El cine es un paciente en estado terminal y no le podemos echar toda la culpa a Netflix
La noticia cayó como una bomba para las salas de cine de Argentina: julio tuvo la recaudación más baja en 15 años, justo en plena temporada alta de estrenos. Pero el problema no es local: el cine lucha por reconquistar al público en todo el mundo. ¿Por qué menos gente va al cine? Múltiples causas explican la crisis de las salas.
Blockbusters en crisis, Hollywood ya no garantiza éxito
"Eventualmente ocurrirá un gran colapso", advirtió Steven Spielberg en 2013. "Vamos a ver una implosión donde 3, 4 o 6 películas de mega presupuesto se van a estrellar en la taquilla, y eso cambiará el paradigma". La predicción se cumplió: cada vez más tanques de Hollywood fracasan en taquilla.
Misión Imposible: La sentencia final costó u$s400 millones, una de las películas más caras de la historia, sin contar gastos de marketing. No logró duplicar su inversión, como suelen esperar los estudios, en su paso por cines. Las superproducciones de Hollywood cada vez cuestan más y recaudan menos. El efecto "bola de nieve" que pronosticaba Spielberg.
El cine de superhéroes, que dominó la taquilla durante más de una década, muestra signos de agotamiento. Marvel y DC acumulan más tropiezos que éxitos. Ni las nuevas entregas de Capitán América o Joker lograron despertar el entusiasmo de antes. Salvo excepciones, el público le soltó la mano a los superhéroes.
Falta de originalidad y diversidad en la cartelera
Las salas están repletas de remakes, secuelas y franquicias. Fue la gran apuesta de Hollywood durante estos últimos años. Lo que el siglo pasado solía ir directo a video, ahora ocupa lugar central en la cartelera. El resultado es previsible: productos reciclados con éxito desigual, mientras crece el reclamo por historias nuevas.
La apuesta tuvo resultados mixtos. Remakes como Lilo & Stitch y Cómo entrenar a tu dragón fueron exitosas, pero otras, como Blanca Nieves y Bailarina, no alcanzaron los resultados esperados.
La calidad de las películas
Una película taquillera no necesariamente indica buena calidad (algo que, después de todo, es subjetivo), pero en sitios como IMDb o Letterboxd, pocas películas de 2025 logran destacarse. Este año, muy pocos estrenos superaron los 7 puntos sobre 10, un umbral simbólico para lo que podríamos aceptar "recomendable".
En cambio, los reestrenos probaron ser exitosos. Interestelar, La venganza de los Sith o El viaje de Chihiro, llevaron al público de nuevo al cine, a pesar de estar disponibles para ver en casa. ¿Por qué el público llena las salas con los reestrenos? La respuesta es alentadora: porque reconocen que el cine todavía es la mejor opción, no solo en términos de calidad de imagen y sonido, para disfrutar de una gran película.
El cine perdió al público adulto
Al concentrarse en películas infantiles y franquicias, Hollywood descuidó al público adulto. Aunque más rentables, estas producciones no conectan con los espectadores mayores, ni con los jóvenes: según una encuesta del Wall Street Journal, las nuevas generaciones prefieren ver cine en casa desde la pandemia.
El problema es que las generaciones más jóvenes, nativos digitales cuya capacidad de atención está afectada por la lógica de las redes sociales, no tienen el mismo entusiasmo de las generaciones pasadas por la experiencia cinematográfica.
Las películas para adultos no solo escasean: cuando llegan, muchas veces se estrenan en pocas funciones, mal programadas o sin promoción. El círculo se retroalimenta.
Mayor recaudación no significa mayor convocatoria
Según analistas de mercado, recién para 2030 el cine volvería a los niveles de recaudación mundial que tenía antes de la pandemia. Eso lo conseguiría a través del incremento del precio de las entradas (una tendencia que se profundizó en las últimas décadas) y las salas premium, como IMAX, más caras que las tradicionales.
Es decir, es una recuperación relativa. A las películas les cuesta cada vez más recaudar lo mismo que conseguían hace 15 o 20 años, aún con entradas cada vez más caras en todo el mundo.
¿Qué pide el público que el cine no le está dando?
La industria del cine dio marcha atrás con los estrenos simultáneos en salas y streaming: el público prefiere el cine. Pero exige diversidad en la cartelera. Opciones para ver las películas con subtítulos o dobladas. Calidad de imagen y sonido. Y, sobre todo, nuevas y buenas historias.
El cine sobrevivió a la llegada de la TV, los videocasettes, internet, el streaming y la pandemia. No es la primera vez que lo dan por muerto. Pero ahora el cine tiene que volver a hablarle y a escuchar al público. La solución no está en más presupuesto, efectos visuales o franquicias, sino en las bases: creer en el poder de las buenas historias bien narradas. Lo que hizo siempre grande al cine.