Con toda lógica, el atentado contra la vicepresidenta Cristina Kirchner encendió todas las alertas en el área de seguridad del Gobierno, que realizó algunas modificaciones en la custodia de la dirigente y puso la lupa sobre el cumplimiento de los protocolos por parte de los demás funcionarios, mientras sigue de cerca la investigación y presume que puede haber más implicados.

Uno de los primeros cambios posteriores al ataque fue el relevo de algunos integrantes de la custodia de Cristina Kirchner, según indicaron a iProfesional fuentes de la Casa Rosada que precisaron que no se incrementó la cantidad de agentes de custodia, sino que se incorporó personal para sustituir a quienes fueron removidos.

"Ella no quiere cambios en la custodia", deslizó una fuente del Gobierno en referencia a la vicepresidenta. Así se lo habría transmitido al ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, en las conversaciones que mantuvieron entre el jueves mismo del ataque y el último lunes.

Si bien en el Ministerio de Seguridad consideran que "la custodia no falló", sino que "alguien metió la mano y gatilló dos veces y no es fácil resolver eso", evaluaron que quienes rodeaban a la vicepresidenta "no tuvieron el nivel esperado" y por ello se tomó la decisión de relevarlos.

Al mismo tiempo, en el Gobierno aclaran que las medidas así son normales tras episodios de este calibre al igual que la apertura de un sumario (que también se hizo), pero que si los custodios hubieran actuado mal "estarían presos".

¿Qué cambió en la seguridad tras el atentado a Cristina Kirchner?

Mientras que la seguridad del presidente Alberto Fernández tuvo refuerzos en los últimos días, en lo que respecta a la custodia de los ministros del Poder Ejecutivo no hubo por el momento ningún cambio luego del intento de asesinato por el que están imputados Fernando Sabag Montiel y su novia Brenda Uliarte.

Algunos de los custodios de Cristina Kirchner fueron relevados pero no aumentó el personal que la rodea 

En lo que sí está trabajando el Gobierno con el personal de seguridad de los funcionarios es en el cumplimiento estricto de los protocolos de seguridad. Al respecto, evalúan que no es necesario cambiar el protocolo establecido pero sí "garantizar que se cumpla".

Según supo este medio, Aníbal Fernández le hizo llegar a los ministros la necesidad de respetar este punto. "Todos deben tener cuidados, porque puede haber efectos de contagio", deslizó una de las fuentes consultadas sobre el tema.

En el Gobierno hay quienes estiman que "puede haber gente detrás" del intento de magnicidio que sacudió al escenario político y puso al oficialismo en guardia.

Los ojos puestos en la investigación

Mientras la jueza federal María Eugenia Capuchetti y el fiscal Carlos Rívolo avanzan con la causa, trascienden y se multiplican detalles acerca de la investigación sobre Sabag Montiel, quien se acercó a la cara de la vicepresidenta con una pistola Bersa calibre 32 y gatilló, durante una concentración en la puerta de su domicilio de Recoleta el pasado jueves.

Además de las fotos en las que se ve a Sabag Montiel y a Uliarte posando con el arma, también trascendieron detalles sobre el comportamiento de la novia del atacante en las horas posteriores al hecho, durante el cual estuvo presente. La investigación por el momento se centra en ellos dos.

Sin embargo, en el Gobierno no descartan que haya más gente implicada y no todos están de acuerdo con la hipótesis de que Sabag Montiel haya actuado como "lobo solitario". "La fue a matar", subrayan.

Sabag Montiel ya estaba imputado por haber sido capturado en flagrancia y, luego de que se negara a declarar, la investigación avanzó sobre su novia, quien había dicho por redes sociales que no lo había visto pero las cámaras la captaron en el lugar del crimen.

El último miércoles, la jueza Capuchetti imputó también a Uliarte y consideró que hubo "planificación y acuerdo previo" para intentar "dar muerte" a la vicepresidenta.