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Deserción escolar: investigadora explica por qué los actuales remedios no dan resultado

El caso de Toyota, que no consiguió 200 aspirantes con secundario completo, renovó el debate. Ivana Templado, de FIEL, explica los motivos de la deserción
30/08/2021 - 06:59hs
Deserción escolar: investigadora explica por qué los actuales remedios no dan resultado

El sistema educativo ha ganado un rol central en el debate electoral. Primero, por la discusión respecto de si el cierre de las escuelas fue correcto o si promovió innecesariamente un estancamiento en el aprendizaje y la deserción en los sectores sociales más bajos. Luego, por eventos como la convocatoria laboral de Toyota, que no consiguió 200 operarios con secundario completo en la zona de Zárate. Y, también, por las denuncias sobre adoctrinamiento en las aulas.

Para profundizar en estos temas, iProfesional charló con Ivana Templado, economista de FIEL, quien investigó en profundidad el fenómeno de la deserción escolar y llegó a conclusiones a primera vista sorprendentes, como que en determinadas situaciones una recuperación económica puede llevar a una agudización de la deserción.

-¿Se está acentuando esa estratificación entre una clase media-alta que accede a una educación de calidad y completa los estudios y una clase media-baja que termina desertando?

-Sí, hay dos problemas distintos que se potencian. Por un lado, que la educación secundaria, si bien por ley es obligatoria y disponible para todos, la terminan los jóvenes de los niveles socioeconómicos más altos. Por otro lado, está presente otro problema que se denomina "segregación escolar", por el cual las familias de mayores ingresos eligen escuelas de gestión privada para la educación de sus hijos, mientras que las de menores ingresos van a las de gestión pública.

Y este problema se fue agravando mucho en las últimas décadas, hay trabajos de la Universidad de La Plata que indican que los niveles de segregación casi se habían duplicado en el período de veinte años que habían analizado.

En un trabajo mío del 2019, se observa que la segregación actúa a través del grupo de pares, homogeiniza los grupos y hace máxima la brecha de aprendizajes, porque cuanto mayor la segregación, mejores son los logros educativos de los niveles socioeconómicos más altos y menores los de los más bajos. Y, por el contrario, los estudiantes de menores recursos ven beneficios en su aprendizaje con baja segregación. Al haber un impacto en los aprendizajes, se pueden ver afectadas las trayectorias, por episodios de repetición, y esto es una antesala de la deserción.

-Hay una sensación generalizada de que la deserción escolar viene en aumento y que se agudizó durante la pandemia. ¿Las estadísticas confirman esa tendencia?

-Primero vale la pena definir deserción. Se compara la cantidad de estudiantes que entran a la secundaria en un año dado con los que entran al año siguiente en el curso inmediato superior. Con esta definición y sumando a través de todos los años del secundario, la deserción ha estado en descenso desde el 2008 aproximadamente. 

Para el 2020, todavía no hay estadísticas, los relevamientos anuales que dependen del Ministerio de Educación, están hasta el 2019. Así que las estadísticas oficiales todavía no están. Aunque con los operativos de seguimiento que se fueron realizando con UNICEF, ya había una estimación de un millón de chicos, esto es casi un 10% de la matrícula, que habrían tenido nulo o mínimo contacto con la escuela el año pasado. Por lo que el dato del 2020, teniendo en cuenta la información preliminar, va a pegar un salto, que puede implicar un nivel de deserción un 50% mayor a la de 2019.

Ivana Templado, economista de FIEL, investigó cómo los ciclos económicos pueden impactar sobre la deserción escolar de forma diferente a la que se suele suponer
Ivana Templado, economista de FIEL, investigó cómo los ciclos económicos pueden impactar sobre la deserción escolar de forma diferente a la que se suele suponer

-En tu trabajo de investigación, es interesante el planteo de la deserción como un fenómeno contracíclico. La intuición llevaría a pensar que en tiempos de bonanza hay mejores chances para la escolarización. ¿Cómo ocurre el fenómeno de la deserción cuando mejora la economía en general y el ingreso del hogar?

-Sí, el tema es que hay dos efectos que se dan en simultáneo, un "efecto renta" y un "efecto sustitución". En un momento de crecimiento, por un lado aumenta el empleo y por lo tanto, aumenta también el costo de oportunidad de estudiar. Esto es, para un joven que está en la secundaria, su tiempo fuera de la escuela, trabajando, tiene valor, es decir, él está dejando de ganar dinero por estar en la escuela, y por lo tanto puede sustituir trabajo por educación.  

Por otro lado, en un momento de bonanza del ciclo, también pueden mejorar los ingresos familiares, haciendo que las familias puedan invertir más en educación, o tengan menos necesidad de recibir el aporte de otros componentes del hogar, y por lo tanto ayude a la escolarización. Estos efectos se darían a la inversa en un momento de recesión. Tienen signos contrapuestos, están en tensión todo el tiempo. 

-Fue motivo de debate el caso de Toyota, que no pudo encontrar 200 operarios con secundario completo en la zona de Zárate. ¿A qué se puede atribuir esta situación? ¿Ya no se percibe en los sectores de menores ingresos que la finalización del ciclo secundario sea una puerta de entrada a una mejor oportunidad laboral?

-Cuando uno mira datos actuales, observa que por más que la educación secundaria es obligatoria desde el año 2006, cuando se miran las tasas de egreso en la población mayor de 25 años, se evidencia una asociación muy alta con el nivel de ingresos. En el 20% más rico más del 80% de la población tiene secundario completo, y en el otro extremo, apenas el 33% o 34%

La deserción tiene otros componentes además del económico, algunos están ligados con las trayectorias educativas: si los jóvenes han sido repitentes, entonces aumentan las chances de abandono. A su vez, el capital cultural o la valoración de las familias a la educación, son todas cuestiones que aparecen vinculadas al abandono escolar.

El caso concreto de Toyota, además se puede pensar inscripto en una región que puede tener también características especiales. Hay un informe de Argentinos por la Educación, que hizo Mariano Narodowski analizando este tema concreto, y en el que concluye que también puede haber un problema en el que oferta y demanda no se encuentren. Porque si bien la oferta laboral de la empresa puede ser muy tentadora, por el tipo de trabajo que incluye turnos rotativos, por ejemplo, puede no serlo para alguien que quiera seguir estudiando, que son generalmente los egresados de los niveles medios o altos, que son la mayoría. Y aquellos para los que la oferta puede resultar atractiva, no llegaron a concluir el secundario.

Platna de Toyota en Zárate: su dificultad para conseguir operarios con secundario completo dejó en evidencia la crisis del sistema educativo
Platna de Toyota en Zárate: su dificultad para conseguir operarios con secundario completo dejó en evidencia la crisis del sistema educativo

-Entonces, ¿una mejora generalizada en la calidad del empleo puede ser un incentivo para la finalización de los estudios?

-A ver, tendríamos que definir calidad del empleo, si nos referimos a empleo formal, que incluye los aportes y beneficios como aguinaldo, obra social, etcétera, es decir, que aumente el empleo formal, creo que una mejora en este sentido no necesariamente debería aumentar la finalización porque si está disponible, estaría disponible para todos.

Si lo que aumenta es la demanda de empleos de mayor formación o mayor capital humano, puede ser un incentivo, pero con resultados que se verían más en el largo plazo.

-Otro tema clásico de debate es el referido al presupuesto. Hay quienes han cuestionado que el problema de la deserción se pueda resolver sólo con mayores recursos y ponen el énfasis en problemas sistémicos, en los programas, en la calidad docente y en el entorno familiar. ¿Cuál es tu postura respecto de la incidencia del tema presupuestal?

 -Cuando se mira el presupuesto que cada provincia dedica a la educación (porque la educación obligatoria es responsabilidad de cada jurisdicción), se observa que entre el 80% y 90% del gasto es en salarios y queda un porcentaje muy bajo para otra inversión. 

La revisión de programas u otras metodologías de enseñanza y aprendizaje, donde la formación docente tiene un papel importante que jugar, son cuestiones que se pueden revisar y que pueden influir. La deserción es un fenómeno acumulativo de muchos factores, y varios son intrínsecos al sistema, entonces desde ese lugar el tema del presupuesto no se puede desestimar, pero no si es el primer punto a accionar. 

-Llama la atención la observación de tu trabajo sobre que la recepción de asistencia estatal puede hasta incrementar la tendencia al abandono. Un argumento para esta ayuda siempre fue, justamente, que fomentaba la inserción escolar. ¿Por qué crees que no ha tenido el efecto esperado en el plano educativo?

-En realidad, estos programas suelen favorecer el acceso, tienen un efecto más marcado en los niños y niñas de la primaria. Es más difuso el efecto en la secundaria, hay otros trabajos que han evaluado específicamente el impacto de la AUH en el abandono, analizando los percentiles más bajos de la distribución de ingresos, y encuentran efectos diferenciales entre varones y mujeres, dependiendo la edad también. O sea, el efecto no es tan contundente.

De todas formas, las razones detrás de esto pueden ser muchas, desde motivacionales, de valoración de la educación, o nominales, en el sentido de cuánto representa para un adolescente o su familia la ayuda estatal con respecto a lo que pueda ganar en un trabajo.