La oposición se ve ante el desafío de armar una estructura competitiva, pero la multiplicidad de aspirantes requiere de un orfebre que impida el desgaste de choques violentos.

Horacio Rodríguez Larreta, Patricia Bullrich, María Eugenia Vidal, Mauricio Macri, Facundo Manes, Gerardo Morales, son algunos de los autopercibidos presidenciables dentro de Juntos.  

Diego Santilli, Cristian Ritondo, Gastón Manes, Maximiliano Abad y algunos más, son dirigentes que creen que pueden ser el próximo gobernador de la Provincia de Buenos Aires.

Ni hablar de los candidatos a Jefe de Gobierno porteño. Desde que Martín Lousteu se lanzó, con presencia de Rodríguez Larreta, el grupo de Bullrich indignado salió a decir que el PRO también tendrá sus candidatos y que no entendía como el actual Jefe de Gobierno le entregaba la Ciudad a los radicales.

La oposición se ve ante el desafío de armar una estructura competitiva

En la búsqueda de un esquema "razonable" para el electorado

El mecanismo para presentar un esquema razonable al electorado, donde haya un par de precandidaturas por distrito y no una avalancha de opciones que debilite el espacio para la elección general es, por ahora, un misterio. 

"Si llevamos 4 o 5 precandidatos a presidente o a gobernador, nos debilitamos. El que gane no podría tener más del 20% del total de los votos emitidos, va a quedar la sensación que perdimos hasta con Alberto", dice un analista electoral de la alianza opositora.

No le falta razón, la sensación de incertidumbre sobre si el ganador podrá contener todos los votos del resto de los candidatos, es compleja de encarrilar. 

Por ejemplo, si Larreta les gana a todos la nominación presidencial, los votos que fueron a Bullrich ¿los contiene Horacio o se lo lleva Javier Milei?.

Juntos por el Cambio se encuentra en la búsqueda de un esquema "razonable" para el electorado

Desmitificación de las encuestas

Esas dudas carcomen a los estrategas del espacio, mientras los postulantes no se bajan de nada. Fue una constante en los discursos de la Convención radical de hace un par de semanas, la desmitificación de las encuestas. "No nos importan las encuestas", "(Raúl) Alfonsín ganó sin encuestas". 

Se trata de una estrategia, una advertencia de que no van a declinar ninguna candidatura por una encuesta. Pero las miran todo el día. Modifican tácticas en base a las encuestas casi en forma permanente. 

Y saben que, lo que varios repitieron respecto del triunfo de Alfonsín, es falso. La campaña del viejo líder fue la primera del siglo XXI pese a que la elección fue en el ’83. Plagada de encuestas, con un diseño comunicacional propio de esta era.

En el entorno de Bullrich bailan, más o menos, el mismo ritmo. "Vos la conoces ¿la ves a Patricia bajándose?", dice el hombre cercano a la ex ministra de Seguridad, a este cronista. "Ni en pedo", sentencia. "Menos a favor de Horacio, eso no va a ocurrir. Y la confianza en el apoyo de Macri, la toma con pinzas, ya la abandonó en la elección pasada, Pato aprende de todo, y ¿viste como es cuando algo se le mete en la cabeza?", completa. 

El radicalismo ya avisó que no van a declinar ninguna candidatura por una encuesta

¿Radicales con fórmula armada?

Respecto a los radicales, ya todos sospechan que tienen la fórmula armada. Pasean por donde sea que vaya a vérselos a Manes y Carolina Losada, mientras que Morales atrae las peleas, libra batallas incluso innecesarias, las provoca, se pone al frente de la liturgia radical, le apunta a Macri, a Larreta y a quien sea. Salvo Bullrich.

"Los radicales tienen mucha fe en la relación entre Patricia y (Coti) Nosiglia. Losada por ahora cumple el rol, pero no desisten de convencer a Patricia de acompañar a Manes. O al contrario, si Patricia mide mucho más y Facundo no despega, hasta podrían ceder e invertir la fórmula", explica otro analista de la interna de Juntos. 

Pero el hecho es que Morales parece ser el candidato que sabe que no lo será y absorbe el desgaste para que Manes llegue "limpito" a la gran final.

Facundo Manes ya se perfila como el "presidenciable" de la UCR

La pelea por la Provincia de Buenos Aires

La Provincia de Buenos Aires no está exenta de todo este barullo. Desde que Larreta impulsó a Diego Santilli en la Provincia el año pasado, está claro que será su candidato a gobernador. Pero Cristian Ritondo colecciona apoyos. Macri y María Eugenia Vidal lo empujan. Patricia lo mira con expectativa, dado que no tiene por ahora, un sólido postulante en el distrito.

Los de boina blanca, aspiran a colocar un candidato propio, pero tienen problemas. Si Manes es el candidato presidencial, va a ser difícil poner a su hermano como candidato a gobernador, sin dejar la sensación de tentativa monárquica. Maximiliano Abad, el presidente del partido en el distrito, tiene buena imagen, pero hacia el interior de un partido donde el cursus honorum es tradición y premisa, dicen que "le faltan un par de golpes de horno". Si no encuentran candidato, nadie ve con malos ojos ponerle un vice a Ritondo y pelearlo a Santilli, con el que no pueden curar las heridas de las PASO de 2021.

En definitiva, son muchas piezas para pocos cargos. No todas encajan con las otras y hay demasiados armadores como para que el puzzle se arme con sencillez. Y a medida que se acerca el proceso electoral, crecen más las dudas, que las certezas.