Las paradojas marcaron la muerte del exgobernador cordobés José Manuel de la Sota. No sólo el accidente en el que se mató fue en la autovía 36, una obra iniciada en su última gestión por la cantidad de tragedias que había, sino que en una ruta paralela, la 5, y en la misma zona murió en un choque su padre, Arnaldo. Fue hace 40 años y tenía la misma edad que el exmandatario al fallecer, 68 años.

Su mamá, Adelia Moriconi, de 98 años, se enteró de la muerte de su hijo el domingo. Le contaron el hecho sus nietas acompañadas de dos médicos, uno de ellos el legislador Daniel Passerini. En vez de ir a la ceremonia privada que desde las 4 de la madrugada se realizaba en una sala velatoria, prefirió llegar al Centro Cívico por la tarde.

Por media hora la capilla ardiente se vació de gente para que pudiera estar sola con la familia. El 17 de agosto De la Sota publicó una foto con ella en su cuenta de Twitter: "Feliz de ver a mi mamá llena de vida y vitalidad a los 98 años".

De la Sota tuvo tres parejas. La madre de sus hijas fue Silvia Zanichelli, hija del gobernador cordobés Arturo Zanichelli, con quien atravesó la tragedia de la muerte de su hija Agustina en 1987, cuando tenía 5 años.

Después mantuvo una relación de 15 años con la sanjuanina Olga Riutort, una mujer de larga trayectoria política, quien afirmó que vive "una tristeza indescriptible". Llegará mañana al velorio y participará del entierro en el cementerio San Jerónimo. Lo describió como "un hombre de una inteligencia fuera de lo común" y "el mejor orador el peronismo".

La diputada Adriana Nazario -exfuncionaria de De la Sota- fue su última pareja. Venía detrás del político en otro auto hacia Córdoba. Fue de las primeras en llegar al lugar del accidente. Por la muerte instantánea no pudo hacer nada.  El exgobernador iba a la ciudad de Córdoba para asistir a la cena por el cumpleaños de su hija Natalia, concejal de la ciudad.