Quiénes pueden acceder a una pensión por incapacidad en diciembre 2025
Algunas personas pueden acceder a una pensión por incapacidad cuando presentan una enfermedad o condición que limita su posibilidad de desempeñar tareas laborales. Este beneficio, otorgado por la Seguridad Social, está destinado a quienes padecen una incapacidad física o mental que restringe, en forma total o parcial, su capacidad para trabajar.
Sin embargo, la obtención de este derecho no es automática ni sencilla. De acuerdo con cifras del Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), más del 53,47% de las solicitudes son rechazadas, y diversos especialistas señalan que ese porcentaje podría ser incluso mayor.
A diferencia de otras prestaciones, no existe un listado cerrado de enfermedades que asegure el acceso a una pensión. La definición depende de la evaluación del Tribunal Médico, que analiza cada caso de forma individual para determinar el grado de afectación funcional y laboral.
Quiénes pueden acceder a una pensión por incapacidad
Para solicitar una pensión por incapacidad permanente, es necesario estar incluido en alguno de los regímenes de la Seguridad Social y cumplir los requisitos correspondientes según el tipo de incapacidad: parcial, total, absoluta o gran invalidez.
La decisión final queda en manos del Tribunal Médico, responsable de evaluar cómo una enfermedad o lesión impacta en la capacidad de trabajar. En determinadas situaciones, también puede intervenir ANSES.
Si bien el INSS no presenta un listado oficial de patologías que habiliten de forma automática la prestación, el estudio Campmany Abogados identificó 78 enfermedades que aparecen con frecuencia en los expedientes aprobados. De ellas, 27 se consideran las más representativas, entre las que se encuentran:
-
Alzheimer: la enfermedad puede derivar en una pensión por incapacidad permanente, aunque el diagnóstico por sí solo no garantiza el beneficio. El Tribunal Médico debe verificar la existencia de deterioro cognitivo y dependencia funcional
-
Arterioesclerosis: se analiza la invalidez asociada a la claudicación intermitente y las limitaciones para realizar una actividad laboral
-
Artritis reumatoide: se evalúa el nivel de afectación y las restricciones que genera sobre la vida laboral
-
Artrosis: puede justificar una pensión si se demuestra una pérdida significativa de movilidad sin mejoras con los tratamientos
-
Cáncer: el otorgamiento depende de las secuelas que produzcan los tratamientos oncológicos
-
Cáncer de pulmón: se valora de forma específica debido a su nivel de impacto funcional
-
Colitis ulcerosa: cuando se vuelve crónica y no responde a tratamientos, puede habilitar la pensión
-
Demencia: suele derivar en una incapacidad permanente absoluta
-
Enfisema pulmonar: con un marcador del 60% o menor, es posible acceder a una pensión por invalidez
-
Epilepsia: se consideran la frecuencia de las crisis, los efectos secundarios y los tratamientos utilizados; solo se aprueba cuando no hay mejora pese a todas las opciones
-
Esclerosis múltiple: con niveles de discapacidad entre 4 y 6.5 en la escala médica, puede reconocerse la incapacidad permanente absoluta
-
Fibrilación auricular: otorga derecho cuando el cuadro es crónico y no existen alternativas más allá del control sintomático
-
Glaucoma: si la agudeza visual binocular es menor a 0,2, puede declararse incapacidad absoluta
-
Hernia cervical: en casos severos con vértigos invalidantes resistentes al tratamiento, puede concederse una pensión absoluta
-
Hipertensión pulmonar: se considera la intensidad de la disnea y la respuesta al tratamiento
-
Hipoacusia: cuando alcanza el grado de gran invalidez, suele otorgarse la pensión
-
Insuficiencia mitral: se analiza su cronicidad y la falta de respuesta a tratamientos
-
Insuficiencia renal crónica: la decisión depende del estadio de progresión y de su impacto laboral
-
Lumbalgia: se evalúa la intensidad del dolor y la falta de mejoría con terapias convencionales
-
Lupus eritematoso sistémico: si presenta afectación orgánica grave, puede derivar en una pensión
-
Miastenia gravis: se considera la astenia y las limitaciones funcionales
-
Migraña: puede otorgarse cuando los síntomas impiden trabajar de forma sostenida
-
Parkinson: depende del estadio y del nivel de discapacidad laboral
-
Patologías en las manos: cuando afectan de manera permanente el uso de manos o muñecas
-
Pérdida de visión: con una agudeza visual de 0,1 o superior, puede reconocerse una incapacidad permanente total
-
Síndrome de Arnold Chiari: requiere evaluación específica para determinar si corresponde la prestación
-
Trasplante de riñón: se contempla cuando el órgano requiere intervención quirúrgica y deja de funcionar adecuadamente
Cada solicitud es valorada de forma individual, por lo que el resultado depende del dictamen médico y de los informes que acrediten el grado de incapacidad laboral.