La Ley ómnibus avanza y Milei se anota un triunfo, pero necesita pulir un acuerdo para pasar el Senado
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La Ley ómnibus se aprobó en general por la Cámara de Diputados con el apoyo fundamental de la oposición dialoguista, que le otorgó al presidente Javier Milei la primera victoria de su gestión aunque todavía deberá superar una prueba más difícil en el Senado, donde su fuerza política es mucho más débil y depende de que se terminen de cerrar los acuerdos con los gobernadores.
El proyecto se aprobó con 144 votos a favor y 109 en contra en el tercer día de un intenso debate en el recinto de la Cámara baja y de complejas negociaciones entre la Casa Rosada y los gobernadores que orientan a los bloques de la oposición dialoguista, las cuales todavía siguen de cara a la votación en particular que será el martes.
Y es que, tras la aprobación del proyecto en general los diputados todavía tienen que votar cada uno de los capítulos y varios de los 224 artículos (lo que quedó de los más de 600 inciales) generan diferencias internas en los bloques de Hacemos Coalición Federal, UCR y bancadas provinciales, a la vez que estaban condicionados por el reclamo de los gobernadores a Milei de un acuerdo fiscal para asegurar el financiamiento de sus provincias en medio del ajuste.
Por esta razón, la votación particular asoma como el tramo más complejo del tratamiento de la Ley ómnibus y, con la primera parte ya cerrada, el oficialismo y la oposición acordaron llamar a un cuarto intermedio hasta el martes para tratar los artículos por separado.
Según confirmaron a iProfesional en uno de los despachos donde se dan las negociaciones, Milei y los gobernadores se acercan a un acuerdo sobre los recursos del Fondo de Garantías de Sustentabilidad (FGS) de la Anses para asegurar el flujo a las cajas provinciales para destrabar el acuerdo sobre el articulado, pero las conversaciones continuarán en los próximos días.
Ley ómnibus: ¿qué puede ocurrir en el Senado tras la aprobación de Diputados?
Si bien esa votación en particular es la que terminará de darle forma al articulado de la Ley ómnibus, a Milei le queda como último desafío lograr la sanción definitiva en el Senado, donde la debilidad parlamentaria de La Libertad Avanza es mucho mayor así como la fortaleza de la bancada kirchnerista de Unión por la Patria.
Con apenas 7 bancas, en la Cámara alta el oficialismo es mucho más dependiente del PRO, la UCR y los bloques provinciales, frente a los 33 votos de base que tiene el kirchnerismo para rechazar de plano el proyecto.
Distintas fuentes parlamentarias deslizaron a iProfesional que hasta ahora no se vio al oficialismo hacer el trabajo de conversar los acuerdos que fue cerrando en la Cámara de Dipuados con los referentes del Senado.
"En situaciones así, las negociaciones siempre tienen que darse en paralelo en las dos cámaras porque si no todo se puede complicar y nadie estuvo haciendo eso en estos días", advirtió un experimentado operador parlamentario a iProfesional.
El problema para Milei es que la votación en el Senado podría ser mucho más ajustada y el mínimo cambio al proyecto obligaría a devolverlo a Diputados. Si bien el apoyo del PRO estaría garantizado y los diputados radicales sí tienen contactos con sus pares de la Cámara alta, la clave está en los 6 votos de los bloques provinciales que se mueven por el medio.
El acuerdo ente la Casa Rosada y los gobernadores que reclaman por financiamiento para las provincias podría ser la llave para que el oficialismo se asegure la aprobación final del Senado, aunque los tiempos obligarían a prorrogar las sesiones extraordinarias.
Primero, la votación en particular: cómo es la nueva negociación en marcha
La forma en la que se desarrolle la votación en particular del próximo martes, que definirá cuál será el articulado que llegue al Senado, depende en buena medida de la negociación en marcha entre el Gobierno de Milei y los gobernadores, que ya tuvo un primer avance.
El ministro del Interior, Guillermo Francos, fue al Congreso mientras avanzaba la sesión para reunirse en el despacho de Martín Menem con Emilio Monzó, Nicolás del Caño, Oscar Agost Carreño y Juan Manuel López, referentes del bloque Hacemos Coalición Federal que encabeza Miguel Pichetto y se referencia en un grupo de gobernadores.
Según las fuentes consultadas, allí se llegó a un principio de acuerdo para que se asegure que una parte del FGS del Anses vaya a las cajas de jubilaciones provinciales. Falta el ok final del Gobierno. "Si eso no se aprueba, vamos a avanzar con la coparticipación del Impuesto PAIS", advirtió uno de los involucrados en las negociaciones.
La coparticipación de ese gravamen sobre la compra de dólar para ahorro es el reclamo que impulsa un grupo de gobernadores entre los cuales el más duro es el cordobés Martín Llaryora, quien mantiene fluidas conversaciones con Hacemos Coalición Federal a través de Massot.
Como contó iProfesional, Llaryora presiona al oficialismo con ese punto y con la posibilidad de que sus diputados rechacen un artículo que interesa mucho a Milei: el que le delega facultades para tomar medidas por decreto en materia económica, financiera, de seguridad, tarifaria, energética y administrativa. Según supo iProfesional, el misionero Hugo Passalacqua también participa de la negociación.
Estos gobernadores y otros como el entrerriano Rogelio Frigerio y el rionegrino Alberto Weretilneck tienen una influencia importante en entre los senadores de sus provincias y por ello la negociación para la votación del próximo martes en Diputados está ligada con la definición de la sanción definitiva de la ley.
La expectativa de los gobernadores sobre el Impuesto PAIS
Una señal en ese sentido surgió durante la lectura de los artículos que se suprimieron del dictamen original, antes de la votación original. La prórroga del Impuesto PAIS hasta diciembre de 2024, que en principio iba a quedar afuera, finalmente quedó en el texto.
Esto abrió la puerta a que los bloques provinciales busquen su coparticipación durante el tratamiento en particular de la Ley "Bases" la semana próxima. No obstante, el acuerdo final está más cerca.
De todas formas, el debate del martes será extenso y complejo ya no solo por la extensión del proyecto y por las negociaciones en curso, sino además porque algunos diputados de la UCR y de Hacemos Coalición Federal se ya diferenciaron de sus bloques en la general y votaron en contra.
Fue el caso de Facundo Manes y Pablo Juliano, en la UCR, y de Margarita Stolbizer, Natalia de la Sota y lo socialistas santafesinos Mónica Fein y Esteban Paulón, en Hacemos Coalición Federal.
Si no hubiera un acuerdo lo suficientemente amplio para el martes, otros diputados de esos bloques podrían votar en contra de algunos artículos que, a pesar de los numerosos cambios que propuso el Gobierno, todavía generan dudas y disidencias.
Qué artículos siguen siendo discutidos de cara a la votación particular
Entre esos artículos que estarán en el eje de la discusión del próximo martes se encuentra el que deroga el límite a la toma de deuda en dólares bajo legislación extranjera que impone la Ley de Fortalecimiento de la Sostenibilidad de la Deuda Pública y la obligación de que el Congreso autorice al Ejecutivo superar ese tope.
Este punto hoy todavía no tiene consenso entre los diputados y está en riesgo de caer, según señalaron fuentes parlamentarias a iProfesional. El Ministerio de Economía que encabeza Luis Caputo quiere asegurarlo.
Pero además, las modificaciones que hizo el Gobierno en temas como la privatización de empresas públicas y las facultades delegadas tampoco terminaron de convencer a todos los diputados de la UCR y de la Coalición Cívica, que integran la bancada de Hacemos. Algunos de los que votaron a favor en general todavía meditan quué harán con estos temas el próximo martes.
Los últimos cambios que hizo el Gobierno: cómo quedó la Ley ómnibus hasta ahora
El tratamiento de la Ley ómnibus en Diputados desguazó el proyecto original al punto que de los más de 600 artículos originales quedaron finalmente alrededor de 224. Entre los que se eliminaron, está todo el capítulo fiscal donde figuraba la suba de retenciones, el punto más resistido por los gobernadores y los bloques dialoguistas.
Pero en la tarde noche del último jueves el oficialismo hizo una nueva propuesta que fue acercada al Congreso por la secretaria general y hermana del Presidente, Karina Milei, en persona, para tratar de facilitar la aprobación de las privatizaciones y las facultades delegadas, luego de que Hacemos y la UCR advirtieran que no había mayoría para aprobarlos como estaban.
El Gobierno redujo la cantidad de empresas a privatizarde de las 40 originales (tras la exclusión de YPF) a 30. Entre ellas, Banco Nación, ARSAT y Nucleoeléctrica Argentina solo podrían ser privatizadas parcialmente, mientras que otras quedaron directamente afuera, como Casa de la Moneda y compañías que son importantes en distintas provincias. Un guiño a los gobernadores.
Desde la oposición no aseguraron su total respaldo a esos cambios pero se mostraron conformes con la propuesta del Gobierno de asegurar, además, un mayor control sobre las privatización por parte del Congreso a través de la creación de una Comisión Bicameral.
A eso se sumó un nuevo recorte a las facultades delegadas que dejó afuera la emergencia fiscal. Así, las áreas en las que el Presidente podría tomar medidas por decreto pasaron de las 11 originales a 5. Sin embargo, el área de seguridad todavía está en duda porque la Coalición Cívica se resiste a votarla.
Así, la aprobación en general de la Ley ómnibus le dio a Javier Milei el primer triunfo parlamentario de su gestión a pesar de estar en franca minoría, pero el camino que la queda por delante, con el Senado incluído, todavía no está allanado.