La decisión del jefe de Gobierno porteño y precandidato presidencial, Horacio Rodríguez Larreta, de desdoblar la votación en la Ciudad el día de las elecciones hizo estallar la interna del PRO porque plantea una pelea seria sobre el liderazgo del partido. Sin embargo, y a pesar de las críticas, no se limita a la carrera electoral sino que apunta al día después, cuando supone que le tocará gobernar el país.

Larreta desafió el liderazgo que el ex presidente Mauricio Macri intentó revalidar en las últimas semanas al conceder lo que pedía el precandidato radical a jefe de Gobierno, Martín Lousteau: emparejar la PASO con el postulante del PRO -sea Jorge Macri u otro- mediante una separación entre la boleta presidencial y la de alcalde porteño que evite el efecto "arrastre".

A pesar de que tanto Macri, como las también precandidatas presidenciales del PRO, Patricia Bullrich y María Eugenia Vidal, cuestionaron la decisión al calificarla como un "cambio de reglas" motivada por un interés individual, Rodríguez Larreta apunta a cuidar un vínculo con la UCR que considera estratégico para poder gobernar el país a partir de diciembre.

En el larretismo consideran que será necesario "un gobierno multicolor, de verdadera coalición" para "sacar al país adelante", esto es, avanzar con las leyes y reformas que creen necesarias, según fuentes consultadas por iProfesional. En ese marco, la presencia del radicalismo tanto en lo territorial como en el Congreso y la creciente influencia de Lousteau en su estructura son elementos centrales.

La decisión de Larreta para las elecciones en la Ciudad: ¿perjudica realmente al PRO?

Esto explica la marcada diferencia entre la reacción de los referentes del PRO y la de algunos dirigentes del radicalismo, que elogiaron la decisión de Rodríguez Larreta y se alinearon detrás de su argumento: que no es un cambio de reglas porque el sistema adoptado forma parte del Código Electoral porteño y que la boleta única electrónica que se usará en la Ciudad es una de las banderas de Juntos por el Cambio.

No obstante, no todo el PRO se tomó el anuncio de la misma manera. Jorge Macri, a quien podría señalarse como el principal perjudicado, esperaba la decisión de Larreta a pesar de no estar de acuerdo con ella, porque siempre entendió la estrategia nacional del actual jefe de Gobierno y su necesidad de "mantener la relación con Lousteau", según pudo constatar este medio.

Larreta confirmó su decisión en desafío a Macri y dio una señal sobre su visión para un eventual gobierno nacional

Es por ello que, una vez conocida la decisión que comunicó el jefe de Gobierno este lunes, Jorge Macri no la criticó con la misma dureza que los referentes nacionales, que hablaron de "decepción" y de "trampa". "Fueron ya bastante fuertes las declaraciones de Mauricio, Vidal y Patricia, con ellos está claro lo que piensa el PRO", comentaban en su entorno.

El primo del ex presidente y precandidato a jefe de Gobierno mantuvo una reunión con Rodríguez Larreta post anuncio para charlar "detalles" sobre lo que será la PASO porteña.

Cerca del actual ministro de Gobierno creen que está todo dado para que él sea el único postulante del PRO contra Lousteau con la venia de Rodríguez Larreta y que la decisión tan cuestionada por los referentes nacionales es, en realidad, un paso más hacia esa definición.

No obstante, con el correr de las horas, el rechazo a la decisión de Larreta por parte de quienes apoyan a Jorge Macri hizo crecer la tensión y quedó un escenario abierto, aunque el primo del ex presidente mantuvo el bajo perfil tras el cimbronazo.

Detrás del anuncio: señal de liderazgo y estrategia de gobierno

Rodríguez Larreta tenía tiempo hasta el jueves para anunciar su decisión de que en la Ciudad se vote a jefe de Gobierno con boleta única electrónica y a presidente con la tradicional boleta sábana, pero decidió hacerlo un día después de que Macri expresara públicamente su desacuerdo con el sistema de elecciones "concurrentes" que también a él le planteó Lousteau.

Así marcó todavía más que la otra razón de su anuncio fue dar una señal clara respecto del liderazgo dentro del PRO. Por si quedaban dudas, desde su entorno trascendió la frase "no quiere ser el Alberto Fernández de Mauricio", una alusión a la tormentosa relación del Presidente con la vicepresidenta Cristina Kirchner, contracara de Macri, que afectó toda la gestión del Gobierno.

Larreta cuida el vínculo con Lousteau y los radicales a la vez que envía una señal de liderazgo a Macri y a Bullrich

Macri quería que su primo fuera el único candidato del PRO en la Ciudad ante la desconfianza que le genera la cercanía entre Larreta y Lousteau. El jefe de Gobierno estaría en proceso de concederle ese deseo pero dejó en claro que la decisión sobre cómo se vota en la Capital Federal es exclusivamente suya, sin tutelas.

El mensaje hacia adentro del PRO es fuerte y pone de manifiesto, una vez más, que la decisión de Larreta es parte de la coyuntura electoral pero tiene un ojo puesto en el día después de los comicios, donde en caso de convertirse en presidente no admitirá intentos por establecer un "doble comando".

Macri, Bullrich, Vidal y la UCR: se empieza a ordenar la competencia en las PASO

La decisión de Larreta hizo estallar la interna del PRO, donde todos los referentes nacionales se le pusieron en contra al mandatario porteño mientras que la UCR, en particular el sector de Gerardo Morales, presidente del partido, y Lousteau. Esto empieza a darle forma a la pulseada que se libra en Juntos por el Cambio y que no se resolverá hasta las PASO.

"Qué profunda desilusión", disparó Macri a través de Twitter. El ex presidente se subió así a las críticas que previamente había expresado Vidal al afirmar: "El PRO y el JxC que le prometimos a los argentinos no es este. No hay ambición personal que pueda estar por encima de nuestros valores y del equipo".

Pero la más dura fue Bullrich, quien luego de recordar que Larreta había dicho tiempo atrás que "está mal cambiar las reglas" porque "es hacer trampa", acusó al jefe de Gobierno de "manipular las reglas electorales en la Ciudad de Buenos Aires a cuatro meses de las elecciones".

En la vereda de enfrente, el comité nacional de la UCR saludó la decisión de Larreta de "cumplir con su legislación y convocar a una elección concurrente con un instrumento moderno, transparente y eficiente como la Boleta Única", al tiempo que recordó que ese sistema fue apoyado "tanto desde nuestro partido como desde la Mesa Nacional de Juntos por el Cambio".

En la Ciudad se votará con la boleta sábana a presidente y con Boleta Electrónica a jefe de Gobierno 

El contraste empieza a ordenar los alineamientos políticos de cara a las PASO: de un lado Bullrich, con Macri y Vidal, y del otro Rodríguez Larreta con buena parte de la UCR, porque tampoco el radicalismo está alineado monolíticamente con el jefe de Gobierno sino que varios de sus referentes están más cerca de la titular del PRO.

Esto demuestra a su vez que la interna del radicalismo tiene mucho que ver con lo que ocurre en el PRO. Así, será la dinámica del partido amarillo la que termine ordenando de una manera o de otra la PASO de Juntos por el Cambio.

Los argumentos de Larreta: del Código Electoral al "fenómeno Milei"

A pesar del ruido, Rodríguez Larreta tiene varios argumentos para sostener su decisión y, especialmente, contradecir a Bullrich y a Macri. Mientras en las redes sociales circulaban críticas al jefe de Gobierno con frases de archivo -como la que usó la presidenta del PRO- en la sede de Uspallata recuerdan que el ex presidente también avaló en otras oportunidades el desdoblamiento.

En su mensaje, el jefe de Gobierno apuntó que el sistema de elecciones concurrentes evita que los porteños vayan a votar "hasta seis veces" este año, que "ahorra tiempo" y "evita gastos innecesarios", al tiempo que subrayó que el sistema de la boleta electrónica "es una bandera del PRO que inició Mauricio en la Ciudad en el 2015".

Además, la "concurrencia" está contemplada en el artículo 60 del Código Electoral de la Ciudad, el cual establece que los comicios porteños pueden realizarse "en la fecha prevista para las elecciones nacionales utilizando un sistema de emisión del sufragio distinto al vigente a nivel nacional". Por lo tanto, no hay un "cambio de reglas" como afirman Macri y Bullrich.

El otro argumento es netamente político. Larreta intenta persuadir al resto del PRO de que esta forma de votar evitaría que el libertario Javier Milei arrastre votos en la Ciudad que podrían darle una fuerte presencia en la Legislatura porteña y complicar a la próxima gestión y también amenazar el desempeño electoral de complicar a Juntos por el Cambio tanto a nivel local como nacional. Lo mismo sostienen los radicales.

En este sentido, la simpatía que Macri y Bullrich tienen con Milei, quien a su vez desprecia a Larreta, es un elemento que vuelve a hacer ruido en la interna de Juntos por el Cambio pero, especialmente, en la del PRO.