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Movimientos sociales se distancian del kirchnerismo: ¿riesgo para el Gobierno de más conflictividad en la calle?

Las agrupaciones oficialistas se acercan a la izquierda para protestar frente a la crisis económica. Las razones políticas detrás del fenómeno
20/07/2022 - 19:40hs
Movimientos sociales se distancian del kirchnerismo: ¿riesgo para el Gobierno de más conflictividad en la calle?

Las protestas de las últimas semanas empiezan a mostrar a los movimientos sociales que hasta ahora estuvieron más ligados al kirchnerismo cada vez más lejos de ese espacio, en un fenómeno que afecta políticamente al Gobierno porque pone en riesgo el llamado "control de la calle" y amaga con una mayor conflictividad, según quienes participan y siguen de cerca la situación.

Las recientes declaraciones de Juan Grabois, líder del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) exhibieron algo de ese quiebre en la relación. "En este momento el problema de Cristina (Kirchner) no es nuestro problema", expresó el dirigente social en la protesta realizada este miércoles en la Ciudad y parte de la Provincia de Buenos Aires, donde volvió a coincidir con movilizaciones del Polo Obrero y Barrios de Pie, agrupaciones históricamente de izquierda.

Desde la semana pasada ambos espacios realizan asambleas conjuntas para organizar protestas ante la crisis económica que afecta al país, a las que también empezaron a adherir la Corriente Clasista y Combativa (CCC) y la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), aliadas al igual que el MTE de Grabois del presidente Alberto Fernández y la vicepresidenta Cristina Kirchner. Y ya adelantan que habrá más protestas que los encontrarán a todos juntos.

Una de las razones detrás de ese acercamiento a las agrupaciones del frente Unidad Piquetera es que, precisamente, todas esas agrupaciones forman parte en mayor o menor medida del mismo Gobierno al que sus representados le reclaman ahora ayuda para enfrentar la crisis como bonos extraordinarios, "universalización" de planes como el Potenciar Trabajo o la implementación de un Salario Universal Básico.

Grabois, junto a la UTEP, la CCC y otras agrupaciones oficialistas dieron varias señales de alejamiento del Gobierno

"Tienen un cuestionamiento muy fuerte porque una parte de su dirigencia forma parte o tiene cargos en el Estado", evaluó la coordinadora nacional de Barrios de Pie, Silvia Saravia, al ser consultada por iProfesional sobre ese acercamiento de movimientos oficialistas. "Compartimos diagnósticos en el sentido de que la situación social está muy mal, hay un deterioro muy rápido y eso a ellos los está llevando a tener un conflicto y reclamos de sus bases porque bancaron a este Gobierno", señaló.

En una línea similar, Agustín Álvarez Rey, periodista y autor del libro "La nueva columna vertebral" sobre la historia de los movimientos sociales planteó que "siempre los movimientos más cercanos a los gobiernos tienen la dicotomía de estar en la calle o estar en la gestión. Si no tienen la calle, la gestión pasa de largo cuando las cosas no les salen y quieren la calle para refugiarse".

Movimientos sociales alineados: ¿puede crecer la conflictividad en la calle?

El distanciamiento de esos movimientos sociales respecto del oficialismo para acercarse a las agrupaciones de línea más opositora, además de reflejar el impacto social de la crisis inflacionaria y cambiaria en un país con altos niveles de pobreza es un problema político para el Gobierno.

Y es que se trata de un fenómeno que le disputa "la calle" al peronismo tradicional y los sindicatos, así como también a La Cámpora, que representa históricamente el poder de movilización del kirchnerismo puro. En el oficialismo entienden el problema y por eso la CGT y la CTA se movilizarán el 17 de agosto para protestar por la inflación contra los "formadores de precios".

La nueva unidad de las protestas ante la crisis pone en jaque el
La nueva unidad de las protestas ante la crisis pone en jaque el "control de la calle" del peronismo

No será una marcha contra el Gobierno, sino para reclamar medidas a "toda la dirigencia" política y al mismo tiempo canalizar el descontento que también se extiende entre los trabajadores formales a menudo sindicalizados. El interrogante es si, de todos modos, la nueva unidad de los movimientos puede derivar en una mayor conflictividad social en la calle.

Saravia consideró que todo dependerá de la evolución de la economía en los próximos meses y de las repuestas que dé el Gobierno. "Nosotros estamos planteando como urgente que tiene que pagarse el bono que ya se había pagado meses atrás para jubilados y trabajadores precarios", indicó.

En otro tramo de la charla, contó que en las cooperativas y los comedores que manejan las agrupaciones "hasta hace poco había sorpresa por el aumento de los precios y las peleas dentro del Gobierno" mientras que "ahora se observa que hay más enojo, menos contención política".

En tanto, Álvarez Rey analizó ante iProfesional que, dada la coyuntura económica y esta nueva sintonía entre los movimientos sociales "es posible que la conflictividad social aumente y no les quede otra a los dirigentes de esos espacios que salir todos" para representar el reclamo de sus bases.

¿Nace un nuevo actor político?

A pesar de este fenómeno, las posibilidades de que el acercamiento de los movimientos oficialistas a los de izquierda se refleje en una ruptura total con el Frente de Todos y un armado político propio con contenido electoral son por ahora bajas.

La relación con el Gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner se deteriora al ritmo del aumento de los reclamos

"Las protestas conjuntas son una cosa como la ‘unidad de acción’ que suele ensayar el sindicalismo, pero esos movimientos son políticamente incompatibles", indicó Álvarez Rey. En este sentido, señaló el antecedente de "En Marcha", un espacio que se inauguró en 2018 donde estaban todos los movimientos sociales pero "se diluyó".

"Tienen tantas diferencias políticas que no pueden construir en conjunto. Van a estar juntos en la calle, pero una unidad política es casi imposible", resumió el periodista.

Saravia, por su parte, corroboró esa visión. "Hay una diferencia en las posiciones, porque nosotros decimos que el principal problema es este Gobierno, que no está cumpliendo con lo que había planteado inicialmente, y ellos dicen que el problema son los ‘formadores de precios’ o la ‘Justicia macrista’, apuntan solo a una parte del problema", expresó la dirigente.

Si bien las críticas de Grabois son también directamente hacia el Gobierno, Saravia consideró que más allá de la coincidencia en el diagnóstico que motiva la unidad en la calle "no se ve que se pueda profundizar" el acercamiento en términos políticos. "Por ahora, no los vemos rompiendo con el oficialismo".

Demostraciones de tensión: los fuertes dichos de Grabois y las protestas "oficialistas"

El distanciamiento entre el Gobierno y algunos de los movimientos sociales ofreció dos ejemplos claros en pocos días. El primero de ellos fue la semana pasada, cuando Alberto Fernández recibió a Esteban "Gringo" Castro, secretario general de la UTEP, y a representantes de la CCC y otras agrupaciones en la Casa Rosada.

El encuentro se dio un día antes de la movilización convocada por el Polo Obrero, referenciado en Eduardo Belliboni, para reclamar por un bono extraordinario de $20.000 y apoyar el reclamo de Salario Básico Universal promovido por un sector del kirchnerismo, con Grabois a la cabeza y avalado por Cristina Kirchner. Pese al diálogo que mantuvieron con el Presidente, que se solidarizó por los allanamientos realizados a cooperativas, participaron igualmente de la masiva protesta.

El otro ejemplo lo puso Grabois este miércoles durante la protesta que encabezó en el Puente Pueyrredón, donde advirtió: "Es obvio que esto no da para más. Algunos gauchos acá estamos dispuestos a dejar nuestra sangre en la calle para que no siga habiendo hambre en la Argentina".

"¡Es fácil Alberto, es muy sencillo el reclamo. Si no, para qué te pusimos ahí. Te pusimos ahí para que haya menos pobreza, no para que haya más. Si no te gusta el salario universal inventa otra cosa!", exclamó un encendido Grabois.