Una bóveda sale casi como una casa: por qué son tan caras y cómo funciona el negocio
Existe un mercado inmobiliario poco "convencional": el de la venta de bóvedas en los cementerios, como es el caso de Recoleta y Chacarita, en Buenos Aires. Se trata de estructuras que se construyeron con materiales de gran duración, como es el mármol, bronce y hormigón visto, y su valor puede llegar a ser similar al de un departamento de dos ambientes.
De hecho, si bien la mayoría parte desde los 12.000 dólares, existen opciones que llegan a valer hasta 95.000. Las mismas suelen tener entre 40 y 80 años de antigüedad y, de la misma forma que ocurre con los departamentos, se tiene que pagar expensas que se ubican entre $2.000 y $10.000 por mes, según la superficie que ocupen.
Por qué son tan costosas las bóvedas de los cementerios y cómo funciona el negocio
Tal como se mencionó anteriormente, uno de los factores que inciden en el precio de las bóvedas de los cementerios son los materiales con los cuales se construyeron. Asimismo, los precios suelen ser más elevados según la zona, siendo más costosas si se encuentran cerca de mausoleos de personalidades destacadas en campos como política, música, deporte y arte, entre otras actividades.
Con respecto al funcionamiento de este negocio, la venta de estas bóvedas se realiza cuando un descendiente o copropietario legítimo busca comercializarla, generalmente a través de una agencia inmobiliaria.
No obstante, también hay personas que eligen venderlas de forma directa mediante plataformas online, como es el caso de Zonaprop, para una mayor difusión. En cuanto a su tamaño, tienen entre 15 y 30 metros cuadrados de superficie.
Cabe mencionar que, al igual que en el mercado inmobiliario de viviendas, estas estructuras también experimentaron una baja en sus precios debido a la situación económica.
También es importante aclarar que lo que se comercializa es el mausoleo y no la parcela de tierra en la que se encuentra. Esto se debe a que, según la normativa de la Ciudad de Buenos Aires, la venta se limita a la estructura edilicia, debido a que el terreno es propiedad del Estado porteño.
Por lo tanto, las familias no son dueñas del suelo, sino que tienen una concesión de uso de la bóveda, la cual se transfiere al nuevo comprador. De hecho, muchas personas eligen trasladar a sus familiares a otros cementerios debido a los costos de mantenimiento y el estado de deterioro de ciertos mausoleos. En la actualidad, una refacción en estos espacios puede alcanzar los USD 500 por metro cuadrado.
Por último, es importante mencionar que muchos herederos que, por razones particulares, no quieren conservar este tipo de inmueble, suelen tasarlo y venderlo. Debido a que en cementerios como los de Recoleta ya no se suele admitir la construcción de nuevas bóvedas, por una cuestión de espacio, dependen de que propietarios existentes decidan vender.
Asimismo, cabe aclarar que la adquisición de una bóveda heredada conlleva una serie de requisitos complejos. Entre ellos se incluyen la necesidad de completar trámites judiciales para obtener la titularidad de la propiedad, al igual que el pago de una tasa anual y costos adicionales por servicios. En Chacarita, algunas bóvedas en venta tienen un valor que es superior a los u$s3.000 y están construidas con materiales duraderos, aunque de calidad inferior a los de Recoleta.