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Apple declara la guerra a Facebook y le corta el acceso a aplicaciones

Los empleados de la red social californiana usan apps privadas fuera de la App Store para gestionar su día a día dentro de la empresa
01/02/2019 - 09:09hs
Apple declara la guerra a Facebook y le corta el acceso a aplicaciones

Facebook sufrió un castigo digital de Apple después de que esta última eliminase sus perfiles de instalación de sus aplicaciones internas. Todo comenzó en 2016 cuando Facebook inició un estudio de investigación con un número indeterminado de sujetos para que instalasen una aplicación propia que analizaba por completo las conexiones a Internet.

Todo lo que hicieran, vieran, leyeran, escribieran o recibieran, las aplicaciones instaladas, etc., sería instantáneamente visto por Facebook. A cambio, la compañía de Mark Zuckerberg les pagaría 20 dólares al mes.

El grupo de sujetos de este estudio tenían entre 13 y 35 años. Los menores de edad tenían que firmar un consentimiento paternal. El problema, y la causa inicial de un conflicto que ha sacudido Silicon Valley, fue que utilizó un método de instalación de aplicaciones prohibido por Apple.

El método consiste en instalar aplicaciones de forma lateral, sin tener que pasar por la App Store. Este sistema está ideado para que las empresas puedan probar sus propias aplicaciones de forma interna y rápida. Es utilizado por decenas de miles de empresas a diario para distribuir nuevas versiones, versiones betas o con funciones que aún no están bien operativas.

Cuando el programa de estudios de Facebook salió a la luz el martes causó un revuelto entre la comunidad de expertos de privacidad y seguridad. Facebook no tardó en responder afirmando que el programa no era secreto y que lo retiraban.

Sin embargo, Apple decidió pulsar el botón rojo y revocar estos perfiles. Ningún iPhone ni iPad podría instalar o utilizar las aplicaciones en “prueba” por parte de Facebook.

Los empleados de Facebook usan aplicaciones privadas (fuera de la App Store) para gestionar su día a día dentro de la empresa que les permiten tener una versión especial de Facebook, Instagram o WhatsApp, así como múltiples aplicaciones para la cafetería y el transporte corporativo. Y Apple las había deshabitado todas en un segundo.

En cuestión de minutos el pánico recorrió las oficinas centrales de Facebook. Los ingenieros no podían probar las próximas versiones de sus aplicaciones que estaban desarrollando, dejando su trabajo en pausa de manera efectiva, y otros no podían gestionar cómo volver a sus casas a través de la aplicación privada para empleados. Los foros internos de la compañía se volvieron un hervidero de quejas en todas direcciones.

Algunos empleados de la compañía culpaban a Apple por eliminar los permisos, otros culpaban a la dirección de la propia Facebook por crear ese estudio, y otros buscaban soluciones.

Múltiples altos ejecutivos pedían calma y avisaban que estaban “en contacto con Apple” para intentar resolver el problema. Más de 48 horas después, sigue sin ser solucionado. Y lo que queda.

Facebook, al igual que otras tantas compañías, había roto las reglas de Apple e iba a ser castigada. Apple era mucho más severa con desarrolladores independientes que con grandes empresas.

Esta actuación de Facebook habría merecido una expulsión total de todas sus aplicaciones de la App Store de haber sido una pequeña empresa, pero al ser Facebook, incluso Apple dudó. Apple le interesa tener Facebook, WhatsApp e Instagram en su App Store para que sus usuarios puedan usarlas, pero no a cualquier precio.