La respuesta del BCRA tras el fallo de la Justicia que lo obliga a informar sobre el envío de oro al exterior
El oro argentino que el ministro de Economía, Luis Caputo, y el presidente del Banco Central, Santiago Bausili, enviaron al exterior en el mayor de los sigilos, siguiendo lo actuado en el año 2017 por Federico Sturzenegger, cuando estaba al mando del BCRA durante la gestión de Mauricio Macri, se convirtió en una controversia política: nadie le cree a nadie y genera incertidumbre alrededor del destino final del reluciente metal.
La decisión de Caputo y Bausili es similar, en su objetivo, a la adoptada por Sturzenegger cuando se enviaron u$s462 millones al banco de Inglaterra, un estimado de 11.000 toneladas de oro, para obtener rentabilidad en el mercado internacional. Esta operación fue la primera que significó un cambio de custodia grande, afuera del país, explícito y a un centro financiero de relevancia.
En tanto, según trascendió, desde el BCRA habrían respondido que "no existen contratos que registren el envío de oro al exterior".
La Justicia presiona al Gobierno: debe informar a dónde envió el oro del Banco Central
Pero entonces no existía el riesgo gigantesco que los acreedores por el juicio de expropiación de YPF, que se cursa en los tribunales neoyorkinos en los EE. UU., pudieran embargar y lanzarse sobre esos activos del Banco Central para intentar cobrar un juicio millonario por más de u$s18.000 millones por haber expropiado mal la petrolera, en 2012.
La información pública de funcionarios nacionales que permita revelar el lugar exacto al que se transfirieron las reservas de oro del país es la data más jugosa por la que los fondos de inversión de alto riesgo, conocidos como "buitres", están aguardando que aparezca para poner en aprietos a la administración de Javier Milei.
Los fondos denominados como "buitres" son fondos de capital o de inversión de alto riesgo que compran títulos de deuda, pública o privada, de países o empresas en problemas, cercanos al default o a la quiebra, en general por el 20% a 30% de su valor nominal para posteriormente litigar en tribunales internacionales para cobrar la totalidad del valor de esa deuda, además de los intereses por los años adeudados, sin aceptar reestructuraciones o quitas.
Esa es la principal razón esgrimida por los funcionarios actuales para no divulgar la ubicación exacta del oro trasladado al exterior alegando razones de seguridad y confidencialidad frente a acreedores que buscan embargar activos, como en juicios por la deuda, argumentando que la transparencia total expondría las reservas a riesgos.
Sin embargo, para el gremio La Bancaria y para los actuales directores de la Auditoría General de la Nación, que asiste al Poder Legislativo Nacional en el control externo del sector público, es un escándalo y exigen una rendición pública de lo actuado y reclaman por el acceso a la información pública que, en este sensible caso, no tiene ningún efecto por decisión del Poder Ejecutivo por lo que la controversia se judicializó.
La Cámara en lo Contencioso Administrativo Federal dispuso este lunes que el Banco Central brinde información pública vinculada al eventual envío de lingotes de oro al exterior, al hacer lugar a un amparo presentado por la Asociación Bancaria en el marco de la Ley de Acceso a la Información Pública.
La decisión fue adoptada por la Sala V del tribunal, integrada por los jueces Guillermo Treacy y Pablo Gallegos Fedriani, quienes revocaron el fallo de primera instancia que había avalado la negativa del organismo monetario a responder los pedidos de información.
En un reciente brindis de fin de año en oficinas gubernamentales de Casa Rosada se escuchó decir a un importante asesor del Presidente Milei "esta decisión es música para los oídos de los acreedores, pareciera que La Bancaria y la AGN trabajaran para los intereses de los fondos buitre y después nos dicen cipayos a nosotros por sacar el oro al exterior para obtener un rendimiento o una ganancia que la Argentina necesita como gotas de agua en un desierto".
Sacar rendimientos: el plan de Luis Caputo y Santiago Bausili
La constante carencia de dólares de la economía nacional y las recurrentes crisis de deuda del Estado llevaron a las autoridades económicas a intentar hacer rendir todos los activos al alcance, incluidos aquellos que son considerados por las actuales autoridades monetarias como un acierto del presidente Néstor Kirchner.
Porque en definitiva, el oro misterioso en cuestión es aquel que llegó a las arcas del Banco Central por la visión de Kirchner, que previó que la cotización de los metales se iba a recuperar durante su gestión.
La fundación Economía y Sociedad que preside el Dr. Alejandro González Escudero anotó que "al salir del período de la Convertibilidad, Néstor Kirchner previó la revalorización de los metales, preparando el terreno para la compra masiva de oro que efectuó un año más tarde por un total de 54,8 toneladas del metal. Fue la mayor incorporación desde el año 1959. El desembolso fue deu$s700-750 millones, aproximadamente".
Entre 2005 y 2010, el BCRA mantiene el stock y no vuelve a comprar grandes cantidades, pero el precio del oro aumenta fuertemente, de modo que el valor en dólares de ese mismo oro comprado en 2004 se incrementa. La apuesta al oro, desde 2003, había generado una ganancia contable para el BCRA de u$s2.600 millones.
"Con el precio internacional rondando los u$s1600/onza, el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, junto a Mercedes Marcó del Pont al frente del BCRA, incorporó casi siete toneladas adicionales, elevando el stock a 61,74 toneladas. Es el mayor nivel de reservas de oro que Argentina registró en su historia reciente", afirmó el analista de bolsa, Miguel Fernández.
Con Luis Caputo al frente de la economía durante la gestión de Cambiemos, el oro comenzó a utilizarse como activo de respaldo para las cuestiones crediticias del Tesoro y entre 2016 y 2017, se vendieron cerca de 5 toneladas de oro para pagar compromisos externos. Parte de ese monto fue recomprado durante la pandemia de Covid-19 por la administración de Alberto Fernández.
El malestar del kirchnerismo, el gremio bancario y parte de los directores de la auditoría pasa por la causa de la operación financiera diseñada por la dupla Caputo - Bausili. Realizar operaciones Repo, que consisten en la compra/venta de valores, en este caso un activo como el oro, con el acuerdo de recomprarlos/revenderlos en un tiempo determinado a un precio determinado, para obtener liquidez en dólares y afrontar vencimientos inmediatos.
Si bien el BCRA sostiene que el stock declarado, 1,98 millones de onzas, permanece estable desde hace al menos cinco años, tanto la oposición como la Auditoría General de la Nación reclamaron información precisa sobre destino, fechas, bancos custodios y tipo de operación de estos movimientos.
Sebastián Maril, es CEO de Latam Advisors y sigue atentamente el devenir del juicio por YPF en Nueva York. En declaraciones públicas, señaló que "si bien los expertos enfatizan que incautar oro soberano es extremadamente difícil, los legisladores argentinos han presionado repetidamente a la administración para que aclare tanto la ubicación como el uso de estos activos".
El Banco Central valora actualmente las reservas de oro de Argentina en 4.900 millones de dólares.
La respuesta del Gobierno a la AGN
Los auditores fueron invitados a conocer esta información "sensible", pero solo para sus ojos.
Cerca de Juan Manuel Olmos, titular del organismo legislativo, afirmaron que "la única propuesta que el Banco Central le hizo a la AGN fue ir a ver lo que se necesita desde sus computadoras sin la posibilidad de fotografiar, ni de hacer las copias necesarias, ni de tomar nota. Solo se podía retener con la memoria. Eso hace que técnicamente en la auditoría sea imposible trabajar. Únicamente se puede leer".
La auditoria cuenta con nuevos miembros, en medio de una controversia política entre La Libertad Avanza y el PRO, juraron, Mónica Almada, Pamela Calletti y Juan Ignacio Forlón.
No obstante, se abre otro capítulo en el caso de confirmarse lo que mediante notas comunicó el Central: no existirían contratos que registren el envío de oro al exterior. El diario Ámbito reportó que desde la oficina de Santiago Bausili, "los contratos de colocación de lingotes de oro con el BIS y/o cualquier otro depositario del exterior no existen a la fecha ni los había al 31/12/2024".
La postura oficial del BCRA, que ahora deberá ser ratificada en sede judicial, va más allá aún: "Los informes del servicio jurídico del BCRA respecto de cada contrato, no se han tenido que elaborar, ya que, como se informara anteriormente, no hay contratos".
Frente a esta situación, el misterio por el oro del Banco Central no hace más que acrecentarse y crece la desconfianza por su destino entre la oposición y el oficialismo político. Por sobre las peleas y las desconfianzas de los de adentro del país sobrevuelan los buitres siempre dispuestos a lanzarse sobre las sobras.