NUEVA ETAPA

Hasta dónde llega y a quiénes alcanza la nueva y recargada segmentación tarifaria del plan Massa

Los anuncios de Massa dejaron en claro que el actual mecanismo de reducción de subsidios va camino a ser ampliado para alcanzar a más clientes
POLÍTICA - 04 de Agosto, 2022

El capítulo tarifario del paquete de medidas que presentó el flamante ministro de Economía, Sergio Massa dejó sobre el tapete dos novedades salientes. Por un lado, que el esquema de segmentación tarifaria en curso tendrá una segunda versión más recargada.

Y, por otro lado, que alrededor de 9 millones de hogares de clase media y baja --que pidieron conservar los subsidios-- van a tener que afrontar subas de más del 200% cuando superen los nuevos topes de los consumos bonificados que regirán para los servicios de energía eléctrica y gas.

Si bien no aportaron mayores precisiones sobre la letra chica de los cambios en juego, los anuncios de Massa dejaron en claro que el actual mecanismo de reducción de subsidios-- que había diseñado Martín Guzmán con una fuerte resistencia de los funcionarios kirchneristas del área energética—va camino a ser ampliado con el fin de alcanzar a la mayor parte de los clientes residenciales de luz y gas a nivel nacional.

El esquema de segmentación tarifaria en curso tendrá una segunda versión

Segmentación tarifaria del plan Massa: a quiénes alcanza

A los usuarios de mayores recursos que pasarán a pagar las tarifas plenas en forma gradual entre agosto y diciembre, se sumarán ahora los sectores de ingresos medios y bajos que se inscribieron en el Registro de Acceso a los Subsidios a la Energía (RASE) y que, en principio, habían quedado al margen de los aumentos.

A partir de setiembre, a este universo de usuarios -que representa alrededor del 80% de la clientela residencial que tienen las empresas eléctricas y gasíferas-, el Gobierno les subsidiará sólo una porción de sus consumos y todo lo que exceda los topes oficiales será facturado con las tarifas plenas.

Según los datos que dio a conocer Massa, hay cuatro millones de hogares que optaron por no inscribirse en el RASE y otros 9 millones de hogares que sí lo hicieron para poder seguir manteniendo los subsidios energéticos.

La segmentación tarifaria elaborada por el equipo de Guzmán dividió a los clientes residenciales en tres niveles

A los que integran el primer lote, ya les corren desde el primer día de agosto las nuevas tarifas con un recorte del 33,3% de los subsidios vigentes. En octubre, perderán otro 33,3% de los subsidios y en diciembre, el último tercio restante antes de pasar a pagar la tarifa plena que no tendrá descuento alguno y estará atada a los aumentos estacionales que registren los precios mayoristas de la electricidad y el gas natural.

En tanto, para el segundo lote de 9 millones de hogares -que engloba a los sectores de ingresos medios y bajos y a los beneficiarios de planes sociales- comenzarán a regir nuevas reglas de juego basadas en un subsidio limitado a determinados topes de consumos.

La segmentación tarifaria elaborada por el equipo de Guzmán dividió a los clientes residenciales en tres niveles. El primero agrupa a los de mayores recursos económicos que no recibirán más subsidios. Son aquellos que tienen ingresos mensuales superiores a 3,5 canastas básicas y totales (CBT) y poseen al menos tres autos, tres inmuebles, aeronaves, yates y activos societarios que exteriorizan capacidad económica plena.

El segundo nivel lo integran quienes reciben el beneficio de la tarifa social y aquellos usuarios con ingresos inferiores a una CBT. En tanto, el tercer nivel corresponde a clientes de clase media que tienen ingresos que oscilan entre dos y tres CBT y poseen hasta dos inmuebles y un vehículo.

Según el esquema de Guzmán, los hogares encuadrados en los dos últimos niveles no iban a tener más aumentos hasta enero próximo, siempre y cuando se inscribieran en el RASE. A partir de 2023, las subas tarifarias se iban a calcular tomando como base el 40% y 80% de la variación salarial que se registre a lo largo de este año.

En el caso del servicio eléctrico, se prevé un límite de consumo de 400 kWh bimestrales que seguirá siendo subsidiado

Cambios en el esquema tarifario 

Ahora bien, lo anunciado por Massa cambia radicalmente ese esquema e introduce -con el argumento del "ahorro energético"- una nueva variante que son los topes de consumos que se aplicarán para recortar los subsidios y facturar las tarifas plenas.

En el caso del servicio eléctrico, se prevé un límite de consumo de 400 kWh bimestrales que seguirá siendo subsidiado. Superado ese tope, cada kWh excedente deberá ser abonado con la tarifa plena sin ningún tipo de descuento.

Por el lado del servicio de gas natural, el límite anual de consumo oscilaría entre los 500 y 800 metros cúbicos anuales, con promedios mensuales que irían variando según los períodos estacionales.

Más allá de haber planteado que no van más los "subsidios prorricos y masivos" que impulsaron y defendieron en los últimos años los técnicos y funcionarios del ala kirchnerista, la presentación del nuevo hombre fuerte del Gobierno dejó en el aire dos cuestiones operativas que deberían aclararse cuanto antes para que los usuarios no se vean sorprendidos.

La primera tiene que ver con cuáles serán exactamente los topes de consumos que se fijarán para las distintas categorías de usuarios residenciales.  En tanto, la segunda arista gira en torno a la necesidad de conocer con antelación cómo se trasladarán los ajustes de los precios estacionales de la energía eléctrica y el gas natural y qué alcances reales que tendrán los aumentos derivados de la quita subsidios que la mayoría de los especialistas del sector ubican por encima del 200%.

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