Luego del atentado en su contra la vicepresidenta Cristina Kirchner reapareció tras 15 días de silencio con un discurso que hizo hincapié en la necesidad de encontrar "un acuerdo mínimo" en materia económica entre las distintas fuerzas políticas. La frase marcó un matiz con sus últimas expresiones públicas y amaga con cambiar la dinámica para el Gobierno.

La nueva aparición de Cristina Kirchner se dio en un acto a puertas cerradas en el Salón de las Provincias del Senado, junto a los Curas en Opción por los Pobres y los llamdos "curas villeros", además de un grupo de senadores entre quienes estuvieron Oscar Parrilli, Martín Doñate y Edgardo Kueider, entre otros.

La vicepresidenta dejó dos mensajes centrales, uno para el oficialismo y otro para la oposición: puso en duda la posibilidad de ser candidata presidencial en 2023 por un lado y dejó ver que comparte el interés de la Casa Rosada en abrir un diálogo con Juntos por el Cambio, por el otro.

Tras escuchar los dichos de los curas sobre la situación en los barrios más pobres, Cristina Kirchner afirmó: "La pasión porque la gente pueda volver a comer y tener un trabajo no lo vamos a lograr hablando solo con los que piensan de una manera".

"Cuando me junté con (el economista Carlos) Melconian, que tuvo tanta prensa, nadie puede pensar que tengo las mismas ideas que él, pero esa es la gracia: juntarse con los que piensan distinto y ver si al menos en economía podemos tener un acuerdo mínimo".

De esta manera, la vicepresidenta retomó una idea que ya había expresado meses atrás y también en su libro "Sinceramente", al referirse a la necesidad de encontrar una solución al "problema de la economía bimonetaria", pero en un contexto nuevo, marcado por el interés de una parte del oficialismo en buscar nuevos acuerdos con la oposición, nacido precisamente de la conmoción por el atentado en su contra.

Cristina Kirchner: el "acuerdo económico" y ¿fin del operativo clamor?

Tras remarcar que "el problema es que la inflación viene porque no tenemos moneda", Cristina Kirchner sostuvo que "hay que ponerse de acuerdo mínimamente en eso, para volver a reconstruir" la economía argentina.

"Cuando fui a hablar con él (Melconian) lo hice con esa intención y sigo coon la misma intención", lanzó la dirigente del Frente de Todos, quien reforzó de esta manera la idea de buscar algún tipo de acuerdo para encarrilar la economía.

Fue uno de los puntos centrales de su discurso porque, a pesar de haberlo dicho en otras oportunidad, el tono de sus palabras mostró un leve cambio. Además, en esta ocasión la frase fue pronunciada luego de que el ministro del Interior, Eduardo "Wado" de Pedro, fiel colaborador de la vice, sondea una posible convocatoria a la oposición.

El otro punto destacado del discurso de Cristina Kirchner fue lo que pareció un mensaje a la propia interna del Frente de Todos, al bajarle el tono el operativo "Cristina 2023" que impulsa su espacio político dentro de la alianza oficialista.

"Es cierto que todos los dirigentes políticos quieren ser presidentes, como dicen que todos los curas quieren ser Papa. Y la verdad que en mi caso yo ya fui presidenta dos veces. La máxima ambición que tiene un político o política en la Argentina yo ya la tuve por partida doble y mi compañero también fue presidente", afirmó.

Al respecto, la vicepresidenta agregó: "Entonces, no son esas las cosas que me seducen. Lo que me seduce es ver cómo podemos salir".

Cristina Kirchner le bajó el tono a una posible candidatura y habló de la necesidad de buscar acuerdos económicos

El atentado y el llamado del Papa

"Quería que mi primera actividad fuera con ustedes", les expresó la vicepresidenta a los curas villeros al tiempo que, con la voz entrecortada, señaló: "Yo siento que estoy viva por Dios y por la virgen".

Cristina Kirchner se refirió a la misa que organizó el oficialismo la semana pasada en la Basílica de Luján, con la que pretendió lanzar un mensaje de unidad política frente a la violencia pero no logró ponerse de acuerdo con la oposición para que asista. Al respecto, dijo que le "hubiese gustado estar, pero iba a haber mucha seguridad" y "no quería entorpecer" la actividad.

No obstante, contó que al día siguiente del intento de asesinato que sufrió por parte de Fernando Sabag Montiel, detenido e imputado por el hecho junto a otras 3 personas, recibió el llamado del Papa Francisco.

"Me llamó tempranito al otro día de ese jueves y me dijo algo así como que los actos de odio y de violencia siempre son precedidos por palabras", lanzó la dirigente.

Con esto y con una referencia histórica al intento de asesinato sufrido en 1929 por el entonces presidente radical Hipólito Yrigoyen, apuntó sutilmente a los "discursos de odio" que buena parte del oficialismo le atribuyen a los medios de comunicación y parte de la oposición como generador del clima que permitió el ataque.

No obstante, Cristina Kirchner le bajó el pulgar a la posiibilidad de impulsar un proyecto de ley para regular los "discursos de odio", como habían sugerido varios dirigentes del kirchnerismo. "No creo que tengamos que sancionar ninguna ley especial", afirmó.

"Reconstruir lo que hay que reconstruir no requiere la sanción de ninguna ley, las que están vigentes alcanzan y sobran, lo que hay que poner es mucha institucionalidad y respeto democrático", sostuvo la dirigente y agregó: "Si no hacemos eso, creen que es posible reconstruir econóomicamente el país?".