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Cruje la CGT por las reformas: renunció "Barba" Gutiérrez y crece el fantasma de la ruptura "por encargo"

Cruje la CGT luego de la reforma previsional: renunció el "Barba" Gutiérrez y crece el fantasma de la ruptura "por encargo"
20/12/2017 - 06:31hs
Cruje la CGT por las reformas: renunció "Barba" Gutiérrez y crece el fantasma de la ruptura "por encargo"

La CGT volvió a crujir este martes. Luego del paro anunciado en contra de la reforma previsional que dividió a la central obrera, Francisco "Barba" Gutiérrez pegó un portazo en las últimas horas con su renuncia al Consejo Directivo y sumó más incertidumbre sobre el futuro de la central obrera. Fue por diferencias con la conducción, pero también se especula según versiones contrapuestas con un pedido de Cristina Kirchner y Mauricio Macri.

La decisión del gremialista propulsó de inmediato los rumores de una ruptura en Azopardo y generó malestar en el triunvirato encabezado por Juan Carlos Schmid, Héctor Daer y Carlos Acuña.

La cúpula tripartita recibió cuestionamientos cruzados ayer por su papel durante las manifestaciones de rechazo a la modificación de la fórmula de actualización de las jubilaciones, que finalmente aprobó el lunes un Congreso blindado por las fuerzas de seguridad.

Al frente de la seccional Quilmes de la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), el "Barba" cuestionó "la estrategia" que desarrolla la conducción, a la que reclamó una "postura más firme y contundente en defensa de los trabajadores", según se informó a través de la cuenta de Twitter de la secretaría Interior.

Desde ese lugar, normalizó decenas de regionales de la CGT, en donde favoreció a sectores antimoyanistas, lo que le valió un duro enfrentamiento con Pablo Moyano.

Cuando las internas seguían al rojo vivo, la jugada del metalúrgico desconcertó este martes a más de un sindicalista, confundido por sus recientes movimientos políticos zigzagueantes entre la oposición y el oficialismo. En el primer caso, algunos lo asocian con la distancia que ya venía mostrando con la línea más dialoguista de la conducción y su cercanía con Cristina Kirchner.

De hecho, en las últimas tres reuniones se sentó enfrente del triunvirato. Y ayer terminó de manifestar su encono cuando fue a su oficina y arrojó las llaves.

"Él cree que el triunvirato no tiene plan de acción para que se vaya Macri, es casi infantil", dijo un hombre de Azopardo que presenció la situación.

Por el contrario, otros sectores le achacan un mayor contacto con el macrismo. No solo por las fotos junto a funcionarios bonaerenses, sino por formar parte del directorio del Grupo BAPRO desde septiembre de 2016. Aunque el puesto es elegido por la oposición, en este caso el Frente para la Victoria, fue producto de un acercamiento con el ministro de gobierno bonaerense, Federico Salvai

La seccional de Gutiérrez, sin embargo, ocupó el lunes un lugar protagónico en la manifestación frente al Congreso, que desembocó en una batalla campal entre los manifestantes y la policía.

También se sumó el bancario Sergio Palazzo, quien impulsó el paro junto con el camionero Pablo Moyano, el gastronómico Luis Barrionuevo, el judicial Julio Piumato y cinco de los siete gremios del rubro aeronaútico, donde la medida generó la cancelación de cientos de vuelos.

En cambio, los "independientes", los "gordos" (grandes gremios de servicios), la UTA y la mayoría de las seccionales metalúrgicas se rebelaron contra el paro. El titular de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri, quien durante la campaña se mostró junto a Mauricio Macri, se mostró en desacuerdo con los hechos de violencia y ratificó el "diálogo" con el Gobierno.

Presionada desde los sectores duros como los conciliadores, la CGT ratificó este martes su rechazo a la violencia como método de reclamo "venga del lado que venga", en una suerte de teoría de los dos demonios. Asimismo reivindicó el uso de los medios legales y respaldó la convocatoria a un paro en contra de la reforma previsional, tras las críticas que surgieron desde la propia central.

"Él mismo rechazo que hemos expresado desde el mediodía de ayer (por el lunes) y hasta las 12 horas del día de hoy (martes) en un Paro Nacional que fue contundente en el acompañamiento de los gremios convencidos en que nuestra protesta es el camino que nos ha quedado. Ello así cuando no fuimos invitados al dialogo sobre este proyecto para expresar nuestra posición", señala el comunicado de la central.

Desde el triunvirato minimizaron la reacción del "Barba". Afirman que su renuncia no fue seguida por otros sectores, por lo que descartaron una ruptura de la CGT.

En efecto, el otro dirigente que amenazaba con darse de baja era Moyano, quien adoptó un perfil bajo desde su última convocatoria al acto del 29 de noviembre frente al Congreso. Cerca del camionero reconocieron este martes que "mucho de paro no hubo". Una postura afín con la señal dada por Hugo Moyano de bajar un cambio, tras las detenciones en Independiente.

Los cuestionamientos al metalúrgico también recayeron sobre Palazzo, a quien Schmid le reprochó telefónicamente sus posicionamientos contra el triunvirato.

"Yo no los entiendo se equivocaron de enemigo, los enemigos no somos nosotros", se quejó. Pero las mayores críticas contra los dos sindicalistas fueron por la participación de sus columnas en la batalla campal de la Plaza de los Dos Congresos, junto a los "troskos", a los que responsabilizan de los desmanes. "En CGT se había pedido paro sin movilización", señalaron cerca de un triunviro.

Por caso, la Juventud Sindical el agrupamiento que lidera el aeronáutico moyanista Juan Pablo Brey, se retiró del centro de la escena apenas empezaron a llover cascotes sobre la policía, siguiendo la orden bajada por teléfono desde Azopardo.

"Los troskos son los mismos que mataron a un secretario general", argumentan desde la conducción de la central, en referencia al extitular de CGT, José Rucci, asesinado en 1973 por un presunto grupo ligado a Montoneros en la denominada "Operación Traviata".

Con todo, la protesta de ayer dejó en evidencia otra fisura, quizás menos visible: la de las bases que, sin sus gremios adheridos a la manifestación, acudieron igualmente al Congreso y se sumaron a la contienda violenta con las fuerzas de seguridad.

Otra señal del delicado equilibrio en el que se mueve la cúpula de la CGT, no solo cruzada por sus internas, sino ahora además por la grieta social que profundizó la reforma previsional.

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