El estallido social en Chile, que pone contra las cuerdas al presidente Sebastián Piñera, un referente para Mauricio Macri, hizo saltar las alarmas en la Casa Rosada.

Lo que se teme es que la conflictividad que hoy vive el país trasandino, y que semanas antes se dio en Ecuador, se despierte en la Argentina luego de las elecciones de este domingo.

Tanto en la Casa Rosada como en el Ministerio de Seguridad trabajan con la hipótesis de que, si llegara a darse el milagro del balotaje, la situación social se volverá caótica y habrá problemas en la calle durante noviembre, señala Perfil.

El tema estuvo, este viernes, en el último almuerzo del gabinete nacional antes de las elecciones. La ministra Patricia Bullrich aseguró que el escenario se tornará complicado si el presidente Mauricio Macri logra alcanzar la segunda vuelta con Alberto Fernández y Cristina Kirchner.

Además, habló de un efecto "contagio" con el país vecino. "Nos estamos preparando para un escenario muy difícil si llegamos a balotaje", se escuchó en Balcarce 50 esta semana.

Por su lado, en Desarrollo Social, la cartera que controla Carolina Stanley, se intentó poner un manto de calma y se evaluó que, en cualquier hipótesis electoral, si hay conflicto social será por una cuestión netamente política.

De todas maneras, en el oficialismo hay quienes creen que el conflicto no escaló en este último año y medio por el trabajo de contención que supuso sostener los planes Hacemos Futuro y el Salario Social Complementario. Una política social que fue muy criticada durante la campaña por Bullrich y por Miguel Pichetto, el candidato a vicepresidente de Juntos por el Cambio.

"Es increíble que los argentinos se hayan expresado en las urnas y no en un caos social", describe crudamente un funcionario macrista que viene de los años de la Ciudad.

"Hace cuatro años que hay margen en este país para que pase lo de Chile", agrega; y completa con la idea de que la situación "volcánica", salvo seis meses de 2017, pudo haberse dado "en cualquier momento producto del ajuste tras ajuste". "Intentamos que no se prenda ninguna mecha en estos años, cualquier grupo que hacía algo después se prendían otros", concluye.

Distinta situación se daría en caso de que gane Alberto Fernández. En ese caso, en Desarrollo Social afirman que "no se va a pudrir, sino que será un tema netamente económico de sostener todo lo que se pueda para llegar a diciembre", según publica Perfil.

Para ello, en el edificio de 9 de Julio y Belgrano, donde trabaja Stanley y parte de su equipo, creen que no habrá un conflicto social con el Frente de Todos ya que se trabajará en la transición a diciembre.

El presunto reemplazante de Stanley, el diputado Daniel Arroyo, conoce bien a la ministra: ambos participan hace años de la RAP (Red de Acción Política), una ONG de "amistad política" que los encontró en muchas ocasiones juntos.