ENTRENAMIENTO

La explicación de un experto a la falta de motivación para hacer ejercicio físico

Un reconocido biólogo evolutivo explicó por qué cuesta tanto ponerse a entrenar y propuso tres claves ancestrales para lograr hacer ejercicio
Por J.M.
SALUD - 21 de Mayo, 2025

En un mundo obsesionado con el gimnasio, los maratones y la búsqueda de la "vida fitness" perfecta, la culpa por no cumplir con la rutina de ejercicio es una sensación constante para muchos. Para quienes se sienten identificados, hay dos buenas noticias: en primer lugar, no están solos, y segundo, podrían estar simplemente siguiendo los instintos más primarios. El Dr. Daniel E. Lieberman, una eminencia de la biología evolutiva y profesor en la Universidad de Harvard, publicó un libro que desmitifica la idea de que es "normal" ejercitarse y da una perspectiva liberadora sobre nuestra relación con la actividad física.

Lieberman, cuyo trabajo se centra en cómo y por qué el cuerpo humano evolucionó para lucir y funcionar como lo hace, con el fin de prevenir enfermedades y promover la salud, profundiza en la evolución y la biología de la actividad física. Según el experto, "vivimos en un mundo donde todo el mundo sabe que el ejercicio es bueno para la salud, y sin embargo, a la gran mayoría de la gente le cuesta hacerlo". Las estadísticas son contundentes: apenas una cuarta parte de los estadounidenses -donde Lieberman hizo su estudio- hacen ejercicio en su tiempo libre. La razón, según Lieberman, es simple: "Estamos pidiendo a la gente que elija hacer algo que es inherentemente anormal en el sentido de que evolucionamos para no hacerlo".

Por qué cuesta ponerse a entrenar: teoría de que no estamos diseñados para ejercitar

El Dr. Lieberman explica que los humanos sí evolucionaron para moverse y ser físicamente activos. Sin embargo, hay una diferencia crucial entre la actividad física inherente a la supervivencia y el "ejercicio", que para el especialista es la "actividad física voluntaria en aras de la salud y la forma física". "Hasta hace poco nadie hacía eso. De hecho, sería algo un poco loco de hacer". Un cazador-recolector o un agricultor de subsistencia no se embarcaría en una carrera de ocho kilómetros innecesaria por la mañana, ya que eso le quitaría calorías preciosas que necesitaba para otras prioridades vitales, ejemplifica Lieberman.

"En resumen, los humanos tenemos estos instintos profundos de evitar la actividad física innecesaria, porque hasta hace poco era beneficioso evitarla", subraya Lieberman. Y añade una reflexión que cambia la perspectiva: "Ahora, juzgamos a la gente como vaga si no hace ejercicio. Pero no son vagos. Solo están siendo normales". Este concepto es clave para entender por qué la fuerza de voluntad a menudo no es suficiente.

El Dr. Lieberman y su teoría de que es completamente normal no motivarse para entrenar

Cómo ponerse a entrenar: tres claves ancestrales para "engañar" a nuestro cerebro y movernos más

Dado que "medicalizar y comercializar el ejercicio obviamente no está funcionando", el Dr. Lieberman propone pensar como antropólogos evolutivos para superar estos instintos naturales. Ofrece tres estrategias prácticas:

  • Ser compasivo con uno mismo y reconocer los propios instintos: El primer paso es dejar de sentirte mal por no querer hacer ejercicio. "No te sientas mal por no querer hacer ejercicio, pero aprende a reconocer estos instintos para poder superarlos", aconseja. Él mismo confiesa que, a menudo, cuando es de mañana y hace frío, su cerebro le da todo tipo de razones para posponer la carrera. "A veces tengo que forzarme a salir por la puerta", admite. La clave es entender que esas "pequeñas voces" son normales y que incluso los "adictos al ejercicio" luchan contra ellas. Superarlas es parte del proceso.
  • Hacerlo necesario o socialmente gratificante (o ambas): Nuestros ancestros se mantenían activos por dos razones fundamentales: por necesidad (cazar, recolectar para no morir de hambre) o por diversión y recompensa social (bailar, jugar). "Si queremos ayudarnos a hacer ejercicio, necesitamos tener esa misma mentalidad", explica Lieberman. La clave es hacerlo divertido y, fundamentalmente, necesario. Una de las formas más importantes de hacerlo necesario es socializar la actividad, como unirse a un grupo de corredores. "La obligación lo hace divertido, social y necesario", destaca el experto.
  • No te obsesiones con el tiempo ni con ser un atleta de élite: Existe un mito de que evolucionamos para estar perpetuamente activos, correr maratones o levantar rocas gigantes. La realidad es mucho más sencilla. "Nuestros ancestros eran razonablemente, pero no excesivamente, activos y fuertes", aclara Lieberman. Un cazador-recolector típico realiza solo unas 2 horas y cuarto al día de actividad física moderada a vigorosa, y sorprendentemente, ¡se sientan casi tanto como nosotros, cerca de 10 horas al día! Lo más alentador es que "un poco de actividad física es enormemente saludable". La ciencia muestraa que tan solo 150 minutos de ejercicio a la semana —¡solo 21 minutos al día!— reducen las tasas de mortalidad en aproximadamente un 50 por ciento. Saber esto, según Lieberman, puede ayudar a la gente a sentirse mejor por hacer un poco de ejercicio en lugar de nada.
  • En definitiva, el mensaje del Dr. Lieberman es liberador: no somos inherentemente "vagos", sino que nuestros cuerpos están programados para conservar energía. Comprender esta raíz evolutiva nos permite abordar la actividad física desde una perspectiva más compasiva y efectiva, buscando estrategias que alineen el ejercicio con nuestros instintos, en lugar de luchar constantemente contra ellos. La clave no es transformarse en un atleta olímpico, sino encontrar la forma de integrar el movimiento de manera necesaria, divertida o social en nuestras vidas, recordando que un pequeño esfuerzo diario puede generar enormes beneficios para nuestra salud y bienestar.

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