La edición número 11 de la Conferencia Ministerial de la Organización Mundial del Comercio (OMC), que se desarrollará hasta este miércoles en Buenos Aires y de la que participan más de 3.500 funcionarios de 164 países, está poniendo cada vez más el foco en profundizar el multilateralismo y reducir el riesgo de un avance de las medidas proteccionistas, corporizadas en la figura del presidente estadounidense, Donald Trump.

En el marco de la apertura que tuvo lugar el domingo, el propio presidente Mauricio Macri hizo un llamado a hacer frente a las restricciones al comercio global.

Durante su discurso, que duró cerca de diez minutos, el jefe de Estado resaltó que "los desafíos por delante son muchos" y destacó que "no es sostenible avanzar en un esquema donde el otro es el proteccionista".

El encuentro de la OMC es clave porque, en paralelo a la "agenda formal", el Gobierno está negociando con autoridades del Mercosur y la Unión Europea para avanzar con el acuerdo de libre comercio más ambicioso de la historia argentina, dado que permitirá crear un área conformado por más de 770 millones de consumidores.

En el marco de una rueda de prensa, el ministro de Relaciones Exteriores de Chile, Heraldo Muñoz, afirmó que su país, como nación asociada al bloque sudamericano, "vemos con muy buenos ojos un potencial acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur, porque sería una señal de integración en momentos en que hay fuerzas que pujan por el proteccionismo y que apuntan a cerrar más las puertas en vez de abrirlas".

Sin mencionarlo, el funcionario pareció aludir a Trump, que viene de criticar duramente a la OMC, a la que acusó de "no dar un trato justo" a los Estados Unidos.     

"Me gustaría, como autoridad chilena, poder tener un acuerdo entre ambos bloques a la brevedad. Por nuestro lado, estamos justo en estos momentos negociando la modernización del tratado que tenemos con la Unión Europea hace 13 años. Por eso, la modernización de nuestro pacto y, casi paralelamente, la posible firma de un convenio entre el Mercosur y la UE serían señales muy poderosas hacia la economía mundial y, especialmente a aquellos que quieren proteccionismo y no apertura", agregó el funcionario.

En este contexto, el Ministerio de Producción, Francisco Cabrera, defiende este pacto porque –según su visión– representa "una oportunidad para que se puedan vender más productos a la UE" y para incrementar las inversiones en el país.       

En concreto, un informe presentado por Producción, junto con Agroindustria y la Cancillería, plantea que, para 2025, la Argentina podrá exportar principalmente alimentos por u$s113.560 millones, es decir, un 63% más que en 2015.

Mientras avanza la cumbre de la OMC, todavía resuenan las palabras del presidente brasileño, Michel Temer, quien afirmó en la jornada de inauguración que el TLC entre los dos bloques podría "firmarse el 21 de diciembre en Brasilia".        

Frente a este pronóstico, desde la Secretaría de Emprendedores y Pymes, dependiente de Producción, afirmaron que el pacto generará más oportunidades que amenazas.

"Lo vemos como una gran oportunidad. La integración no sólo tiene que ser comercial sino también productiva y tecnológica. Por eso venimos trabajando con los equipos de Brasil, intercambiando experiencias de emprendedores, para atacar juntos terceros mercados. Este mismo proceso lo estamos llevando a Uruguay y Paraguay para que se sumen al proceso. Creemos que la Argentina tiene talento y que podemos enfocarnos en algo más que commodities y software", apuntó Mariano Mayer, al frente de dicha cartera.

En este contexto, consideró que un acuerdo con la UE "abriría una enorme oportunidad para nuestras Pymes".