Murió el dirigente radical Leandro Despouy
A los 72 años murió Leandro Despouy, el dirigente radical que se desempeñó como titular de la Auditoría General de la Nación (AGN) entre marzo de 2002 y enero de 2016. Padecía un cáncer contra el que luchó por más de un año.
La noticia fue confirmada el miércoles por el exvicepresidente y senador Julio Cobos, amigo de Despouy y referente de la Unión Cívica Radical.
Despouy, forjó una larga trayectoria política y fue reconocido como un gran defensor de los derechos humanos. Abogado, desarrolló una vasta carrera diplomática y llegó a presidir la Comisión de Derechos Humanos de la Organización de las Naciones Unidas.
Nació en San Luis el 4 de abril de 1947, fue docente y se destacó en el radicalismo por su actividad política, pero debió exiliarse en Francia entre 1975 y 1983, por la persecución de la Triple A.
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La banda armada paraestatal lo perseguía por su actuación como patrocinador de hábeas corpus de perseguidos políticos y por integrar la gremial de abogados.
Incluso desde el exterior, en enero de 1975, fue la primera persona en denunciar como testigo, en el segundo tribunal Russel, el accionar de esa organización policial paraestatal. El tribunal Russel fue formado por intelectuales para analizar los crímenes de las dictaduras latinoamericanas, como lo habían hecho ya con Betrand Russel, para investigar y evaluar la política exterior estadounidense y la intervención militar que este país llevó a cabo en Vietnam.
Despouy testificó allí sobre los crímenes cometidos por "funcionarios del gobierno o allegados políticos" y responsabilizó a José López Rega y a otros funcionarios del gobierno de María Estela Martínez de Perón.
Al regresar al país con el gobierno democrático de Raúl Alfonsín, Despouy fue designado en la cancillería como director del área de Derechos Humanos. Desde allí fue clave su trabajo para traer al país a las victimas de la represión ilegal que estaban exiliadas para que declararan como testigos en el juicio a las Juntas Militares
Convocado por Alfonsín, tras la caída de Fernando de la Rúa, regresó desde Ginebra para asumir al frente de la Auditoría General de la Nación, donde estuvo entre 2002 y 2016.
Presidió este órgano estatal autónomo encargado del control del manejo de fondos públicos por parte del Poder Ejecutivo. Lo reemplazó fugazmente Ricardo Echegaray cuando Cristina Kirchner dejó el poder.
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Como presidente de la AGN, Despouy protagonizó fuertes enfrentamientos con los funcionarios kirchneristas a raíz de los informes de auditoría que revelaron casos de corrupción.
Investigó Fútbol Para Todos y denunció por falta de control a la empresa Trenes de Buenos Aires (TBA), sobre la que emitió cuatro informes advirtiendo por la seguridad física de los pasajeros y del material rodante y una investigación sobre las compras de trenes chatarra a España y Portugal con sobreprecios.
Esos documentos fueron evidencias en las causas judiciales en que se investigó y condenó por corrupción a funcionarios kirchneristas como el exseretario de Transporte, Ricardo Jaime.
En 2016 recibió la Mención Especial de los Premio Konex a las Humanidades Argentinas. En noviembre de ese año, siendo representante especial para Derechos Humanos de la Cancillería Argentina, fue electo para integrar el área de Derechos Humanos de la Comisión de Control de Ficheros de Interpol (CCF).
El dirigente había sido propuesto hace unos días para la "Mención de Honor Diputado Juan Bautista Alberdi", el máximo galardón que otorga la Cámara de Diputados de la Nación a quienes realzan los valores democráticos y republicanos.
Su muerte generó conmoción en el mundo político, sobre todo entre dirigentes de la UCR que, a través de las redes sociales, lamentaron su pérdida.
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"Lamentamos profundamente el fallecimiento de Leandro Despouy. Un militante ejemplar, defensor de los Derechos Humanos y emblema de la lucha contra la corrupción. Nuestras condolencias para sus seres queridos. Lo vamos a extrañar mucho", expresó la Unión Cívica Radical.
Por su parte, el diputado Mario Negri aseguró en su cuenta de Twitter que el ex presidente de la AGN fue "un hombre que sirvió a la democracia con profunda convicción".