El iPhone X, el terminal con el que Apple conmemora la primera década de su producto estrella, levantó una enorme expectativa.

Las reservas se agotaron en unas pocas horas y la demanda obligó a la empresa a retrasar varias semanas el envío del teléfono debido a la falta de stock.

Sin embargo, una vez pasada la euforia inicial, los consultores temen que la demanda del iPhone X se desinfle. Varias firmas de análisis, como Sinolink Securities y JL Warren Capital, apuntan a una demanda de entre cinco y diez millones de terminales menos que la prevista inicialmente para el primer trimestre de 2018, informó la agencia  Bloomberg.

La caída refleja "una demanda débil debido al alto precio del iPhone X y a la falta de innovaciones interesantes", dijo Sinolink en una nota para clientes.

Apple, que rechazó comentar estos datos, todavía no facilitó su previsión de ventas, algo que presumiblemente hará a principios del próximo año cuando publique los resultados financieros correspondientes al periodo septiembre-diciembre, su primer trimestre fiscal.

En previsión de una demanda menor a la estimada, las acciones de varios proveedores de Apple cayeron el martes por segundo día consecutivo.

Entre ellos figura Foxconn, el encargado de fabricar los teléfonos, que según informa el periódico taiwanés Economic Daily News dejó de contratar trabajadores para su factoría de Zhengzhou (China), donde se ensambla el terminal.

La decepción es doble que ya que muchos analistas tenían la esperanza de que el iPhone X, el teléfono más novedoso que presentó la empresa en el último lustro, impulsara las ventas del terminal que en los últimos años experimentó una desaceleración provocada por la alta tasa de penetración de los "smartphones" en China, su principal mercado tras Estados Unidos.

Según publicó el diario The Wall Street Journal, la recepción del iPhone X y de los iPhone 8 y iPhone 8 Plus es inferior a la de los lanzamientos de modelos anteriores.

El diario calcula, a partir de una encuesta realizada a 300 compradores del terminal, que las ventas combinadas de los tres modelos hasta el 3 de diciembre representan un 69% del total de iPhone comercializados en EEUU.

es un porcentaje inferior al 91% que registraron los iPhone 6 y iPhone 6 Plus en sus primeros 30 días en las tiendas y al 73% de los iPhone 7 y iPhone 7 Plus . De ese 69%, un 30% corresponde al modelo X y el resto a los iPhone 8 y 8 Plus.