El mapa del lujo en Buenos Aires: dónde se concentra hoy la inversión inmobiliaria premium
En un contexto donde muchas capas del mercado inmobiliario enfrentan incertidumbre, el segmento del lujo emerge como un polo diferencial y resiliente. En barrios como Recoleta, Palermo y Puerto Madero, los valores por metro cuadrado para propiedades de alta gama ya superan los u$s5.157/m2 en cortes superiores, según un relevamiento reciente de iProfesional para las zonas premium de Recoleta-Palermo.
El radar del lujo inmobiliario: Recoleta y Puerto Madero, destinos de elite en Buenos Aires
Recoleta vuelve a destacarse en el radar inmobiliario porteño: en esa zona, los usos premium muestran precios que se ubican entre u$s2.200 y u$s2.800/m2 para unidades usadas de calidad, dependiendo de la ubicación y el edificio. Estas cifras, más allá de ser comparables con los costos de reposición, revelan la brecha estratégica que puede aprovecharse mediante la puesta en valor.
Por su parte, proyectos de lujo en Recoleta ya parten de valores que oscilan entre u$s3.500/m2 y u$s6.500/m2, dependiendo de la altura, el diseño y los amenities, como ilustran desarrollos como OM Recoleta.
En Puerto Madero, el perfil ultra premium prevalece, albergando residencias que compiten en escala, vistas y exclusividad con los mercados internacionales.
"Recoleta no es solo un barrio: es una promesa de pertenencia. Quien invierte ahí no solo busca techo, sino historia, prestigio y una lógica de capital que defiende el valor con el tiempo", afirma Francisco Bosch, Co-founder de Miranda Bosch.
¿Qué buscan los compradores premium?
- Calidad constructiva y estilo arquitectónico: techos altos, materiales nobles, fachada y detalles de autor.
- Ubicación central con servicios premium: proximidad a espacios verdes, gastronomía top, galerías de arte, embajadas, colegios reconocidos.
- Exclusividad y privacidad: espacios amplios, amenities de lujo, vistas y seguridad.
- Potencial de revalorización: comprar usado para reformar premium, por debajo del "costo de reposición" y capturar plus de valor con la puesta en valor.
Oportunidades que se abren
- Inversores extranjeros que buscan refugio de valor: u$s competitivo, necesidad de seguridad, ficha de patrimonio.
- Proyectos boutique de alto nivel, unidades de diseño, refacciones premium que suman valor.
- Alianzas estratégicas con medios de nicho, lifestyle, arquitectura/arte para amplificar presencia en este segmento.
Para desarrolladores, coleccionistas o familias que quieren marcar diferencia, la ecuación es clara: comprar hoy, intervenir con distinción y capitalizar en un barrio que redescubre su esplendor.
Barrios top de Buenos Aires muestran alza sostenida en el precio: cuánto cuesta el m2
El precio promedio por metro cuadrado en barrios como Recoleta y Palermo ya supera los 5.000 dólares, ubicándose en 5.157 u$s/m², lo que representa un incremento interanual del 4,22, según un relevamiento anual de Reporte Inmobiliario.
La zona analizada se encuentra limitada por las avenidas Figueroa Alcorta, Pueyrredón, Las Heras y la calle República de la India, y concentra una oferta significativa de desarrollos de alta gama.
En comparación con el año anterior, la superficie en ejecución aumentó de 123.123 m2 a 138.034 m2, consolidando este registro como uno de los más altos desde que se realiza el seguimiento. Este crecimiento refleja un interés sostenido de los desarrolladores por la zona, así como la demanda de unidades residenciales de lujo.
En total, se contabilizaron 32 proyectos, que incluyen tanto obras en distintas fases de construcción como edificios recientemente terminados. La cantidad de emprendimientos también supera a la del relevamiento previo, mostrando un dinamismo constante en el mercado.
¿Qué se necesita para comprar un departamento de lujo en Palermo y Recoleta?
Los desarrolladores mantienen exigencias estrictas para acceder a las unidades. Generalmente, se solicita un anticipo mínimo del 40% en dólares, con el saldo financiado en cuotas en pesos actualizables o dólares, dependiendo del proyecto. Esta modalidad busca equilibrar la demanda con la seguridad financiera frente a la volatilidad cambiaria.