La señal de Macri a Milei: el PRO apoyará las reformas, pero con condiciones y se despega rumbo al 2027
En la cumbre del PRO que encabezó el expresidente Mauricio Macri no hubo críticas altisonantes hacia el gobierno de Javier Milei y todos coincidieron en apoyar sus reformas, en especial la "modernización" laboral, pero hubo un consenso aún mayor: el partido amarillo no será parte del oficialismo, sino un aliado que por momentos podría incomodar a la Casa Rosada.
Esa postura quedó clara con la decisión de mantener bloques del PRO en Diputados y el Senado independientes del Gobierno, como informó la diputada saliente y exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal a la salida del encuentro en la sede partidaria de la calle Balcarce, a metros de Plaza de Mayo. Es decir, no harán un interbloque con La Libertad Avanza (LLA).
Si bien la situación actual no cambia con esto, se trata de un mensaje fuerte. En primer lugar, porque estuvo de acuerdo el jefe del bloque de diputados, Cristian Ritondo, que tiene peso propio y una relación muy estrecha con el nuevo ministro del Interior, Diego Santilli. Además, la futura jefa de los senadores de LLA, Patricia Bullrich, sondeaba la posibilidad de armar un interbloque en el Senado. El PRO acaba de avisarle que eso no ocurrirá.
Pero además, el mensaje se complementa con una decisión que se filtró entre las declaraciones de los dirigentes que asistieron al encuentro: apoyarán la reforma laboral y la tributaria que enviará Milei al Congreso y que se debatirá entre enero y febrero, pero no será a "libro cerrado". De ninguna manera rechazarán la reforma laboral o la tributaria, según aclararon a iProfesional, aunque se reservan el derecho de proponer cambios o diferenciarse en algún punto llegado el caso.
Además revisarán ese acompañamiento en otros temas. De hecho, ya con el Presupuesto 2026 el PRO condiciona su respaldo a que se incluya el pago de la deuda que la Nación mantiene con la Ciudad de Buenos Aires por la coparticipación.
El PRO se mantiene independiente de Javier Milei: ¿qué implica para las reformas que discutirá el Congreso?
La fuga de diputados del PRO a LLA que impulsó Bullrich tras el triunfo del Gobierno en las elecciones fue uno de los temas que llevó a Macri a convocar a la cumbre partidaria. Quieren frenar la "sangría" o al menos negarla, como hizo Ritondo al apuntar que los que se fueron "ya estaban con Patricia antes".
Incluso, una fuente del PRO con acceso a la reunión remarcó ante una consulta de este medio que "no hubo expresiones de bronca contra el Gobierno, para nada". El clima -aseguran- fue ameno y todos coincidieron en seguir apoyando al oficialismo en el Congreso. "Estas primeras reformas (la laboral, la tributaria y la penal) se acompañan, luego se verá en cada caso", señalaron.
Y es que más allá del riesgo de que Milei siga quitando dirigentes, el objetivo de Macri y de los dirigentes que más se diferencian del oficialismo (como Vidal, Silvia Lospennato, Martín Yeza, Soledad Martínez, Jorge Macri y otros) era marcarle al Gobierno que el PRO acompañará, aunque no sin reparos. Y eso incluye, obviamente, a la agenda que el oficialismo impulsa en el Congreso. Quizá no en lo inmediato, pero si en el mediano plazo.
Vidal dio una señal al respecto al afirmar que el PRO "es un partido independiente, autónomo", que "no va a especular, va a acompañar lo que esté bien y va a acompañar lo que sea bueno para la gente, sobre todo en el programa fiscal del Gobierno, el programa macroeconómico que coincide con nuestras ideas", pero "en aquello que no, también lo va a decir".
Hace pocos días, en declaraciones televisivas la diputada Daiana Fernández Molero expresó: "Construyamos esa reforma laboral que queremos". La formulación de la frase por parte de esta figura en ascenso en el bloque PRO y cercana a Macri sugiere una búsqueda de consenso, más que un apoyo por adelantado a un texto que el Gobierno aún está redactando.
Otra definición muy sugestiva en ese sentido fue la que dio momentos antes de la cumbre el diputado nacional Martín Yeza, quien al ser consultado por el pase de cinco colegas suyos a LLA respondió: "Vamos a tener mucha más energía para dedicar al futuro, siendo que el Gobierno ahora depende mucho más de sí mismo a nivel parlamentario".
En efecto, LLA creció en cantidad de diputados con el triunfo electoral y además se aseguró el estratégico tercio de la Cámara al captar a cinco diputados actuales del PRO y tres electos. Pero igualmente necesitará ayuda para alcanzar la mayoría y, dado que tendrá mayor fortaleza parlamentaria desde diciembre, dependerá de cómo se mueve para conseguir esos acuerdos. Ahí es donde la independencia de los bloques amarillos podría darle algún dolor de cabeza.
El Presupuesto 2026, primera diferencia entre Milei y el PRO de Macri
Para llegar a los 129 votos en Diputados y a los 37 en el Senado el oficialismo necesitará de toda la bancada del PRO y es posible que no haya unanimidad en algunas votaciones, especialmente en las "particulares" donde se vota artículo por artículo. Es lo que ocurre cuando un bloque es autónomo y no se integra al oficialismo. Esto no sería fatal para LLA, pero sí lo obligaría a acordar con otros sectores para suplir esas eventuales bajas.
Otra señal de que el apoyo a las iniciativas del Gobierno no será a libro cerrado en todos los casos fue que todos hablaron de acompañar las reformas, pero evitaron sentar postura sobre el Presupuesto 2026, que se votará antes (en diciembre). De hecho, en la última reunión de la Comisión de Presupuesto y Hacienda el PRO firmó el dictamen junto a LLA pero en disidencia.
Esto se debe a que el proyecto de ley no contempla los fondos coparticipables que la Nación le debe a la Ciudad de Buenos Aires y que la administración de Milei se comprometió a pagar semanalmente ante la Corte Suprema de Justicia. El PRO demanda que se incorpore ese pago al Presupuesto.
El jefe de Gobierno porteño, Jorge Macri, se reunió el martes con el ministro de Economía, Luis Caputo, por este tema, pero no llegaron a un acuerdo. En la Ciudad aseguran que desde agosto los pagos semanales del 1,55% de la coparticipación que habían acordado en mayo se ralentizaron.
De esta forma, ya hay un proyecto sobre el cual el PRO condiciona su apoyo a que se hagan modificaciones al texto. Además, luego de la reunión Vidal también sostuvo que "no hay desarrollo económico sin inversión en infraestructura" y anticipó que el partido pondrá a disposición del Gobierno sus proyectos sobre obras públicas. No lo dijo en referencia directa al Presupuesto, pero todos saben que siempre es un tema clave en ese debate.
En este contexto, nada impide que esa situación de un apoyo condicionado a las iniciativas del oficialismo se repita con otras iniciativas, ahora que el partido amarillo decidió mantener su autonomía en el Congreso y, para más, "volver a ser alternativa" para 2027.
El PRO quiere ser "alternativa" en 2027 y se ratifica como un aliado incómodo para Milei
Esa definición no es nueva. Macri adelantó días atrás que el PRO tendrá un "candidato a presidente propio" en 2027. Fue horas antes de la última cena que compartió con Milei y que terminó mal porque se vio interrumpida por la renuncia de Guillermo Francos. El ahora exjefe de Gabinete intentaba por esos días afianzar una alianza entre el Presidente y el líder amarillo.
No obstante, el mensaje sonó más fuerte que nunca en la cumbre de este miércoles. "Tenemos el desafío de volver a ser una alternativa. ¿Por qué no podemos hacerlo? Soy optimista y es un camino que ya lo conocemos. La identidad del PRO está", señaló la vicepresidenta del partido e intendenta de Vicente López, Soledad Martínez.
A su turno, Vidal remarcó que "el PRO se construye a sí mismo como alternativa" e insistió en que quieren un partido "fuerte e independiente". También el diputado electo Fernando De Andreis, mano derecha de Macri, afirmó: "Lo que nos comprometimos es a trabajar para volver a ser una alternativa en la Argentina. Para eso nos vamos a dar un trabajo interno a partir de ahora y por supuesto que vamos a apoyar las reformas".
De esta manera, el PRO empieza a diseñar una estrategia de largo plazo que consistirá en no confrontar con el gobierno de Javier Milei y apoyar las reformas que impulsará en el corto plazo pero sin dejar de marcar que es un partido independiente, que puede plantear una visión que difiera de la libertaria en algunos casos, para tratar de llegar con expectativa al próximo turno electoral.
El nudo de la cuestión es que, aunque para 2027 falte mucho y hoy no asome en el partido de Macri un candidato presidencial más o menos nítido, la convivencia con el Gobierno en estos términos será por lo menos incómoda. Ningún Presidente está del todo a gusto con un aliado que declara su intención de disputarle el mando a mediano plazo.
La cumbre del PRO que encabezó Mauricio Macri dejó planteado un escenario de apoyo al gobierno de Javier Milei, pero con libertad para poner reparos, en una situación que no difiere mucho de la actual pero que precisamente por ello no es la ideal para el oficialismo, donde hubieran preferido un alineamiento más claro. Los libertarios no dejarán de tratar de captar dirigentes, como hicieron con Bullrich, Santilli y otros, pero el macrismo se propone resistir y llegar más o menos entero a 2027.