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WhatsApp, ahora en la mira de la política y la Justicia: ¿la "cloaca" de la campaña electoral?

El temor sobre el uso de la aplicación aumentó por la revelación de que empresas de Brasil pagaron envíos masivos de mensajes falsos en favor de Bolsonaro
25/06/2019 - 11:03hs
WhatsApp, ahora en la mira de la política y la Justicia: ¿la "cloaca" de la campaña electoral?

Hasta hace no mucho tiempo, las operaciones políticas para ensuciar la imagen de los candidatos en una campaña electoral se concentraban en la difusión de versiones a través de los medios de comunicación o el inicio de acciones judiciales.

Pero Internet cambió todo el escenario y hoy los canales para el "enchastre" son múltiples, con mayor capacidad de distribución y de ocultar rastros y pruebas de la acción.

La preocupación sobre el tema está instalada en los partidos políticos y en la Justicia argentina, que chocan con los intereses y las necesidades de las empresas proveedoras de servicios en la web, como Google y Facebook. En el centro de esta tensión aparecen temas de relevancia actual: la privacidad de los usuarios y la difusión de "fake news".

El caso brasileño

El temor en los ámbitos de la política y la Justicia local se incrementó este mes con la revelación en Brasil de un escándalo tecnológico-electoral. Empresas brasileñas contrataron durante la campaña electoral de 2018 una agencia de marketing española para efectuar envíos masivos de mensajes en WhatsApp para impulsar la candidatura del hoy presidente Jair Bolsonaro.

La información revelada por el diario Folha de Sao Paulo el 18 de junio se basa en audios del empresario español Luis Novoa, dueño de la agencia Enviawhatsapps. En las grabaciones, Novoa afirma a sus interlocutores que "empresas, carnicerías, lavadoras de automóviles y fábricas" de Brasil compraron un software de Enviawhatsapps para difundir mensajes masivos durante la campaña.

En el diálogo, realizado con empresarios que querían contratar a Enviawhatsapps, Novoa afirma que inicialmente no sabía que había sido contratado por brasileños para impulsar una campaña política y que sólo se enteró de que su software estaba siendo usado en ese sentido cuando Whatsapp cortó, ante la alegación de mal uso, las líneas telefónicas de la empresa.

"Ellos contrataban el software por nuestro sitio, hacíamos la instalación y listo (...) Como eran empresas, lo encontramos normal, tenemos muchas empresas que hacen marketing comercial por WhatsApp", afirmó el español en el audio.

"Pero ahí empezaron a cortar nuestras líneas, fuimos a mirar y nos dimos cuenta de que todas esas contrataciones, el 80%, el 90%, estaban haciendo campaña política", dijo el empresario. Un interlocutor, en la misma grabación, le preguntó a él: "¿Era campaña para algún partido?" Novoa, entonces, respondió: "Eran campañas para Bolsonaro".

Folha de Sao Paulo afirmó que, además de obtener el audio, también confirmó detalles de la conversación. La fuente que entregó el registro de la conversación no fue identificada.

Por su parte, WhatsApp confirmó a Folha que cortó líneas de la empresa española. "No comentamos específicamente sobre cuentas que se han prohibido, pero enviamos una notificación judicial (Cease and Desist) a la empresa Enviawhatsapps". Las reglas de la aplicación prohíben el uso de la plataforma para enviar mensajes masivos.

Según el Tribunal Superior Electoral (TSE), sólo las campañas oficiales de los candidatos pueden hacer contratación de impulsión de contenido en redes sociales. Y eso no incluye el uso de herramientas de automatización, como el software de disparo masivo, que están vedados.

De acuerdo al informe de Folha, "no hay indicaciones de que Bolsonaro o su equipo de campaña supieran que estaban siendo contratados disparos de mensajes a favor del entonces candidato".

Novoa negó al diario que haya trabajado para políticos brasileños. "Es mentira, no trabajamos con empresas que hayan enviado campañas políticas en Brasil", afirmó. "Tanto hace que se grabó sin permiso una conversación informal; repito por enésima vez: no trabajamos con campañas políticas en Brasil", agregó.

A pesar de la negativa del empresario, el diario informó que constató que brasileños compraron cerca de 40 licencias de software en la agencia y que cada línea puede enviar hasta 500 mensajes por hora.

De esta forma, un paquete permitía hasta 20.000 disparos con mensajes políticos por hora en las últimas elecciones. De acuerdo con Folha, los pagos eran realizados por la plataforma PayPal.

En el sitio web de Enviawhatsapps, la licencia para un mes de uso del software sale 89 euros, la anual cuesta 350 euros, y la interfaz WhatsApp Business API, orientada específicamente a empresas, tiene un costo de 500 euros al año.

En octubre de 2018, antes de la segunda vuelta de las elecciones presidenciales, Folha ya había publicado que empresarios brasileños impulsaron envíos masivos por WhatsApp contra el PT en la campaña electoral.

En este caso, el servicio fue vendido por las agencias Quickmobile, CrocServices y Yacows. Una acción fue abierta en la Justicia Electoral para averiguar el caso. Las elecciones de 2018 fueron marcadas por la diseminación de contenido falso en las redes sociales y en grupos de WhatsApp.

Con la expansión del acceso a Internet y el direccionamiento de parte del debate político para esos medios, se multiplicaron los casos de rumores diseminados para impulsar candidaturas y perjudicar a otras. Hubo casos de calumnias que involucraron acusaciones groseras, por ejemplo, de pedofilia, incesto, tortura, corrupción, homicidio que alcanzaron a candidatos.

El principal blanco de los simpatizantes de Bolsonaro fue el petista Fernando Haddad, que llegó a ser falsamente acusado de defender el incesto y de distribuir un "kit gay" cuando era ministro de Educación.

Una aplicación en el centro de la táctica del Gobierno

El jefe de Gabinete, Marcos Peña, habló el 24 de mayo en la ciudad de Vicente López, en el norte del Gran Buenos Aires, ante 40 jefes de campaña de candidatos oficialistas a intendentes de municipios bonaerenses.

En su largo discurso, tuvo un acto fallido: "Tenemos que entender que hay tres tipos de votantes. No mucho más que eso. Están los nuestros, están los que quieren a Cristina (Fernández de Kirchner) y los que tienen el dilema de Macri o Vidal". Enseguida se corrigió: "Perdón, entre Macri y Cristina".

El lapsus ocultó, involuntariamente, otros dichos de Peña, en los cuales el alto funcionario delineó la táctica electoral de Juntos por el Cambio. Peña hizo una singular comparación de la campaña electoral con una gira musical y pidió que el oficialismo no toque los grandes éxitos, sino que componga un nuevo álbum.

Para el funcionario, la táctica de propaganda electoral de Juntos por el Cambio debe aprovechar la mayor conectividad debida al avance de las redes de comunicaciones móviles de cuarta generación (4G) y la fibra óptica y los cambios en los consumos culturales. Al respecto, aseguró que el usuario argentino de WhatsApp pasa el equivalente a tres meses por año en esa aplicación, propiedad de Facebook.

¿Quiénes utilizarán WhatsApp en la campaña electoral del oficialismo? Voluntarios y militantes, quienes deberán convertirse en "nodos de producción y de distribución de contenidos", como videos breves para compartir. La meta es "darle vacaciones a quienes tienen drones" para verificar la cantidad de asistentes a los actos de campaña, dijo Peña.

La idea es buscar historias mínimas de transformación en diferentes localidades que puedan ayudar a los candidatos oficialistas. Esto ya se ve desde junio en los spots del Gobierno.

La táctica delineada por Peña se refleja en la aparición de #SomosDefensoresDelCambio, un "conjunto de activistas voluntarios", que se propone "generar una fuente de difusión a través del WhatsApp" distribuyendo consignas como #ObrasParaSiempre, #antesydespues y #Cambio real/no relato, entre otras. La mayoría de los mensajes son fotos y videos de obras realizadas en los tres años y medio de gestión de Macri y también recuerdan la "herencia recibida".

¿Por qué el oficialismo apunta a WhatsApp? Según dijo al diario porteño La Nación el asesor de medios sociales de la Presidencia de la Nación, Julián Gallo, "nuestra vida mental quedó integrada a las redes sociales. En las redes construimos nuestra identidad, en WhatsApp instrumentamos y coordinamos nuestras relaciones sociales y personales. Ante esos cambios es natural que la campaña siga esas transformaciones".

"El poder migró. Son las personas con sus teléfonos y sus propias redes las que construyen el sentido", concluyó.

Preocupación judicial

¿Por qué WhatsApp concentra la preocupación política y judicial más que Facebook y Google? Se trata de la plataforma de comunicación más utilizada en la Argentina, es individual y está fuera del alcance directo de los partidos políticos, los tribunales y los medios.

El 30 de mayo se dio un avance inédito: ese día, la Cámara Nacional Electoral consiguió sentar en una misma mesa a Google, Facebook, Twitter, la Asociación Latinoamericana de Internet, la cámara patronal periodística ADEPA, el foro Fopea, la ONG Chequeado y la agencia de noticias AFP, entre otros, a quienes convocó para que se pusieran de acuerdo en algunas líneas y exhibieran un gesto de buena voluntad para jugar limpio.

Ese día se suscribió un "compromiso ético digital" impulsado por la Cámara Nacional Electoral, orientado a preservar el debate democrático en las redes sociales y plataformas digitales durante las elecciones nacionales de este año.

El objeto es promover "la honestidad del debate democrático en las próximas elecciones nacionales, de modo de contribuir a mitigar los efectos negativos de la divulgación de contenido falso y demás tácticas de desinformación en redes sociales y otros entornos digitales".

¿Qué empresa no firmó el compromiso? WhatsApp, porque al contrario que Google, Facebook o Twitter, no tiene responsabilidad sobre los contenidos. Mientras esas empresas tienen canales para recibir denuncias sobre contenidos inapropiados o ilegales o violentos, y aplican tecnologías para combatir en forma automatizada esas publicaciones, la aplicación de mensajería instantánea más popular de Occidente funciona con una lógica similar a la del correo electrónico.

La movida de la Cámara tuvo en cuenta lo que sucedió en las últimas elecciones presidenciales de Estados Unidos y Brasil, y en los referendos por el Brexit en el Reino Unido y por el acuerdo de paz en Colombia. En esas ocasiones WhatsApp sirvió, al igual que Twitter y Facebook, para difundir versiones y rumores falsos ("fake news") y convertirlos en virales.

Además de este compromiso, existe una iniciativa privada, llamada Reverso, que protagoniza un consorcio de medios (entre ellos, iProfesional), empresas tecnológicas y ONG que a partir del 11 de junio chequean información de manera conjunta. Puede leer un ejemplo de esta acción en esta nota de iProfesional.

Como informó iProfesional en esta nota, el 90% de las conversaciones que se dan en la aplicación ocurren entre dos personas. Se trata de una comunicación que está encriptada y, por lo tanto, no se puede analizar su contenido.

Unas semanas después de la firma del compromiso, a la que asistió el titular de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Carlos Rosenkrantz, WhatsApp anunció el 16 de junio la adopción de medidas contra el spam en su plataforma.

Por ejemplo, ahora solo se puede agregar a un número limitado de personas a los grupos. Y solo se puede reenviar un mensaje a una cantidad limitada de personas. WhatsApp también anunció este mes que empezará a demandar en la Justicia a las personas o entidades que realicen envíos masivos de mensajes a través de su plataforma.

Además, la aplicación tiene un software de detección de spam, que funciona a partir de la identificación de envíos masivos de mensajes. WhatsApp estará en la alianza Reverso y facilitará tecnología para chequear noticias falsas que se distribuyen por su red.

Así, por ejemplo, los medios que integran ese grupo de trabajo podrán acceder a la interfaz de programación de aplicaciones (API, sigla en inglés) de WhatsApp para trabajar denuncias que les hagan llegar sus lectores sobre noticias falsas que circulan por la mensajería instantánea.

Mayor retorno de inversión

En los negocios hay una sigla clave: el ROI ("Return On Investment"). En español, retorno sobre la inversión. Es un índice financiero que mide y compara el beneficio o la utilidad obtenida en relación a la inversión realizada.

Los partidos políticos deberán este año apuntar a un ROI de sus campañas electorales en el contexto de menores gastos comparados a las elecciones de 2015, cuando se superó la línea de los 100 millones de dólares.

La cifra este año será menor por consecuencia, entre otras causas, del expediente judicial basado en los presuntos registros escritos de Oscar Centeno, ex chofer de Roberto Baratta, número dos del ex Ministerio de Planificación Federal durante el kirchnerismo.

En esa causa judicial se investigan los supuestos actos de corrupción cometidos por ex funcionarios y empresarios del negocio de la construcción y la obra pública. También genera esta campaña "gasolera" la recesión económica, y algunas reformas legales recientes, que habilitan aportes empresarios pero con limitaciones.

En este contexto, WhatsApp ofrece la posibilidad de conseguir un alto ROI, aunque tiene ventajas y desventajas. A diferencia de Facebook o Twitter o búsquedas en Google, los mensajes en WhatsApp casi siempre se leen, porque en general llegan de parte de algún amigo, pariente o conocido.

Sin embargo, y en especial en un proceso electoral como el que se avecina, en el que alrededor de un tercio de los votantes dice estar indeciso, la aplicación de mensajería instantánea es el medio más indicado para fidelizar a los ya decididos.

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