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De los porros de Elon Musk a los excesos de John McAfee y la coca de Sean Parker

La reputación de la que gozan algunos de los multimillonarios más reconocidos de la industria tecnológica los aleja del estereotipo del CEO perfecto
18/09/2018 - 08:29hs
De los porros de Elon Musk a los excesos de John McAfee y la coca de Sean Parker

Días atrás, el vídeo de Elon Musk fumándose un porro se hizo viral en las redes sociales en cuestión de horas.

El mismo muestra un momento de la grabación de un podcast, cuando el locutor le ofrece al fundador de Tesla, SpaceX, SolarCity, un cigarrillo de marihuana. El empresario no duda en agarrarlo y, tras preguntar si eso es legal (en California lo es), no duda en fumar, dibujando a continuación en su rostro una expresión de aprobación.

Unos instantes después, meneando un vaso de whiskey, dice que el alcohol es una droga a la que le tiene mucho aprecio.

La combinación gurú tecnológico y drogas es bastante común en EE.UU. Musk no es ni mucho menos la única estrella de Silicon Valley con un comportamiento tan poco ortodoxo, relacionado con el consumo de estupefacientes, asegura el diario El País. 

No es ni el primero ni el más reconocido multimillonario de la Meca de la tecnología con reputación de "bad boy" (chico malo).

Un caso emblemático es John McAfee, el programador de origen escocés pionero en el diseño de software antivirus y en los protocolos de escáner de sistemas. También trabajó para la NASA, para Xerox y para Lockheed Martin. En 2010 Intel compró su compañía por 7.680 millones de dólares.

 

Desde entonces ha tenido más aventuras empresariales y, en los últimos años, se ha convertido en un importante inversor en criptomonedas. Aunque el personaje trasciende más por otras excentricidades: ha sido detenido más de una vez por manejar bajo el efecto de las drogas. E incluso hace unos años fue acusado de asesinato en Belice.

Es además un amante del yoga y las armas, y vive rodeado de mercenarios que le hacen de guardaespaldas. Hasta se ha presentado a las elecciones presidenciales de EE.UU. recordó El País. 

A fines del año pasado se le conoció una particular afirmación: aseguró que se comerá su propio pene si el Bitcoin no llega al millón de dólares en 2020.

También fue víctima de un intento de asesinato, según relató él mismo en Twitter. Fue envenenado, dice, por sicarios relacionados con el turbio suceso de Belice. 

Se rumorea que el actor Johnny Deep interpretará a McAfee en una próxima "biopic". 

 

Otro de los casos de excéntricos millonarios de Silicon Valley que llegaron a la pantalla grande, y no precisamente por sus logros profesionales, fue el del fundador de Napster y primer presidente de Facebook, Sean Parker (interpretado por Justin Timberlake en la película "The social network"). 

Parker co-fundó Napster a los 19 años y llegó a ese cargo directivo en Facebook a los 25. Ya a los 16 había sido detenido por el FBI por hackear desde casa de sus padres las webs de varias multinacionales y romper la seguridad de bases de datos militares, según este reportaje de Vanity Fair.

Considerado un genio de la informática y un visionario de internet, todo hacía pensar que este joven autodidacta lo tenía todo para convertirse en uno de los nombres propios del panteón de los emprendedores de Silicon Valley.

Pero Parker fue nombrado presidente de Facebook en verano de 2004 y despedido al año siguiente, tras ser arrestado por posesión de cocaína en una fiesta que dio en su casa.

Aunque se le detuvo sin cargos, fue demasiado para una empresa que estaba arrancando (y que acababa de conseguir como inversor a Peter Thiel, fundador de PayPal, precisamente gracias a Parker).

Según relevó El País, Parker no tiene ni 40 años de edad y Forbes estima su fortuna personal en más de 3.000 millones de dólares. Hoy es accionista de Spotify, y en 2010 trascendió que donó 100.000 dólares a la campaña de legalización de la marihuana en California.