Las casas prefabricadas de acero que son furor en Europa: costos y llegada a Argentina

El acceso a la vivienda propia es una de las grandes asignaturas pendientes a nivel global. Mientras los costos de la construcción tradicional se disparan y los precios de los alquileres superan la capacidad de ahorro de la mayoría, el mercado internacional encontró en las casas prefabricadas de última generación una solución práctica, veloz y, sobre todo, altamente accesible. Un modelo específico, vendido a través de plataformas de comercio electrónico, se transformó en un verdadero furor en Europa, redefiniendo las expectativas sobre lo que se puede obtener por un presupuesto extremadamente ajustado.

El fenómeno de estas viviendas modulares, que captaron la atención masiva en España y el resto del continente, se centra en una unidad de dos plantas fabricada en acero, cuyo precio de venta se sitúa en una cifra inferior a la de muchos automóviles de gama media. Esta estructura se comercializa en el gigante Amazon completamente equipada, cumpliendo con la demanda de un espacio funcional con la distribución de una casa familiar: sala de estar, cocina, baño y la posibilidad de contar con tres habitaciones.

El impacto de esta noticia se traduce directamente a las preocupaciones del mercado argentino, donde la búsqueda de soluciones habitacionales eficientes y económicas es una prioridad. Si este modelo es capaz de cambiar el paradigma del alquiler en Europa, inevitablemente surge la pregunta clave en el ámbito local: ¿es viable su importación o replicación en el país? La respuesta implica analizar su diseño modular, sus materiales resistentes y, fundamentalmente, la ecuación de costos y logística que permitiría concretar su llegada a Argentina y competir con la floreciente industria de la construcción en seco nacional.

Cómo es la casa de acero que se vende por menos 21.000 euros

El principal atractivo de esta vivienda prefabricada reside en su arquitectura modular de acero, diseñada bajo una premisa fundamental: la eficiencia en el transporte y la rapidez de montaje. Vendida a un precio final de 20.787 euros, esta unidad compacta se destaca por características que la hacen una opción versátil tanto para vivienda permanente como para alojamiento turístico o complementario.

Comodidad y economía, las casas prefabricadas de acero en Amazon.

La estructura está compuesta por acero tratado, lo que le otorga una alta resistencia y durabilidad. Los fabricantes hacen hincapié en que el material es sometido a procesos específicos para evitar la corrosión, un factor esencial para prolongar la vida útil de la vivienda. En términos de dimensiones, el modelo es estandarizado y funcional: 11.78 metros de largo, por 6.3 metros de ancho, y una altura de 2.48 metros. Esta configuración permite una flexibilidad inusual, ya que el diseño es modular, ofreciendo opciones de configuración interna que se adaptan a las necesidades del comprador, desde un concepto abierto hasta la división en dos o tres dormitorios independientes.

El factor de la rapidez de instalación es otra de las claves que impulsaron su viralización. Al ser una solución plug and play con un sistema plegable, el tiempo necesario para dejar la casa lista para habitar se reduce drásticamente en comparación con la construcción tradicional. Además, el modelo incorpora características de eficiencia energética, respondiendo a las demandas modernas de sustentabilidad, un punto clave que la diferencia de las antiguas casas prefabricadas con reputación de mala calidad o escasa aislación.

¿Cuánto cuesta tener esa casa prefabricada de acero en Argentina?

El prometedor concepto de una vivienda completa por un precio inferior a los 22.000 euros despierta inevitablemente la especulación sobre su viabilidad económica en el mercado argentino. Para trasladar esta cifra a la realidad local, es necesario realizar una conversión y sumar los costos asociados a la importación, aranceles y logística.

Tomando como referencia el precio base de €20.787, la cifra se traduce aproximadamente a US$22.500 (dependiendo de la cotización euro-dólar del día). Si bien este valor de base es tentador, el costo final para el consumidor argentino se ve drásticamente incrementado por múltiples factores:

1. Costo de flete internacional: La unidad debe ser transportada desde el punto de origen (generalmente Asia o Europa) hasta un puerto argentino, lo que implica miles de dólares adicionales por el transporte marítimo de un contenedor de gran volumen.

2. Aranceles e impuestos de importación: Argentina aplica impuestos y derechos de importación a los bienes terminados, que pueden elevar el costo del producto entre un 25% y un 50% del valor original, dependiendo de la clasificación arancelaria del bien.

3. Impuesto al Valor Agregado: Los impuestos locales sumados al IVA representan otro componente significativo en la estructura de costos.

4. Montaje local: El precio no incluye la preparación del terreno, la base de hormigón, ni las conexiones de servicios esenciales (agua, cloacas, electricidad) que deben realizarse en el destino final.

Sumando estos componentes, el valor de la vivienda en el país, sin incluir la compra del terreno, podría ubicarse fácilmente en el rango de los US$35.000 a US$45.000. Si bien sigue siendo un precio competitivo frente a la construcción tradicional de ladrillo, el margen de ahorro no es tan radical como el precio europeo inicial.