La cuestión es sencilla: no hay que comer por varias horas (o muchas). El ayuno intermitente implica períodos alternados de restricción calórica y la alimentación normal.

Un estudio encontró que los ratones que comieron una dieta alta en grasas durante todo el día desarrollaron hígados grasos y diabetes. Pero aquellos que comieron la cantidad exacta de calorías durante ocho horas eran más delgados y saludables.

"El ayuno intermitente reduce el perfil inflamatorio en la sangre", dijo Anne Haney Cross, MD, profesora de neurología en la Universidad de Washington en St. Louis.

Los investigadores creen que puede ayudar con la pérdida de peso y enfermedades, como artritis, migrañas, enfermedades intestinales y presión arterial alta. "Vimos disminuciones en la presión arterial para que pudiera contribuir a la salud del corazón", dijo el Dr. Krista Varady, profesor de nutrición en la Universidad de Illinois, Chicago.

También podría reducir el riesgo de enfermedad cardíaca, Parkinson, Alzheimer y esclerosis múltiple. Pero lo cierto es que es difícil. "Lo he intentado yo misma", dijo Cross.

Además. un estudio de un año de duración encontró que quienes ayunaron tenían niveles de colesterol más altos que quienes no. 

Hay algunas maneras diferentes de probar el ayuno intermitente.

Con un día de ayuno alternativo, se ayuna cada dos días.

El plan cinco: implica comer normalmente durante cinco días a la semana y limitar las calorías a 500 o menos dos días a la semana.

Y existe el enfoque de tiempo restringido en el que implica de 12 a 16 horas restringiendo la comida.

Pero algunos expertos dicen que el ayuno intermitente no es para todos porque puede provocar atracones.

Si está pensando en intentar el ayuno intermitente, consulte primero a su médico.