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Tras el repunte en las encuestas, Alberto F. pone el foco en zonas clave para acercarse al 45%

El comando de estrategia kirchnerista ya definió dónde reforzarán la campaña post PASO: van por el "voto silencioso" en el conurbano profundo
08/08/2019 - 07:02hs
Tras el repunte en las encuestas, Alberto F. pone el foco en zonas clave para acercarse al 45%

Una diferencia de entre cinco a seis puntos y con la fórmula F-F superando los 40 puntos. Ese es el escenario que, a pocas horas de las PASO, entusiasma al búnker que maneja la campaña de Cristina Kirchner. Los consultores de Alberto Fernández se muestran -como a lo largo de toda la campaña- algo más optimistas.

Eso sí: nadie quiere relajarse. Perciben que en la última semana y media, Alberto F. logró algo que se le venía negando: adueñarse de la agenda de la campaña. Más precisamente, desde que el candidato propuso bajar el costo para el Banco Central de las actuales tasas de las Leliq y así habilitar un aumento del 20% para los jubilados.

En sintonía con el análisis de algunos de los consultores más reconocidos, en el búnker K afirman que la campaña de Juntos por el Cambio "perdió el momentum".

Celebran que el Gobierno no tenga ninguna buena noticia para transmitirle al electorado. En lo económico, lo que parecía un punto a favor terminó como un boomerang. La rebaja de la tasa de interés en los Estados Unidos fue festejada en la Casa Rosada, e incluso hubo quienes anticiparon que el propio Mauricio Macri podría utilizar esa novedad para su campaña, con el augurio de un buen futuro.

Pero todo se deshilachó en medio de la renovada guerra comercial entre los Estados Unidos y China, propiciada por Donald Trump.

Ese tironeo recalentó el mercado cambiario y obligó al Banco Central a volver a elevar las tasas de interés, justo en momentos en que Guido Sandleris pensaba en dar un golpe de efecto con una leve rebaja después de las PASO, en consonancia con una confirmación de la desaceleración inflacionaria.

Del otro lado de la grieta, en el comando de los F-F, tienen decidido que -ya sea en las últimas horas antes de las PASO como desde el lunes 12 y hasta las generales- pondrán énfasis en la situación económica. Y cabalgarán sobre la idea de que un triunfo de Macri-Pichetto agravaría la crisis económica y empeoraría la situación social. La campaña del miedo al ciento por ciento.

Lo cierto es que la economía como eje central de la campaña perjudicó al oficialismo, coinciden los expertos. No es casual que, en ese sentido, Alberto Fernández haya ampliado su equipo económico ni bien explotó el tema de las Leliq. Economistas con participación en la era K -como Arnaldo Bocco, Eduardo Hecker y Miguel Ángel Pesce- se sumaron a la campaña.

De todos modos, y ya pensando en lo que vendrá desde el lunes 12 hasta las elecciones de octubre, los asesores de Alberto F. ya diagramaron una estrategia que -más allá del resultado de las Primarias- la piensan cumplir al pie de la letra.

Número uno: ir a la pesca de lo que ellos denominan "la tercera fuerza". No se trata de los votantes de Roberto Lavagna ni de José Luis Espert. Más bien, forman parte del ejército de ciudadanos que este domingo 11 no irán a votar pero que sí lo harían en la primera vuelta de octubre. Y que en el búnker K estiman entre el 5% y el 10 por ciento del padrón. Potencialmente, tres millones de personas. Ni más ni menos.

Ya tienen montada una estrategia estructurada en torno al "Big Data". Concretamente, la idea es similar a la que desplegarán en el oficialismo: la identificación de los votantes que el domingo 11 peguen el faltazo.

Se trata de una tarea que puede llevarse a cabo una vez que los fiscales pasen la lista de quienes se ausentaron. A partir de ahí, los rastrearán en las redes sociales y, una vez ahí, se intentará un acercamiento con aquellas personas que pueden identificarse con el espacio político.

Las redes que se rastrillarán son las más popúlares: Facebook, Instagram y Twitter. También habrá una búsqueda de los números telefónicos.

Por fuera de lo que es el "Big Data" y la tecnología, se piensa en una localización de lo que en el búnker F-F se denomina "el voto silencioso". Y que en las últimas elecciones jugó a favor del oficialismo.

El perfil de esos votantes es el siguiente: viven mayoritariamente en el llamado "conurbano profundo". Y no suelen tener contacto directo con la política. Además, las elecciones les pasan por un costado, y no le asignan un valor determinante para sus vidas.

Por eso mismo, los estudios revelaron que en esas jurisdicciones se encuentra la mayoría de los indecisos. Entre 8 y 10 puntos del padrón. Es decir: entre 2 y 2,5 millones de personas. Nada menos.

Un perfil de votantes que, aun cuando este domingo pongan la boleta de Juntos por el Cambio, muchos de ellos podrían saltar la grieta si hay una buena llegada de los que arman la campaña, antes de las generales de octubre.

A ese "conurbano profundo" lo integran un total de 11 distritos. La lista: Moreno, Merlo, José C.Paz, Malvinas Argentinas, La Matanza, Berazategui, Florencio Varela, Almirante Brown, Esteban Echeverría, Ezeiza y Presidente Perón.

En el Frente de Todos creen que Macri podría llegar al 30% en las elecciones del domingo. Un número al que no se acercaría si no fuera por la hiperpolarización. En un escenario así, si esto se confirmara el 11/8, "Los Fernández" buscarían ampliar la diferencia a no menos de 25 puntos. Es decir, debería sacar por lo menos 55 por ciento.

No es nada fácil, a pesar de que Cristina es amplia favorita en el "conurbano profundo" y recoge allí la mayor cantidad de adhesiones.

El voto "oculto" o "subterráneo" incluye a varias franjas de votantes que, a priori, no se encolumnan con "Los Fernández". Pero que los van a ir a buscar igual. Es el desafío, argumentan cerca de la fórmula.

El perfil de los votantes

En el búnker "albertista" se formulan una autocrítica, que prometen revisar de cara a octubre. Son los nichos a los cuales el candidato "no les habla". Son franjas sociales que en los últimos años fueron "atendidas" por el oficialismo. Y que ahora podría derivar su voto hacia esa opción.

Algunos ejemplos:

  • -Integrantes o familiares de las Fuerzas Armadas, de las policías y de la seguridad privada. Son, en gran mayoría, adherentes de Juntos por el Cambio, un sector al que el Gobierno nacional y dl de la provincia de Buenos Aires "siempre les habló". La última vez, con la organización del desfile del 9 de Julio. No resulta nada casual que el oficialismo haya lanzado el "voto comando", por el cual se permitirá que los integrantes de las Fuerzas Armadas afectados a las elecciones puedan votar en el mismo colegio que estén custodiando; sin respetar que lo hagan fuera de su jurisdicción.
  • -Votantes con valores religiosos. En particular los identificados con el evangelismo. En el campamento de CFK suponen que se trata de una franja social con valores que van más allá de la economía. Y que van a estar más inclinados a votar por la fórmula Macri-Pichetto.
  • -Beneficiarios de obras públicas "a medida". (Metrobus, SAME, cloacas). Uno de los puntos fuertes de Juntos por el Cambio, tanto en el conurbano como en la Ciudad de Buenos Aires.
  • -Beneficiarios de planes sociales. Clase Social "E". Son los "típicos oficialistas" con todos las administraciones ya que perciben que su futuro económico se encuentra atado a su relación con los funcionarios de turno, que son -en definitiva- los que les garantizan los ingresos mes tras mes.
  • -Voto "celeste". Es el otro sector al que el kirchnerismo dejó de lado. A diferencia de Mauricio Macri que, luego de impulsar el debate del aborto legal en el Congreso, recibió en la Casa Rosada (y respaldó) a Amelia Granata, la principal defensora de los derechos del niño por nacer, y quien en las elecciones de Santa Fe fue elegida diputada como la tercera fuerza más votada.

Todo este mapa se desplegará a partir del próximo lunes, cuando las PASO ya den lugar a la radiografía ultra HD de la sociedad argentina.