Reforma laboral: el plan del Gobierno para aprobarla antes del 30 de diciembre en el Senado

La reforma laboral es uno de los temas más espinosos de las sesiones extraordinarias del Congreso que convocó el presidente Javier Milei, pero la nueva jefa del bloque oficialista en el Senado, Patricia Bullrich, está dispuesta a hacer todo lo posible para tratar de darle dictamen en las comisiones esta semana o la próxima a más tardar, en un trámite exprés que le permitiría aprobar el proyecto y girarlo a Diputados antes de fin de año.

El Consejo de Mayo que integran representantes del Ejecutivo, de las empresas, de los gobernadores (el aliado oficialista Alfredo Cornejo, de Mendoza), del Congreso -diputados y senadores de PRO y UCR- y de los gremios se reunió este martes y presentó su informe sobre los diez puntos del Pacto de Mayo, entre los que está la reforma laboral. El proyecto ingresará al Senado entre esta noche y el jueves, según supo iProfesional.

La CGT, representada en el Consejo por Gerardo Martínez, decidió no ir a la reunión. Esta señal sobre la pulseada que se ve por delante no amilana al gobierno de Milei y mucho menos a Bullrich, históricamete enfrentada con la central gremial. Desde su nuevo lugar en el Senado, la exministra quiere ponerse al frente del tema acelerar su tratamiento desde este mismo miércoles.

Reforma laboral: el plan de Patricia Bullrich para buscar un dictamen "exprés" en Senado

La idea de Bullrich es reunir a la Comisión de Trabajo y Previsión Social este 10 de diciembre, día en que asumen los nuevos senadores, para que cada bloque designe a sus integrantes y elegir al presidente del cuerpo, puesto para el que no descarta proponerse ella misma, según trascendió, con la finalidad de manejar el debate sobre la iniciativa desde el inicio.

Fuentes del bloque oficialista señalaron a iProfesional que el plan más optimista de Bullrich es darle a la reforma laboral un trámite exprés en la comisión jueves y viernes de esta semana, para tratar de firmar el dictamen y dejarlo así listo para su votación en el recinto. En caso de no conseguirlo apuntarían a la semana próxima.

El objetivo de Bullrich es que la reforma laboral tenga la "media sanción" del Senado para el 30 de diciembre, cuando concluye esta primera parte de las extraordinarias que convocó Milei. "Es muy difícil, pero lo va a intentar", aseguró una de las fuentes consultadas por este medio al respecto.

De hecho, a la salida de la reunión del Consejo de Mayo, la senadora Carolina Losada (UCR) señaló al ser consultada por la reforma laboral que "en los próximos días seguramente cada uno con sus asesores va a analizar el proyecto, va a ver qué le parece bien y qué no". Ella se mostró de acuerdo pero no quiso hablar "por todo el radicalismo".

No obstante, la ambiciosa meta que se trazó Bullrich tiene que ver con su confianza en que los votos del bloque de la UCR y del PRO acompañarán a La Libertad Avanza, una cuenta que le da al Gobierno un panorama favorable en la Cámara alta.

¿Cuántos votos cuenta LLA para la reforma laboral y dónde buscará los que les faltan?

Ocurre que LLA cuenta ahora con un bloque de 20 senadores. Si se les suman los 11 de la UCR y los 4 del PRO alcanzaría 35 votos y quedaría a solo dos de los 37 que garantizan el quórum para sesionar y la mayoría para aprobar el proyecto.

Los operadores parlamentarios más experimentados señalan que, de todas formas, para estar seguros van a tener que "buscar tres o cuatro votos más". El cálculo no surge solo de la experiencia en votaciones ajustadas sino también de la nueva composición del recinto, donde LLA tendrá más bancas pero también más bloques donde buscar apoyo.

La mira del oficialismo está puesta en los senadores que responden a los gobernadores Gustavo Sáenz (Salta), Hugo Passalacqua (Misiones), Rolando Figueroa (Neuquén). Entre ellos orientan a cuatro senadores (la salteña Flavia Royón, la neuquina Julieta Corroza y los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut) que pueden ser la llave para la aprobación.

Sin embargo, en otros sectores de LLA son más cautos frente al objetivo que fijó Bullrich de avanzar esta misma semana con el dictamen, porque reconocen que primero el oficialismo deberá ganar la pulseada por la integración de las comisiones, donde también podría la presidenta de la Cámara alta, Victoria Villarruel.

El desafío de Bullrich: la pulseada con el peronismo por las comisiones

El mayor inconveniente para el oficalismo en ese aspecto es que las comisiones se integran según la correlación de fuerzas entre los bloques en el recinto y Unión por la Patria sigue siendo el espacio más numeroso, con 24 escaños (sin contar a los cuatro de Convicción Federal, que amagaron con irse).

Mientras sean primera minoría, los peronistas tendrían derecho a quedarse con más sillas en la comisión. Será el primer escollo que necesitará resolver Bullrich para acelerar la firma del dictamen y llevarlo a la votación en el recinto antes de fin de año.

El año pasado, cuando LLA tenía apenas 7 banccas y UP 33, Villarruel armó un acuerdo con los 39 senadores no kirchneristas para repartirse la mayoría de los lugares de las comisiones entre ellos y evitar que el kirchnerismo las controlara con su número, una jugada polémica porque se ató a una interpretación del reglamento criticada por los K.

Por estas horas, en el Senado afirman que los oficialistas "van a hacer todo lo que esté a la mano para avanzar con la reforma laboral, así que lo de Villarruel del año pasado les puede servir de antecedente para usar ahora". De esa pulseada dependerá cómo arranque el debate el jueves de esta semana.

La Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado tiene 17 lugares, incluidos el del presidente. El oficialismo necesitaría llenar 9 de esas sillas con libertarios y senadores del PRO, la UCR o bloques provinciales amigables si quiere acelerar el dictamen esta semana o la próxima.

Los puntos principales y los más conflictivos de la reforma laboral

La reforma laboral es el tema más espionoso de la agenda de Milei no solo por la resistencia de la CGT y un amplio sector del sindicalismo, sino por los antecedentes que hay en el mismo Senado. La última ley que fue en ese sentido se aprobó en el año 2000, a instancias del gobierno de Fernando de la Rúa, y terminó en un escándalo por el presunto pago de coimas a senadores justicialistas para su aprobación, algo que nunca se terminó de probar.

El proyecto que ahora impulsa el Gobierno tiene como ejes centrales la flexibilización de las modalidades de contratación y despidos, la redefinición de la base de cálculo para las indemnizaciones además de la creación de un sistema alternativo de cese laboral, y la limitación del poder de los sindicatos. Este es, lógicamente, uno de los puntos que más tensión genera con las centrales gremiales.

A la salida de la última reunión del Consejo de Mayo, Losada fue consultada por la prensa sobre la eliminación de la obligatoriedad de la cuota solidaria que cobran los sindicatos. Es un descuento automático que se les hace a los trabajadores aunque o estén afiliados. La senadora dio a entender que esto se suprimirá, pero otras versiones previas a la presentación oficial del proyecto ponen en duda que el Gobierno avance sobre las "cajas" de los gremios, pero que no se trabe el debate. 

La iniciativa elimina la ultraactividad de los convenios colectivos, es decir, la renovación automática tras su vencimiento. El proyecto establece que solo quedarán vigentes en esos casos las cláusulas normativas (condiciones de trabajo) pero no las cláusulas obligacionales, salvo un acuerdo de partes.

Además se establece una prevalencia de los convenios de ámbito menor (por empresa) sobre los de ámbito mayor (por actividad), otro punto muy resistido por los sindicatos y que puede influir, entre otros aspectos, en las negociaciones paritarias.

Estos puntos llevan a muchos senadores a advertir que no será fácil un "debate exprés" sobre la reforma laboral y que lo más probable es que todo quede para febrero, más allá de que las comisiones empiecen a discutirlo este mes. No obstante, Patricia Bullrich se muestra comprometida con el objetivo de apurar la firma del dictamen para darle media sanción y tributarle a Javier Milei lo que sería, sin dudas, un éxito político notable en una cámara tan difícil como el Senado.