El presidente Javier Milei aterrizó en Ezeiza a las 8.14 de la mañana en el vuelo LH 510, tras una demora de 45 minutos en la escala de Zurich por un operativo especial de la policía alemana para evitar que el mandatario y su comitiva perdieran el avión que los trajo desde Frankfurt a Buenos Aires.

El avión de Lufthansa aterrizó anoche en Frankfurt cuando el jefe de Estado y la delegación oficial ya tenían que estar en otra nave para decolar rumbo a Ezeiza.

Frente al inesperado problema, Lufthansa, la embajada argentina en Alemania y la policía local lograron estacionar una minivan frente a la puerta del avión para trasladar sin demora al presidente y su comitiva.

Milei, el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, la canciller Diana Mondino, el ministro de Economía, Luis Caputo, y la secretaria General Karina Milei subieron al micro estacionado en la pista de aterrizaje y chequearon que faltaban funcionarios que habían acompañado a la delegación oficial en su viaje a Davos.

Milei asume que será una semana compleja ante el paro de la CGT, la oscilación en los tipos de cambio y la discusión sobre la Ley ómnibus. Son tres frentes abiertos con distintas soluciones que el presidente analiza junto a Posse y Caputo.

Qué estaría dispuesto a ceder Milei para lograr el voto de la Ley ómnibus

En los últimos días se acrecentaron los contactos al más alto nivel entre las principales espadas mileístas, como el ministro del Interior, Guillermo Francos, y el asesor estrella Santiago Caputo, y referentes clave del PRO, el radicalismo y Hacemos Coalición Federal. Esas tres bancadas -con contradicciones internas- suman 94 diputados. Milei considera que son la clave para que La Libertad Avanza, con sus 38 integrantes, a las que se agregan las de 4 aliados dispersos, se estire hasta 136 bancas. "Suficiente mayoría", se le escuchó especular a Menem este jueves.

Milei regresó de Davos con la noticia de que estarían los votos para aprobar la ley ómnibus en Diputados

En medio de un gran hermetismo, trascendieron a última hora del jueves algunas concesiones que estaría dispuesto a hacer el Gobierno para lograr la aprobación de la Ley ómnibus el jueves próximo.

Entre esas concesiones, trascendió que se votaría la declaración de la emergencia, pero sólo por un año, no por dos como pretendía Milei. Pero sería con opción a otro período más, a la espera de que empiecen a dar resultado las draconianas medidas de ajuste.

Además, Diputados le daría al Ejecutivo la potestad de definir el ajuste de los haberes jubilatorios. Pero no podría ser inferior al incremento de la canasta alimentaria relevada por el INDEC. Y en una primera etapa, quedarían fuera del radar de las privatizaciones YPF y el Banco Nación.

El mileísmo también aceptó reducir a cero los derechos de exportación aplicados a las economías regionales, y el pase a archivo de la reforma electoral por uninominalidad de jurisdicción.

Esas eran las negociaciones que se llevaban a cabo a últimísima hora de un jueves que fue interminable, y en el que el vocero Manuel Adorni mantuvo permanentemente informado a Milei en Davos.