La primera escala del camino a las elecciones nacionales tuvo sorpresa. En Neuquén, la histórica derrota del Movimiento Popular Neuquino (MPN) ante Rolando Figueroa, el candidato que había apoyado el PRO con especial interés de Mauricio Macri, dejó una señal inquietante sobre el valor de la unidad de Juntos por el Cambio al tiempo que envió un mensaje al Gobierno y, a través suyo, al peronismo.

Figueroa, del partido Comunidad, terminó con una hegemonía de 60 años del MPN, al imponerse con el 35,5% de los votos sobre 32,9% de Marcos Koopman, el actual vicegobernador. El diputado nacional y gobernador electo era parte del histórico partido y decidió abrirse para enfrentarlo con un armado político que incluyó al PRO, pero no a la UCR y la Coalición Cívica.

Tanto Macri como Horacio Rodríguez Larreta festejaron el triunfo de Figueroa como propio, al calificarlo como "un cambio de era" y "de rumbo" para la provincia que anticipa el posible resultado de las elecciones nacionales de octubre. Patricia Bullrich, por su parte, hizo llegar sus felicitaciones.

Sin embargo, la marca Juntos por el Cambio que llevó como candidato a gobernador al radical Pablo Cervi, con el apoyo de la líder de Elisa Carrió, del referente radical Martín Lousteau y del liberal Ricardo López Murphy, entre otros, perdió. Y fuerte. Con el 3,8% de los votos, Cervi quedó quinto y fue superado por Carlos Eguía, el postulante que apoyó Javier Milei y que obtuvo el 8%.

Elecciones 2023: resultado histórico en Neuquén, con Juntos por el Cambio dividido

El apoyo del PRO a Figueroa no fue solo con fotos y declaraciones de sus referentes nacionales, sino que le aportó votos a Comunidad con la lista colectora que encabezó Leticia Estévez, apadrinada por Rodríguez Larreta. Es decir que en Neuquén la principal coalición opositora a nivel nacional se dividió.

Así, el histórico resultado dejó un dato que no es menor para la fuerza en el marco de la fuerte interna que vive a nivel nacional, donde la disputa entre Rodríguez Larreta y Bullrich por la candidatura presidencial encuentra a los radicales y a la Coalición Cívica más cerca del primero y a Macri más cerca de la segunda.

Rolando Figueroa protagonizó un triunfo histórico en Neuquén con un apoyo del PRO que dividió a Juntos por el Cambio

La unidad del PRO, la UCR y la Coalición Cívica no fue esencial para cambiar el signo político de una provincia cuyo gobierno estuvo en manos de un poderoso partido local por seis décadas. Para más, el sello que todos defienden a nivel nacional no pudo con el representante de Milei, precisamente quien más amenaza sus posibilidades de ganar las presidenciales en octubre.

Cuánto puede repercutir el resultado de las elecciones de Neuquén en la mesa nacional de Juntos por el Cambio es algo que se verá con el correr de los días, a medida que cada espacio analice lo ocurrido, pero ciertamente el festejo fue para el PRO y en especial para Macri por haber sido el primero en inclinarse por Figueroa, y el trago amargo fue para los aliados, quienes hoy se le alejan para acercarse a Larreta.

Una alerta para para el Gobierno y el peronismo que lo sostiene

La derrota del MPN, a pesar de haber sido a manos de un dirigente surgido de sus filas y, por tanto, con parte de su estructura, también deja un mensaje para el Frente de Todos, que va más allá del tercer puesto con el que se quedó su candidato, Ramón Rioseco, al obtener apenas el 12,6% de los votos.

Si un partido como el MPN perdió, para el peronismo no hay nada asegurado de cara a las elecciones nacionales, ni siquiera un bastión como es la provincia de Buenos Aires y particularmente el conurbano. Las estructuras de poder clásicas pueden verse amenazadas por nuevos fenómenos, sobre todo en un contexto económico y social tan crítico como el actual.

Cerca de Larreta comentan hace varias semanas que ven a Macri y a Bullrich muy confiados en que Juntos por el Cambio ganará las elecciones nacionales y advierten: "Es un error subestimarlos, porque es el peronismo". 

Ahora, con la derrota histórica del MPN, esa reflexión sobre el peronismo podría ser desestimada o bien puesta en valor con otro axioma: no hay garantías para nadie, especialmente cuando a nivel nacional se empieza a afianzar un escenario de tercios con el Frente de Todos, Juntos por el Cambio y los libertarios de Milei.

Alberto Weretilneck volverá a gobernar Río Negro y Juntos por el Cambio quedó como segunda fuerza

Elecciones en Río Negro: triunfo de Weretilneck y un dato sobre el ausentismo

En Río Negro el senador nacional Alberto Weretilneck, líder del oficialista Juntos Somos Río Negro (JSRN), se impuso en los comicios con el 37% de los votos (con el 86% de las mesas escrutadas) y volverá a gobernar la provincia como lo hizo entre 2012 y 2019.

Weretilneck revalidó el poderío a nivel provincial del frente que armó en 2015 y que, en esta oportunidad, amplió con dirigentes peronistas, radicales y una pata kirchnerista liderada por el también senador Martín Doñate, de las filas de Cristina Kirchner.

Aquí también Juntos por el Cambio se dividió, dado que buena parte de la UCR se integró al oficialismo provincial, pero el resultado fue distinto al de Neuquén: el candidato de Cambia Río Negro, Aníbal Tortoriello, se ubicó segundo con el 22% de los votos.

El resultado no fue una sorpresa para los dirigentes nacionales pero igualmente Río Negro dejó también un posible mensaje: la participación del electorado no llegó al 70% según los primeros datos oficiales.

Si bien ese fenómeno no se registró en la vecina provincia de Neuquén, el ausentismo es un tema que viene siendo analizado de cara a las elecciones presidenciales por diversas encuestas que advierten sobre el posible efecto del malestar social con la dirigencia política en general. Río Negro podría ser una primera muestra al respecto.

El peronismo dividido y el desempeño del espacio de Milei

La alianza transversal liderada por Weretilneck dividió no solo a Juntos por el Cambio sino también al peronismo, que fue con dos listas separadas ante la dispersión que generó el acercamiento del kirchnerismo y otros sectores a JSRN.

Milei no logró trasladar su popularidad a los candidatos que apoyó en Neuquén y Río Negro

Por un lado estuvo la lista Vamos con Todos que llevó como candidata a gobernadora a Silvia Horne y quedó tercera con apenas el 10% de los votos. Ese sector contó con el apoyo de la intendenta de General Roca, María Emilia Soria, hermana del ministro de Justicia nacional, Martín Soria, ambos integrantes del Frente de Todos.

Por el otro estuvo Unidad Para la Victoria, cuyo candidato Gustavo Casas sacó el 4% de los votos y quedó quinto detrás de Ariel Rivero, el intendente de Campo Grande que corrió con el apoyo de Milei y obtuvo el 8% de los votos.

Tanto en Río Negro como en Neuquén se vio que la popularidad de Milei de cara a las elecciones presidenciales no se traslada, por ahora, a sus candidatos provinciales. El libertario no pudo reflejar en este primer turno electoral en la Patagonia la potencia que le adjudican las encuestas.

Sin embargo, al superar a Juntos por el Cambio en Neuquén y quedar a pocos votos de distancia de una lista peronista en Río Negro mostró que su espacio político, a pesar de reducirse casi exclusivamente a su figura, tiene capacidad para poner en aprietos a las fuerzas políticas con mayor estructura.