La motosierra de Javier Milei más que podar, viene arrasando con cuanto empleo público se le ponga adelante, llámese Télam, el INADI o el INCAA. En la mira, cayó Aguas y Saneamientos Argentinos (AySA), donde el Gobierno anunció el despido de 180 agentes, generando la reacción del Sindicato Gran Buenos de Trabajadores de Obras Sanitarias (SGBATOS), que anunció un cese de actividades para el lunes 11.

Conocidas las cesantías, el secretario General del gremio, José Luis Lingeri, convocó a la comisión directiva a una asamblea de la que participaron 300 delegados y delegadas en representación de los diferentes sectores de la empresa. Allí resolvieron que ante la falta de respuesta de las nuevas autoridades de la compañía y "frente a acciones intimidatorias a los compañeros y compañeras, convocamos a un paro por 24 horas, dejando en funcionamiento sólo las guardias mínimas".

Lingeri explicó: "Desde la asunción de las nuevas autoridades, el sindicato ha presentado un plan integral para equilibrar la empresa y proteger los empleos", y agregó que el mismo "aborda diversos aspectos económicos, financieros, operativos y estructurales, aún no ha recibido respuesta por parte del gobierno".

AySA justificó el aumento de personal

Apuntó que "este recorte de personal parte de la idea de que las gestiones anteriores han aumentado el personal innecesariamente". Sin embargo, señaló que "desde el 2006 se ha mantenido una dotación estable hasta el 2017 que, con motivo de la incorporación de 9 partidos del conurbano que dependían de ABSA y que se encontraban con servicios obsoletos, se sumaron más de 1.000 personas a la planta permanente de la empresa".

Lingeri agregó que "esta incorporación impuesta por el entonces gobierno, extendió el radio de acción a 3.300 km² totales, sumando a 3.400.000 habitantes a la prestación de los servicios "sin incremento alguno del presupuesto".

Indicó que "los aumentos autorizados en la tarifa de luz (considerando que AySA es la mayor consumidora de energía eléctrica en el AMBA y quinta a nivel nacional) impactan fuertemente en los costos de la empresa, sobre todo, teniendo en cuenta que la tarifa de los servicios de agua y cloaca se mantiene congelada".

El gremio de empleados de AySA asegura que el Gobierno desvinculó a más de 2.000 personas y que no gira fondos.

Empleados de AySA aseguran que Javier Milei no entrega fondos

El dirigente advirtió que "desde diciembre a la fecha, el gobierno de Milei no ha realizado ninguna transferencia del Tesoro para cubrir gastos operativos, frenando todas las obras que estaban en marcha".

"Este accionar ocasionó la desvinculación de más de 2.000 trabajadores de cooperativas que se encontraban bajo los programas Agua y Cloaca + Trabajo que eran financiados por organismos internacionales de crédito para dar los servicios a barrios vulnerables", expresó y remarcó que "esto es asfixiar a la empresa; no les doy tarifa, no les giró plata y tenemos que pagar los compromisos de los aumentos que se están generando".

Para Lingieri, la política del gobierno es clara: "Destruir la columna vertebral que fue históricamente el movimiento obrero, ir por los sindicatos, las obras sociales, con medidas de ajuste. Y es muy difícil manejarse cuando el Presidente dice que ante el conflicto va a contestar con conflicto, esto quiere decir que no hay voluntad alguna de diálogo".

Al respecto, aseguró que la administración libertaria "busca poner a la dirigencia sindical contra la gente, cuando un gremio pelea por los salarios y hace una medida de fuerza que termina afectando a la población quieren corren el conflicto enfrentando a trabajadores contra trabajadores". 

En ese marco, realizó una convocatoria particular al personal de AySA, pero también a la clase trabajadora en general, afirmando: "Tenemos que estar más unidos y solidarios que nunca, porque acá nos están tocando a todos".

Para Milei, "AySA en manos del sector privado funcionaba muy bien"

AySA es la empresa prestadora del servicio de agua potable y desagües cloacales que abastece a más de 14.000.000 de habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y 26 partidos de la Provincia de Buenos Aires. Tras la salida de Malena Galmarini de la conducción de la compañía, fue designado como presidente Marcelo Papandrea, un ejecutivo de unos 60 años con experiencia en el sector privado, en compañías financieras e inmobiliarias, quien tuvo un paso breve por la administración pública como asesor de Christian Colombo, ex jefe de Gabinete de Fernando de la Rúa.

Milei defendió la eventual privatización de AySA.

A poco de ser electo presidente, Milei puso la mirada en las empresas del Estado. Afirmó entonces: "AySA en manos del sector privado funcionaba muy bien; los ferrocarriles cuando eran privados funcionaban muy bien", agregando que "se ha probado que todo lo que hace el sector público lo hace mal".

Fuentes oficiales sostienen que los despidos son el preludio para que Aguas y Saneamientos Argentinos se convierta en una de las primeras empresas en pasar al sector privado. Sostienen que "es la primera que sale; ya tenemos algunos interesados…", aunque especialistas en la materia sostienen que la estructura corporativa de la compañía, con representes de CABA y de provincia de Buenos Aires en el directorio, podrían hacer más compleja la operatoria.