Esto se ve en las redes sociales, o con la posibilidad de hacer videoconcerencias, etc." dijo Gusti.

Sin embargo, lo que el rector más quiso destacar es que con la tecnología se "dan por tierra" algunos viejos debates de la educación superior, que oponían la masividad de las universidades públicas con la supuesta alta calidad de las privadas. "La tecnología esa disyuntiva la superó. Permite que se de el mejor conocimiento a cada vez más gente y llegue de la misma manera para todos. Hoy nadie discute que puede haber masividad con la mayor calidad posible", remarcó. 

La compañía instaló entonces dos componentes principales para ofrecer conectividad: los "access point" (AP) y el conmutador controlador, donde se concentra la inteligencia de la red y se centraliza toda la seguridad y servicios de valor agregado inalámbricos. Así se dotó con wifi a las instalaciones que albergan 45 mil alumnos. Si se suma al personal docente y no docente, la comunidad abarca a unas 50 mil personas.

Dependiendo del dispositivo del usuario final, la tecnología implementada permite alcanzar velocidades de transmisión de hasta 300 Mbps, indicó Claro.

Y tal como sucede en otras casas de estudio, las autoridades de Económicas podrán decidir si abren la red a toda la comunidad o si otorgan accesos diferenciados, por ejemplo con un piso garantizado para docentes y otro para alumnos y visitantes. "Los distintos tipos de acceso serán definidos por la propia Facultad, ya que la configuración es flexible y está bajo su completo control" dijo Santos, aunque aclaró que "las zonas disponibles están distribuidas en todas las dependencias de la Facultad".

A toda la UBALa instalación de la conectividad plena en Económicas es en realidad un anexo, costeado con fondos propios de la Facultad, al proyecto macro que Claro desarrolla en la UBA desde hace dos años, cuando resultó ganador de la licitación para dotar con una red de voz (telefonía fija) y de transmisión de datos a todas las sedes de la entidad. 

Este proyecto, que realiza Claro en acuerdo con el rectorado de la Universidad, "es el despliegue de red de voz y datos más grande de Latinoamérica, con tecnología de punta. No hay un caso igual en toda la región", según explicó Víctor Cortés Algara, director comercial de Mercado Empresas de la firma de telefonía.

No obstante, la compañía se negó a confirmar la cifra invertida en el proyecto.

Sin embargo desde Claro trabajan para en mostrarles a otras Facultades de la misma casa de estudios cómo se podría replicar el trabajo hecho en Económicas y conectar a Internet por wifi a toda la UBA. "Se comenzó por la FCE ya que fue una decisión de sus autoridades, pero es posible extenderlo a todas las facultades, en la medida que lo deseen", aclaró Santos.

Próximos pasos: ¿4G?

Giusti reveló que tener toda la Facultad conectada es en realidad el primer paso en un proceso de incorporación de tecnología para la educación que se está desarrollando en Económicas.

Por un lado, se están equipando los seis auditorios de la sede para que funcionen como aulas conectadas. Así se sumarán al único actual gabinete de computación. Asimismo, se está desarrollando junto a un grupo de pedagogos una plataforma online propia para dictar cursos online. La misma será para uso exclusivo de la comunidad de Económicas, ya que por el momento la Facultad no tiene planes de subirse a la tendencia de los MOOC, o cursos abiertos masivos y gratuitos. 

Por último, se está trabajando en la digitalización de trabajos de investigación de la Universidad, así como de algunos de los libros de texto que utilizan los alumnos -en acuerdo con las correspondientes editoriales- para crear una biblioteca digital.

El decano no descarta que este proceso de modernización que inició en Económicas sea más adelante implementado también en otras Facultades. "Hoy el desafío para la UBA es demostrar que sigue siendo la mejor universidad del país, con los mejores alumnos y profesores y donde se forman los mejores profesionales. Frente a ese desafío tenemos que rendir cuenta todos los días. No vamos a ser los mejores por siempre si no nos esforzamos".

No obstante, Giusti reconoce que pese a esos avances, la Universidad puede hacer hasta cierto punto para resolver la deficiencia tecnológica en el ámbito de la educación argentina.

El ancho de banda disponible en el país -la famosa tecnología 3G- limitará también las posibilidades de conectividad que puedan ofrecer las casas de altos estudios. En muchos casos se establece un piso mínimo garantizado de velocidad y carga de datos, o se diferencian la oferta para docentes, alumnos e invitados, con restricciones específicas para cada caso.

Sucede que el 4G, la tecnología que evitaría la necesidad de, por ejemplo, cablear toda una universidad para ofrecer wifi, no está disponible aún en la Argentina. Esta modalidad permitiría un uso más ágil de la conectividad en estos espacios.

Recién la semana pasada el Gobierno nacional abrió la licitación de adjudicación de frecuencias de telecomunicaciones con vistas a la puesta en marcha de la tecnología 4G. Cuatro compañías se presentaron para liderar el proyecto, pero el ganador no se conocerá antes del 2016.

Claro es una de las firmas que participa de la licitación, pero consideró "prematuro" opinar al respecto de cuándo esta tecnología podría estar disponible en el país y llegar a las aulas de las universidades nacionales.