La encuesta que rompió los pronósticos, predijo el triunfo de Milei y desestimó el supuesto "empate técnico"
Las elecciones de medio término del 26 de octubre dejaron un resultado contundente: La Libertad Avanza (LLA) se consolidó a nivel nacional, superando el 40% de los votos y ganando en 16 provincias, incluido el histórico bastión kirchnerista de Buenos Aires.
El desempeño del espacio violeta sorprendió a encuestadores y mercados, que habían previsto un escenario más equilibrado, incluso un "empate técnico". En cambio, el oficialismo no logró capitalizar la elección y LLA se llevó la mayor parte de la atención.
"Es un día histórico, el pueblo argentino decidió dejar atrás cien años de decadencia y seguir en el camino de la libertad", expresó Javier Milei en el búnker de los libertarios, con un tono eufórico pero contenido.
Elecciones 2025 y la encuesta que anticipó el triunfo de LLA
Antes de los comicios, la mayoría de las encuestas no esperaba un triunfo tan categórico. Incluso Fuerza Patria, que había vencido a LLA en Buenos Aires el 7 de septiembre por casi 14 puntos, no proyectaba un resultado tan favorable para los libertarios.
No obstante, un estudio realizado por CB Consultora había previsto el triunfo a nivel nacional. Entre el 11 y 15 de octubre, se entrevistó a 1.668 personas con un margen de error del 2,4%.
El estudio evidenció un rechazo significativo a la alianza peronista, con un 47,4% que aseguraba: "Nunca votaría" por la fuerza oficialista. Por su parte, la oposición también generó rechazo, aunque menor: 49% de los encuestados lo descartó.
LLA lidera todos los escenarios
El mismo sondeo, ampliado para considerar a los principales partidos, mostró a LLA como opción predominante con un 40,8% de intención de voto. En segundo término, se ubicó Fuerza Patria junto con otros espacios provinciales del PJ (35,4%), en tanto que la división por alianzas mostraba 29,6% para Fuerza Patria y 5,8% para los partidos provinciales.
Completando el podio, Provincias Unidas sumó 7,1% y el Frente de Izquierda 4,4%. Por último, un 12,3% de los encuestados declaró que elegiría "otro" partido.
Un triunfo que reconfigura el Congreso
Con estos resultados, se renovaron 124 bancas en Diputados y 27 en el Senado, y La Libertad Avanza no solo consolidó su posición nacional, sino que también puso en jaque las proyecciones previas sobre la fuerza oficialista.
El fenómeno demuestra que la consolidación de LLA no fue un accidente, sino el resultado de un creciente respaldo ciudadano que ahora reconfigura el mapa político del país.
A quién favorece la baja participación en las urnas
Si la participación electoral gira en torno al 60%, el escenario se perfila con ventaja para el peronismo, que conserva una base de votantes más estable y disciplinada a la hora de asistir a las urnas, consideran algunos especialistas. En cambio, si la concurrencia supera el 65%, La Libertad Avanza (LLA) logra emparejar la competencia, gracias a la incorporación de votantes más volátiles, aquellos que suelen decidir su voto —o incluso si votan— en los últimos momentos de la jornada. En ese umbral de participación se define buena parte del resultado de las elecciones del 26 de octubre, en un clima social atravesado por la apatía política, la crisis económica y el desencanto ciudadano.
Hay que tener en cuenta que hay un declive estructural de la participación desde la vuelta de la democracia y un malestar coyuntural con la política tradicional porque "la gente siente que su voto no cambia la realidad".
Un informe del Observatorio de Calidad Institucional (OCI) de la Universidad Austral proyecta que la participación podría caer a niveles inéditos desde 1983, con un ausentismo superior al 35%. El estudio, elaborado por Marcelo Bermolén, director del OCI, estima que solo el 65% del padrón concurriría a votar, tomando como referencia los diez comicios provinciales de 2025, donde la asistencia promedió el 59,37%.
"La desconfianza, la apatía y la rebeldía frente a las fuerzas políticas tradicionales se expresan hoy también en las urnas vacías", señaló Bermolén al presentar el informe.
Desde la Casa Rosada, en este contexto, el objetivo es elevar la participación. El presidente Javier Milei afirmó que "los malos no dejan de votar; los que no votan son la gente de bien. No hay que permitir que los malos dirijan nuestro futuro". Con esa frase, el mandatario busca movilizar a su base electoral y reforzar la idea de que el voto es una herramienta esencial para consolidar el rumbo político del país.
Fuentes del Ejecutivo estiman que la participación podría ubicarse entre el 70% y el 75%, impulsada por la incorporación de jóvenes de 16 y 17 años y el interés que despiertan las elecciones generales. Según el Gobierno, una concurrencia más alta sería clave para fortalecer su representación en el Congreso y avanzar con las reformas estructurales pendientes.