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El movimiento Bauhaus que colocó belleza y funcionalidad al mismo nivel celebra el centenario de su nacimiento con un nuevo museo

El Bauhaus Museum ha abierto sus puertas en su Weimar natal, Alemania, para reivindicar una visión disruptiva del diseño y la arquitectura
12/04/2019 - 11:52hs
El movimiento Bauhaus que colocó belleza y funcionalidad al mismo nivel celebra el centenario de su nacimiento con un nuevo museo

Este 2019 la corriente Bauhaus cumple cien años. No es nada si se compara con otros movimientos artísticos, arquitectónicos y de diseño que tardaron siglos en instalarse y otros tantos en desaparecer. 

Lo curioso del Bauhaus quizás sea la ruptura absoluta que tuvo con las tendencias anteriores y la necesidad de su creación en una sociedad que, devastada por la guerra del 14, lo estaba pidiendo a gritos.

Esta semana, a cien años de su nacimiento, se abrieron las puertas de un nuevo museo en la pequeña ciudad de Weimar, en el centro de Alemania, donde la Bauhaus fue fundada hace un siglo, antes de que un nuevo Gobierno regional de derechas la expulsara de la localidad, alegando que estaba "infiltrada por judíos".

El llamativo nuevo museo minimalista en un edificio con forma de cubo, por un lado, celebra a uno de los movimientos de diseño más influyentes y revolucionarios del mundo, por el otro, evoca el lado más oscuro de la historia de Alemania.

"Hemos abierto una nueva ventana: para la presentación de la Bauhaus, su prehistoria en Weimar y su enorme impacto luego de que fuera expulsada" de la localidad, aseguró el presidente de la Fundación Clásica de Weimar, Hellmut Seemann.

Fotos a gran escala en blanco y negro de 16 sobrevivientes del cercano campo de concentración nazi de Buchenwald también fueron colocadas en las inmediaciones del museo, mientras Weimar se prepara para recordar además el 74 aniversario de la liberación de ese campo de concentración.

Weimar, tan pequeña como poderosa

Con una población de unos 65.000 habitantes, Weimar dista de ser una gran ciudad. Sin embargo, ha desempeñado un gigantesco rol en la historia moderna de Alemania y también en su vida cultural. Porque Weimar albergó a gigantes de las letras, la filosofía y la música germanas, como Johann Wolfgang von Goethe, Friedrich Schiller, Friedrich Nietzsche y Franz Liszt.

El aniversario este año de la Bauhaus -fundada en 1919 por Walter Gropius- también coincide con los eventos conmemorativos por el siglo del primer y fallido intento en pos de la democracia alemana, la República de Weimar, que ayudó a allanar el camino al ascenso de Hitler al poder.

Tras una disputa de dos años por el emplazamiento del museo, los organizadores resolvieron ubicar el edificio con vistas al parque central de Weimar y al cercano Gauforum de la época nazi, con el fin de poner de relieve el papel de la Bauhaus en los acontecimientos que marcaron el siglo XX en Alemania.

"La estructura funciona como una bisagra en la línea divisoria de la historia alemana", consideró la arquitecta berlinesa del museo, Heike Hanada.

"La intensa historia de acontecimientos de Weimar, la aparición del modernismo y su posterior expulsión (por parte de los nazis) se ve enfatizada de manera clara y consciente con la ubicación del museo", comentó Hanada.

Construido como centro en el que se desarrollaban los programas de trabajos forzados de los nazis, parte del amplio Gauforum fue recientemente renombrado "Weimar Atrium" para convertirse en un centro de compras y complejo de cines.

Con un costo de realización de 27,04 millones de euros (30,4 millones de dólares), el nuevo museo de Weimar es uno de los tres grandes museos que conmemora este año el aniversario de la Bauhaus.

Mientras que el museo de la Bauhaus en Berlín está siendo remodelado, la ciudad de Dessau planea abrir otro museo para albergar su colección de la Bauhaus en septiembre.

Alrededor de 10 años después de la planificación, el aumento del 16 por ciento en el costo final del museo de Weimar representó un sobrecosto relativamente modesto en comparación con los hinchados presupuestos de varios otros grandes proyectos de infraestructura y culturales de Alemania.

Un total de 13.000 ítems forman actualmente parte de colección de la Bauhaus de Weimar.

Entre estos se incluyen la silla Wassily de Marcel Breuer y la cuna de Peter Keler, que pone en práctica las teorías de color de su maestro Wassily Kandinsky.

Asimismo comprende cerámicas, fotos, tapetes, cafeteras, teteras y lámparas. Cada uno de estos ítems refleja el intento de la Bauhaus por satisfacer la expansión de la vida urbana del siglo XX con objetos para uso diario que son de carácter funcional y simultáneamente bello, según la fuente DPA.

El movimento

La definición del Movimiento Bauhaus parece sencilla: formada por las palabras alemanas ‘Bau’ (construcción) y ‘haus’ (casa), representa la escuela de arquitectura, diseño, artesanía y arte fundada en 1919 por Walter Gropius en Weimar (Alemania) y cerrada por las autoridades prusianas en manos del Partido Nazi catorce años después, en 1933. Sin embargo, la relevancia y la influencia que tuvo convirtieron a la abreviatura en sinónimo de revolución y de modernización radical del diseño en el mundo entero. Convertida en estilo, la Bauhaus extiende su influencia hasta hoy en día.

El desafío adoptado por la mayoría de los movimientos culturales innovadores que han surgido a lo largo de la historia ha sido siempre "lograr una cultura del pueblo y para el pueblo". Y también fue ese el pensamiento que apadrinó los comienzos de la Bauhaus, una escuela convertida en estilo en la que la principal intención era la simplicidad de las formas reduciendo el objeto a la mera funcionalidad.

 "No es un estilo, sino una actitud", llegó a expresar sobre la Bauhaus su creador, Walter Gropius, y es que hay momentos históricos en los que la confluencia de ideas, personas y fuerzas culturales y tecnológicas pueden transformar el mundo si se dan las condiciones adecuadas, y la Bauhaus representa uno de esos momentos y ese lugar concreto en la historia y en el mundo.

La Bauhaus logró ofrecer una visión del futuro verdaderamente radical, internacional y optimista a pesar de la agitación económica y el conservadurismo cultural que existían al final de la Primera Guerra Mundial.

La fundación de la Bauhaus se produjo en un momento de crisis del pensamiento moderno en el conjunto de Europa y particularmente en Alemania.

Su creación se debió a la confluencia de un conjunto de desarrollo político, social, educativo y artístico en las dos primeras décadas del siglo XX, al que hay que unir el empuje de las vanguardias artísticas de comienzos del siglo pasado.

La Bauhaus sentó las bases normativas y patrones de lo que hoy conocemos como diseño industrial y gráfico. Hasta tal punto fue así que puede decirse que antes de la existencia dela misma, estas dos profesiones no existían y fueron concebidas dentro de esta escuela.

Estableció también los fundamentos académicos sobre los cuales se basó en gran medida una de las tendencias más predominantes de la nueva Arquitectura Moderna, incorporando una nueva estética que abarcó todos los ámbitos de la vida cotidiana: arquitectura, arte, diseño interior… Dada su importancia, las obras de la Bauhaus en Weimar y Dessau fueron declaradas como Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 1996.

El inicio de la Bauhaus hay que situarlo hace un siglo, en 1919, cuando el arquitecto alemán Walter Gropius estableció la ‘Staatliches Bauhaus’, una escuela dedicada a unir todas las ramas de las artes bajo un mismo techo. La escuela actuó como un centro para los creativos más experimentales de Europa, con artistas conocidos como Josef Albers, Wassily Kandinsky y Paul Klee, que ofrecían su experiencia como instructores. Fue una escuela de arquitectura que, curiosamente, en los primeros años no tuvo departamento de arquitectura, localizada en Weimar (Alemania) con el propósito principal de ser la propuesta opuesta a la arquitectura clásica llena de patrones y cánones.

Cuando Gropius fue nombrado encargado de la escuela de arte en Weimar tomó la decisión de combinar la Academia de Bellas Artes con la Escuela de Artes y Oficios; unificar sus actividades y eliminar las diferencias entre artistas y artesanos. Este movimiento abarcó también el diseño de lámparas, sillas y muebles, trabajando con unas hipótesis que formaron parte de los principios ideológicos de esta escuela, basadas en la economía expresiva y en la adecuación a los medios productivos para todas las formas de diseño, es decir, una especie de maridaje entre el arte y la ingeniería.

El buscador Google se ha sumado al homenaje a la escuela de Mies van der Rohe, Kandinsi y Marcel Breuer, entre otros, con un doodle en el que destacan las clásicas formas geométricas del movimiento Bauhaus, así como varios de sus diseños más icónicos, como la Silla Wassily, o el característico edificio construido por Gropius en la ciudad de Dessau cuando la presión política le obligó a trasladar el centro de Weimar.