La votación del acuerdo con el FMI en Diputados  exhibió como nunca la división interna que afecta al Gobierno. Casi un tercio del bloque del Frente de Todos no acompañó el pedido del presidente Alberto Fernández y planteó así riesgos para el futuro inmediato de la coalición oficialista y para la agenda del Poder Ejecutivo.

El acta de votación de la Cámara baja arrojó que de los 118 diputados que integran el bloque oficialista de la Cámara baja, 28 votaron en contra del proyecto enviado por Fernández y su ministro de Economía, Martín Guzmán, para avalar el acuerdo con el FMI, mientras que 13 eligieron abstenerse.

La aprobación de la iniciativa por amplia mayoría y a pesar de esa resistencia interna dejó en evidencia la derrota del sector del oficialismo liderado por la vicepresidenta Cristina Kirchner y su hijo, el diputado Máximo Kirchner, que se encaminan a un resultado similar en el Senado la próxima semana.

Si bien esto puede leerse como una victoria para el Presidente en la interna del Frente de Todos, al mismo existe el riesgo de que algunos de los proyectos de ley que el mandatario ya envió al Congreso y están a la espera de tratamiento se traben o queden a merced de la voluntad de Juntos por el Cambio, que festeja y aprovecha la fisura en las filas del oficialismo.

La división del oficialismo puede complicar la agenda de Alberto Fernandez en el Congreso 

Crisis en el Frente de Todos: ¿se mantendrá la división?

En total fueron 41 los diputados del Frente de Todos que no acompañaron el acuerdo con el FMI, entre los cuáles se destacó Máximo Kirchner porque en lugar de abstenerse, como se especuló durante los días previos, votó directamente en contra.

Se trata de un dato significativo porque ese conjunto de legisladores, pertenecientes en su mayoría a La Cámpora, el Frente Patria Grande y la Corriente Clasista y Combativa (CCC) mostró una independencia inusual para el verticalismo que caracteriza al sistema presidencialista y particularmente al peronismo.

El problema para el Gobierno es que si no soluciona esa división y el mismo esquema se repite en debates futuros, solo contaría con unos 77 diputados alineados con la gestión de Alberto Fernández, muy lejos de los 129 que se necesitan para tener quórum y de los 116 que tiene Juntos por el Cambio.

Si bien la votación del acuerdo con el FMI es la que visibiliza ahora este riesgo, hubo luces de alarma en el pasado reciente, como la fallida convocatoria a sesiones extraordinarias: Fernández las convocó para febrero con toda una batería de proyectos de ley pero no hubo un solo debate en todo el mes.

Máximo Kirchner votó en contra del proyecto del Presidente y existe el riesgo de que se repita la situación

Así, la agenda que el Presidente le viene planteando al Congreso tiene por delante un escenario muy complejo. Todavía permanecen a la espera de tratamiento la designación del procurador general, el régimen de promoción de inversiones hidrocarburíferas, la ley de Compre Argentino y la que apunta al desarrollo agro bio industrial.

Varios de esos proyectos clave para la gestión de Alberto Fernández son impulsados, además, por ministros muy cuestionados por el kirchnerismo, como Guzmán o el titular de Desarrollo Productivo, Matías Kulfas.

Ganadores y perdedores

El resultado de la votación sobre el acuerdo con el FMI dejó, como toda pulseada política, ganadores y perdedores. Dentro del oficialismo, el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa, se anota en el primer grupo, mientras que Cristina y Máximo Kirchner figuran en el segundo.

Massa fue el encargado de negociar con la oposición para obtener los votos que el kirchnerismo duro le retaceó al Gobierno. También se ocupó, antes del extenso debate que tuvo la Cámara baja, de poner orden en la bancada oficialista para evitar cualquier tipo de conflicto que complicara el trámite.

Massa encabezó las negociaciones con la oposición y logró que el Gobierno cumpliera su objetivo

Como contó iProfesional, el tigrense les pidió a los diputados del Frente de Todos que evitaran las críticas internas que pudieran agravar más la situación del oficialismo y que trataran de no darle excusas a Juntos por el Cambio para retirar su apoyo. "Nos dijeron que hay que tener tranquilidad, paz", bromeó y a la vez confirmó el diputado chaqueño Aldo Leiva durante la sesión.

La alianza opositora Juntos por el Cambio también surgió como ganadora del debate. Ante la debilidad del Frente de Todos, forzó al Gobierno a modificar la redacción original del proyecto con el fin de retirar el programa económico que Guzmán le había adjuntado y finalmente puso la mayor parte de los votos que permitieron su aprobación.

Además, la bancada opositora logró unificar su postura luego de varios meses de tensiones y peleas entre los "halcones" del PRO y el resto de la coalición. De ese conjunto, el gobernador de Jujuy y presidente de la UCR, Gerardo Morales, surgió como ganador: fue uno de los principales promotores, junto a Elisa Carrió, de colaborar para "evitar el default".